domingo, 30 de octubre de 2016



CONOCER EL RITMO DEL CORAZON PUEDE SALVAR AL CEREBRO


*Aprender a tomarse el pulso puede prevenir el riesgo de discapacidad y muerte por un evento vascular cerebral (EVC), popularmente conocido como embolia o ataque cerebral

*El evento vascular cerebral es la cuarta causa de mortalidad en México y la fibrilación auricular es responsable del 20% de los EVC en el mundo


Si el ritmo de su corazón en reposo es mayor a cien latidos por minuto o sus pulsaciones son irregulares, existe el riesgo de sufrir un evento vascular cerebral (EVC) -popularmente conocido como ataque cerebral o embolia- enfermedad altamente incapacitante y responsable de la cuarta causa de muerte en los mexicanos.
Saber tomarse el pulso puede prevenir la aparición de un evento vascular cerebral, por ello en el marco de Día Mundial del Ataque Cerebral, que se conmemora este 29 de octubre, “es de vital importancia que la población aprenda a escuchar su ritmo cardiaco para identificar la posible existencia de una fibrilación auricular, enfermedad capaz de incrementar hasta cinco veces el riesgo de un EVC”, explicó la doctora Alejandra Meaney, miembro de la Asociación Nacional de Cardiólogos de México en breve charla.
Si bien entre los factores de riesgo más comunes para presentar un evento vascular cerebral están el tener presión arterial elevada, diabetes mellitus, colesterol alto, obesidad o tabaquismo, un factor poco conocido es la fibrilación auricular (FA), arritmia responsable del 20% de los EVC en el mundo.
La cardióloga precisó que “esta condición de salud se manifiesta cuando los latidos del corazón se vuelven irregulares y en ocasiones se aceleran sin ninguna razón aparente”.
Este desorden en el ritmo cardiaco puede crear turbulencia en la sangre del corazón, el cual al no latir al ritmo adecuado promueve la formación de coágulos que pueden viajar hacia el cerebro por el torrente sanguíneo, ocasionando la obstrucción de una arteria cerebral y con ello un evento vascular cerebral, condición que puede ser mortal o dejar graves secuelas motoras o del lenguaje en las personas que lo sufren.
La especialista indicó que una manera sencilla de sospechar la presencia de una posible irregularidad en el ritmo cardiaco, y por lo tanto, la existencia potencial de fibrilación auricular es aprender a “escuchar el corazón”, tomándose el pulso en reposo.

COMO TOMAR EL PULSO

Para tomar el pulso primero la persona debe estar en estado de reposo, sentada o acostada, al menos 15 minutos. Posteriormente, con el dedo índice y el dedo medio de una de las manos, se debe encontrar su pulso en la muñeca del brazo contrario, y con la ayuda de un cronómetro empezar a contar el número de pulsaciones (latidos) durante 30 segundos.
Finalmente, multiplicar ese número por dos para determinar cuántas veces late el corazón en un minuto.
“Si el resultado obtenido se encuentra entre 60 a 100 latidos por minuto, significa que el pulso está dentro de los límites normales. Sin embargo, si las pulsaciones fueron irregulares y el número es superior a los 100 latidos por minuto puede existir la posibilidad de fibrilación auricular”, explicó la doctora Alejandra Meaney, también miembro de la Asociación Mexicana para la Prevención de la Aterosclerosis y sus Complicaciones.
Por fortuna el riesgo de un EVC por fibrilación auricular es prevenible si se identifica a tiempo la enfermedad y se brinda un tratamiento integral al paciente a través de la administración de anticoagulantes orales de última generación como rivaroxaban, el cual reduce la formación de coágulos sanguíneos de manera segura y eficaz, con el beneficio de una dosis fija diaria, no interacción con medicamentos o alimentos, y sin necesidad de un control sanguíneo rutinario, tres consideraciones importantes para los pacientes cuando el tratamiento se ha de mantener en el tiempo, expresó la cardióloga.
“Estudios clínicos también han demostrado que rivaroxaban es un anticoagulante eficaz en pacientes con fibrilación auricular que tienen un mayor riesgo de EVC debido a la presencia de enfermedades asociadas como hipertensión arterial o diabetes”, concluyó.



No hay comentarios:

Publicar un comentario