jueves, 9 de junio de 2016


UNA DE CADA 6 PERSONAS SUFREN DE VEJIGA HIPERACTIVA



*Especialistas se reúnen en la Ciudad de México en el Curso Internacional de Neuro-urología y Disfunción del Piso Pélvico que se realizará del 9 al 11 de junio en el Hotel Crowne Plaza WTC

*La vejiga hiperactiva, enfermedad dentro de este grupo de padecimientos, afecta a hombres y mujeres, aunque es más frecuente en las féminas y se incrementa con la edad

*Nuevos tratamientos médicos para la vejiga hiperactiva se darán a conocer en esta reunión médica, siendo el más innovador y único en su clase en el mundo, el primer agonista de los receptores adrenérgicos beta-3, que llegará próximamente a México


Los especialistas calculan que en el mundo alrededor del 18% de la población sufre de vejiga hiperactiva (VH), lo que significa que uno de cada seis personas tienen este problema, el cual afecta gravemente la calidad de vida de quien lo padece y su familia.
De acuerdo con información de la International Continence Society (ICS), el síndrome de VH es una disfunción del trato urinario inferior, caracterizado por la necesidad urgente de orinar, con un aumento en la frecuencia de ir al baño de día como de noche (nicturia),acompañado en algunas ocasiones de escapes involuntarios de orina.
Aunque no es un padecimiento mortal, si representa un problema de salud pública común y de gran afectación emocional, el cual se incrementa con la edad; es más común en la población femenina y en personas con algún trastorno neurológico, ya que el control de la vejiga se realiza desde el cerebro.
Para conocer más de esta enfermedad, compartir experiencias y conocer las nuevas herramientas en el tratamiento de la VH, alrededor de 150 especialistas urólogos, ginecólogos, neuro-urólogos y uro-ginecólogos se reunirán en la Ciudad de México en el Curso Internacional de Neuro-urología y Disfunción del Piso Pélvico 2016 del 9 al 11 de junio de 2016.

PERSONALIDADES MUNDIALES

En este curso, avalado por la Sociedad Mexicana de Urología (SMU), estarán presentes investigadores internacionales como el doctor David Castro Díaz, de España, presidente de la Sociedad Iberoamericana de Neuro-urología y Urología Ginecológica (SINUG); el doctor Paulo Palma de Brasil, profesor de la Universidad de Campinas, fundador y presidente de la Asociación Latinoamericana de Piso Pélvico (ALAPP); y el doctor Ervin Kocjancic, Chairman de Educación de la International Continent Society (ICS).
El doctor Daniel García, director general de Urocontinent y con subespecialidad en neuro-urología, explicó que el síndrome de VH se clasifica en dos variables; la VH húmeda, que es aquella donde hay presencia de incontinencia urinaria y la VH seca, donde no hay incontinencia urinaria; y, explica que las ganas frecuentes y la urgencia de ir al baño son ocasionadas por contracciones no voluntarias de la vejiga de diferente intensidad y duración.
Las estadísticas internacionales muestran que el síndrome de VH se presenta en hombres y mujeres; sin embargo, es más común en el sexo femenino.
La prevalencia varía del 14% al 40.5%, dependiendo de la edad del paciente. En Estados Unidos y en Europa la prevalencia  es del 35% en mujeres mayores de 18 años.
Los especialistas están de acuerdo en que se desconoce la causa de la VH, siendo muchas las teorías para explicar este padecimiento, y el diagnóstico se realiza descartando infecciones urinarias, cuerpos extraños en la vejiga, cáncer de vejiga, entre otros y se tiene un arsenal terapéutico para poder ayudar a las personas que la padecen.
Al respecto, el doctor Jesús Torres, presidente de la SMU, explicó que para identificar este problema de salud se debe preguntar al paciente sobre la necesidad repentina y urgente de orinar y contar el número de veces que acude una persona al sanitario para ello.
El promedio normal es de 7 ocasiones durante el día y a partir de la visita 8 puede ser considerado como un problema de frecuencia.
Además, si una persona no puede dormir sus ocho horas sin acudir al baño también puede ser un signo de VH. Sin embargo, debe de estudiarse debidamente para poder recomendar el tratamiento adecuado y oportuno.
Generalmente los adultos mayores también se ven afectados por este problemas, ya que el envejecimiento de su vejiga van perdiendo elementos propios que le dan la propiedad de distensión adecuada (colágeno y elementos viscoelásticos), siendo además del envejecimiento la mala circulación o sea baja oxigenación de este órgano lo que disminuye la capacidad del volumen vesical y de retener la orina.
“Hay casos muy graves de VH, ya que en la consulta hemos detectado pacientes que acuden hasta 25 veces al baño en el día y 15 veces por la noche”, dijo el doctor  Torres.
Esto representa un daño severo a su calidad de vida, ya que viven pendientes de la disponibilidad de sanitarios para hacer su vida diaria y no pueden descansar por tener que levantarse constantemente de su cama; a la larga, esto se vuelve un serio problema de salud que afecta todo su entorno familiar y social.

