UNA DE CADA 6 PERSONAS
SUFREN DE VEJIGA HIPERACTIVA
*Especialistas se reúnen en
la Ciudad de México en el Curso Internacional de Neuro-urología y Disfunción
del Piso Pélvico que se realizará del 9 al 11 de junio en el Hotel Crowne Plaza
WTC
*La vejiga hiperactiva,
enfermedad dentro de este grupo de padecimientos, afecta a hombres y mujeres,
aunque es más frecuente en las féminas y se incrementa con la edad
*Nuevos tratamientos médicos
para la vejiga hiperactiva se darán a conocer en esta reunión médica, siendo el
más innovador y único en su clase en el mundo, el primer agonista de los
receptores adrenérgicos beta-3, que llegará próximamente a México
Los
especialistas calculan que en el mundo alrededor del 18% de la población sufre
de vejiga hiperactiva (VH), lo que significa que uno de cada seis personas
tienen este problema, el cual afecta gravemente la calidad de vida de quien lo
padece y su familia.
De
acuerdo con información de la International Continence Society (ICS), el
síndrome de VH es una disfunción del trato urinario inferior, caracterizado por
la necesidad urgente de orinar, con un aumento en la frecuencia de ir al baño
de día como de noche (nicturia),acompañado en algunas ocasiones de escapes involuntarios
de orina.
Aunque
no es un padecimiento mortal, si representa un problema de salud pública común
y de gran afectación emocional, el cual se incrementa con la edad; es más común
en la población femenina y en personas con algún trastorno neurológico, ya que
el control de la vejiga se realiza desde el cerebro.
Para
conocer más de esta enfermedad, compartir experiencias y conocer las nuevas
herramientas en el tratamiento de la VH, alrededor de 150 especialistas
urólogos, ginecólogos, neuro-urólogos y uro-ginecólogos se reunirán en la
Ciudad de México en el Curso Internacional de Neuro-urología y Disfunción del
Piso Pélvico 2016 del 9 al 11 de junio de 2016.
PERSONALIDADES
MUNDIALES
En
este curso, avalado por la Sociedad Mexicana de Urología (SMU), estarán
presentes investigadores internacionales como el doctor David Castro Díaz, de España, presidente de la Sociedad
Iberoamericana de Neuro-urología y Urología Ginecológica (SINUG); el doctor
Paulo Palma de Brasil, profesor de la Universidad de Campinas, fundador y
presidente de la Asociación Latinoamericana de Piso Pélvico (ALAPP); y el doctor
Ervin Kocjancic, Chairman de Educación de la International Continent Society
(ICS).
El
doctor Daniel García, director general de Urocontinent y con subespecialidad en
neuro-urología, explicó que el síndrome de VH se clasifica en dos variables; la
VH húmeda, que es aquella donde hay presencia de incontinencia urinaria y la VH
seca, donde no hay incontinencia urinaria; y, explica que las ganas frecuentes
y la urgencia de ir al baño son ocasionadas por contracciones no voluntarias de
la vejiga de diferente intensidad y duración.
Las
estadísticas internacionales muestran que el síndrome de VH se presenta en
hombres y mujeres; sin embargo, es más común en el sexo femenino.
La
prevalencia varía del 14% al 40.5%, dependiendo de la edad del paciente. En
Estados Unidos y en Europa la prevalencia
es del 35% en mujeres mayores de 18 años.
Los
especialistas están de acuerdo en que se desconoce la causa de la VH, siendo
muchas las teorías para explicar este padecimiento, y el diagnóstico se realiza
descartando infecciones urinarias, cuerpos extraños en la vejiga, cáncer de
vejiga, entre otros y se tiene un arsenal terapéutico para poder ayudar a las
personas que la padecen.
Al
respecto, el doctor Jesús Torres, presidente de la SMU, explicó que para
identificar este problema de salud se debe preguntar al paciente sobre la
necesidad repentina y urgente de orinar y contar el número de veces que acude
una persona al sanitario para ello.
El
promedio normal es de 7 ocasiones durante el día y a partir de la visita 8
puede ser considerado como un problema de frecuencia.
Además,
si una persona no puede dormir sus ocho horas sin acudir al baño también puede
ser un signo de VH. Sin embargo, debe de estudiarse debidamente para poder recomendar
el tratamiento adecuado y oportuno.