¿COMO ES EL TRATAMIENTO?

El tratamiento es multidisciplinario y va desde medidas higiénicas, dietéticas como evitar la ingesta de alimentos irritantes, exámenes de diagnóstico y terapias farmacológicas que actúan de diversas formas en la vejiga.
Actualmente, entre los tratamientos más usados están los anticolinérgicos, medicamentos que ayudan a disminuir esas contracciones involuntarias de la vejiga, como la solifenacina, que ayuda a quienes la usan a disminuir los síntomas de VH; es preciso que este tratamiento sea recetado por un médico.
Además, en los próximos meses se tendrá un nuevo avance médico a través del primer agonista de los receptores adrenérgicos beta-3, llamado Mirabegrón.
Este medicamento actúa adhiriéndose a los receptores beta-3 que se encuentran en las células musculares de la vejiga y los activa.
Esto hace que la vejiga se relaje, aumente su capacidad y modifique la forma en que se contrae, lo que se traduce en una disminución del número de contracciones de la vejiga y, por lo tanto, en una reducción del número de veces que una persona desea orinar.
Ambos tratamientos son de prescripción médica y sólo deben usarse bajo la vigilancia de un especialista que detecte la VH.
Finalmente, los especialistas informaron que los trastornos de la vejiga y en especial la disfunción del piso pélvico como la VH son poco diagnosticados por el temor y pena de los pacientes, quienes evitan hablar del tema y prefieren callar estos problemas; sin embargo, entre más tarden en ir con el especialista para tratarlos, sus síntomas pueden agravarse e intensificarse.
Por eso invitaron a la población a acudir con su urólogo y recibir la terapia indicada para esta enfermedad.

CIFRAS DE LA OMS

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, la incontinencia afecta al 24% de la población general en algún momento de su vida y al 50% de las personas mayores de 65 años.
Lo anterior se traduce en que más de 200 millones de personas en todo el mundo, sufren de esta condición que si bien no distingue genero afecta mayormente a la población femenina.
En México se estima que hay 8 millones de personas con incontinencia, 75% de éstas son mujeres.
Las anteriores cifras evidencian la importancia de generar conciencia en torno a la incontinencia urinaria y/o fecal y sus opciones de tratamiento.
Dos condiciones médicas frecuentes que tienen consecuencias sociales, sexuales, interpersonales y profesionales vergonzosas; y que son potencialmente desestabilizantes, en tanto que pueden causar aislamiento social y afectan drásticamente la calidad de vida de quien las padece.
De ahí que sea clave que la población general tenga claro que la incontinencia urinaria y fecal son condiciones de salud serias que no son parte normal del proceso de envejecimiento.
Por lo que romper el silencio y consultar con un profesional de la salud sobre las alternativas de tratamiento a largo plazo es de suma importancia.
Además, se debe tener en cuenta que los costos sociales de los trastornos del control de la vejiga y el intestino también son altos; aún los síntomas leves afectan el funcionamiento social, sexual, interpersonal y profesional de aquellos que los sufren.
Los pacientes normalmente tienen dificultad para realizar actividades diarias simples, tales como trabajar, realizar las compras, viajar en automóvil o ver una película por temor a sufrir vergonzosos episodios de incontinencia o por no encontrarse cerca de un baño. Estas personas en su mayoría sufren en silencio.
El tratamiento de estas condiciones incluye cambios de dieta y estilo de vida, ejercicios físicos, medicamentos anticolinérgicos y la neuromodulación sacra o estimulación del nervio sacral.
Sólo un profesional de la salud puede confirmar el diagnóstico y determinar el tratamiento indicado.



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