Generalmente
los adultos mayores también se ven afectados por este problemas, ya que el
envejecimiento de su vejiga van perdiendo elementos propios que le dan la
propiedad de distensión adecuada (colágeno y elementos viscoelásticos), siendo
además del envejecimiento la mala circulación o sea baja oxigenación de este
órgano lo que disminuye la capacidad del volumen vesical y de retener la orina.
“Hay
casos muy graves de VH, ya que en la consulta hemos detectado pacientes que
acuden hasta 25 veces al baño en el día y 15 veces por la noche”, dijo el doctor
Torres.
Esto
representa un daño severo a su calidad de vida, ya que viven pendientes de la
disponibilidad de sanitarios para hacer su vida diaria y no pueden descansar
por tener que levantarse constantemente de su cama; a la larga, esto se vuelve
un serio problema de salud que afecta todo su entorno familiar y social.
¿COMO
ES EL TRATAMIENTO?
El
tratamiento es multidisciplinario y va desde medidas higiénicas, dietéticas como
evitar la ingesta de alimentos irritantes, exámenes de diagnóstico y terapias
farmacológicas que actúan de diversas formas en la vejiga.
Actualmente,
entre los tratamientos más usados están los anticolinérgicos, medicamentos que
ayudan a disminuir esas contracciones involuntarias de la vejiga, como la solifenacina, que ayuda a quienes la usan
a disminuir los síntomas de VH; es preciso que este tratamiento sea recetado
por un médico.
Además,
en los próximos meses se tendrá un nuevo avance médico a través del primer
agonista de los receptores adrenérgicos beta-3, llamado Mirabegrón.
Este
medicamento actúa adhiriéndose a los receptores beta-3 que se encuentran en las
células musculares de la vejiga y los activa.
Esto
hace que la vejiga se relaje, aumente su capacidad y modifique la forma en que
se contrae, lo que se traduce en una disminución del número de contracciones de
la vejiga y, por lo tanto, en una reducción del número de veces que una persona
desea orinar.
Ambos
tratamientos son de prescripción médica y sólo deben usarse bajo la vigilancia
de un especialista que detecte la VH.
Finalmente,
los especialistas informaron que los trastornos de la vejiga y en especial la
disfunción del piso pélvico como la VH son poco diagnosticados por el temor y
pena de los pacientes, quienes evitan hablar del tema y prefieren callar estos
problemas; sin embargo, entre más tarden en ir con el especialista para
tratarlos, sus síntomas pueden agravarse e intensificarse.
Por
eso invitaron a la población a acudir con su urólogo y recibir la terapia
indicada para esta enfermedad.
CIFRAS
DE LA OMS
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial
de la Salud, la incontinencia afecta al 24% de la población general en algún
momento de su vida y al 50% de las personas mayores de 65 años.
Lo anterior se traduce en que más de 200
millones de personas en todo el mundo, sufren de esta condición que si bien no
distingue genero afecta mayormente a la población femenina.
En México se estima que hay 8 millones de
personas con incontinencia, 75% de éstas son mujeres.
Las anteriores cifras evidencian la importancia
de generar conciencia en torno a la incontinencia urinaria y/o fecal y sus
opciones de tratamiento.
Dos condiciones médicas frecuentes que tienen
consecuencias sociales, sexuales, interpersonales y profesionales vergonzosas;
y que son potencialmente desestabilizantes, en tanto que pueden causar
aislamiento social y afectan drásticamente la calidad de vida de quien las
padece.
De ahí que sea clave
que la población general tenga claro que la incontinencia urinaria y fecal son
condiciones de salud serias que no son parte normal del proceso de
envejecimiento.
Por lo que romper el
silencio y consultar con un profesional de la salud sobre las alternativas de
tratamiento a largo plazo es de suma importancia.
Además, se debe tener
en cuenta que los costos sociales de los trastornos del control de
la vejiga y el intestino también son altos; aún los síntomas leves afectan el
funcionamiento social, sexual, interpersonal y profesional de aquellos que los
sufren.
Los pacientes normalmente tienen dificultad para
realizar actividades diarias simples, tales como trabajar, realizar las
compras, viajar en automóvil o ver una película por temor a sufrir vergonzosos
episodios de incontinencia o por no encontrarse cerca de un baño. Estas
personas en su mayoría sufren en silencio.
El tratamiento de estas condiciones incluye
cambios de dieta y estilo de vida, ejercicios físicos, medicamentos
anticolinérgicos y la neuromodulación sacra o estimulación del nervio sacral.
Sólo un profesional de la salud puede confirmar
el diagnóstico y determinar el tratamiento indicado.
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