LA MALA NUTRICION SE ESTÁ CONVIRTIENDO EN LO NUEVO NORMAL
*La
malnutrición aumenta en todos los países y representa uno de los principales
factores de enfermedad
*El
44% de los países (57 de 129 países) registra niveles muy preocupantes tanto en
materia de nutrición como de obesidad y sobrepeso
*A
pesar de los progresos observados en algunos países, el mundo está lejos de
reducir o invertir esta tendencia
BEIJING,
JOHANNESBURGO, NAIROBI, NUEVA DELHI, NUEVA YORK, ESTOCOLMO Y WASHINGTON, D.C., 14 de junio de 2016.– De acuerdo con el Informe de la Nutrición Mundial 2016 publicado hoy, los índices de
obesidad y sobrepeso van en aumento en todas las regiones del mundo y en casi
todos los países.
Este informe independiente subraya cuán
insuficientes son los avances realizados en la lucha contra todas las formas de
la malnutrición.
Casi todos los países están lejos de
aportar los esfuerzos necesarios para reducir la anemia en las mujeres y para
prevenir el aumento de los casos de diabetes.
La desnutrición se manifiesta de
distintas maneras: retraso en el crecimiento y el desarrollo de los niños más
pobres; individuos raquíticos o propensos a las infecciones; personas con
sobrepeso o con altos niveles de azúcar en la sangre, sal, grasa o colesterol;
o personas que carecen de las principales vitaminas o minerales.
La malnutrición es responsable de casi
la mitad de todas las muertes de los niños menores de 5 años de edad y, junto
con una alimentación deficiente, es el primer factor determinante de la carga
mundial de enfermedad.
Cuando menos 57 países registran
importantes niveles de desnutrición –incluyendo el retraso en el crecimiento y
la anemia- y de sobrepeso y obesidad en los adultos, lo que representa una
enorme presión sobre muchos sistemas sanitarios, de por sí muy frágiles.
“Una de cada tres personas sufre de
alguna forma de malnutrición”, explicó Lawrence Haddad, copresidente del Informe de la Nutrición Mundial e
investigador senior en el Instituto Internacional de Investigación sobre
Políticas Alimentarias.
“Ahora vivimos en un mundo donde estar
malnutrido es la nueva normalidad. Es un mundo que todos debemos considerar
totalmente inaceptable”, destacó.
INFORME EN EL MUNDO
Esta semana, el Informe 2016 se presenta en siete ciudades alrededor del mundo
–Beijing, Johannesburgo, Nairobi, Nueva Delhi, NuevaYork, Estocolmo y
Washington DC– y se suma a la renovada atención internacional en materia de
nutrición.
El informe destaca los altísimos costos
de la malnutrición, además de la ausencia grave de inversiones y compromisos
hasta la fecha, es decir:
Costos sociales: el 11% del PIB
se pierde cada año en África y Asia debido a la malnutrición. Cada año, las
pérdidas mundiales de PIB por causa de la malnutrición son mayores que la
pérdida anual registrada durante la crisis financiera de 2008-2010.
Costos familiares: En Estados
Unidos, cuando en un hogar uno de sus integrantes es obeso, la familia debe
asumir gastos de salud adicionales equivalentes al 8% de sus ingresos anuales.
En China, el diagnóstico de un caso de diabetes representa una pérdida anual
del 16.3% del ingreso de quien sufre la enfermedad.
Déficit de financiamiento: Los
nuevos datos presentados en este informe muestran que los donantes asignaron apenas
50 millones de dólares a las enfermedades no transmisibles relacionadas con la
nutrición, a pesar de que, en la actualidad, las enfermedades no transmisibles
relacionadas con la nutrición son la causa de casi la mitad de todas las
muertes y discapacidades en los países de ingresos bajos y medianos.
Los análisis muestran que 24
gobiernos de ingresos bajos y medianos asignan apenas un 2% para reducir la
desnutrición, mientras que las asignaciones de los donantes para los programas
de nutrición están estancadas en mil millones de dólares.
“Estamos lejos de haber terminado con la
desnutrición”, explica Corinna Hawkes, copresidenta del Informe de la Nutrición Mundial del Grupo de Expertos Independientes y directora de Centre for Food Policy, City University London.
“Pero los gobiernos y los donantes ahora
también deben hacer frente a la amenaza que las enfermedades no transmisibles
relacionadas con la nutrición y la obesidad plantean para la mejora mundial de
la salud y el desarrollo.
“En el mundo, una de cada 12 personas
sufre de diabetes y alrededor de 2000 millones de personas son obesas o con
sobrepeso. Debemos frenar esta tendencia”, añadió.
DESAFIOS PARA 2016
A pesar de estos desafíos,
el Informe 2016 muestra los progresos
realizados y que todo es aún posible.
El número de niños menores
de 5 años que sufren de retraso en el crecimiento está disminuyendo en todos
los continentes, excepto en África y Oceanía.
Individualmente, muchos
países han registrado impresionantes progresos: por ejemplo, en Ghana, el
índice de retraso en el crecimiento se ha reducido casi a la mitad –del 36% al
19%– en solo 11 años.
Muchos países están cerca de
cumplir con las metas mundiales; Perú y Malawi, por ejemplo, están cerca de
cumplir las metas mundiales en materia de lactancia materna exclusiva y
disminución de la anemia.
“El ingrediente clave de
todas estas historias exitosas es el compromiso político”, explica Lawrence
Haddad.
“Todo es posible cuando los
líderes gubernamentales, la sociedad civil, el ámbito universitario y las
empresas se comprometen y se declaran responsables. A pesar de los retos que
quedan por delante, la malnutrición no es inevitable y, en definitiva, se trata
de una elección política: por eso necesitamos líderes en todo el mundo para
seguir adelante”, precisó.
Si bien algunos países
comienzan a aumentar los presupuestos destinados a la nutrición, la brecha
presupuestaria sigue siendo significativa.
Los análisis incluidos en el
Informe 2016 muestran un déficit de
70 mil millones de dólares para el cumplimiento de los objetivos de 2025 en
materia de retraso en el crecimiento, desnutrición aguda grave, lactancia
materna exclusiva y anemia.
Mientras que disminuir esta
brecha sigue siendo la principal prioridad, el análisis realizado por el
informe sobre el vínculo entre la nutrición y los sectores asociados también
brinda oportunidades para mejorar la nutrición a través del análisis de los
programas existentes.
Por ejemplo, el informe
explica que las mejoras realizadas en áreas como agricultura, salud, educación,
protección social y saneamiento pueden ayudar a tratar un amplio porcentaje de
la carga por retraso en el crecimiento.
“Más del 30%
de los gastos gubernamentales en África y Asia
ya están asignados a la agricultura, la educación, la protección social,
la salud y el agua, el saneamiento y la higiene. Efectuando ciertos ajustes en
estos sectores, podríamos tener un gran impacto sobre la carga de la
malnutrición en dichas regiones”, explicó Emorn Udomkesmalee, copresidenta del Informe de la Nutrición Mundial del Grupo de Expertos Independientes e
investigadora senior del Instituto de Nutrición de la Mahidol University en Tailandia.
GRAVE FALTA DE ALIMENTOS
El Informe 2016 también destaca la falta grave de implementación de
políticas e intervenciones que hayan demostrado su capacidad para disminuir la
malnutrición.
De las 13 principales
intervenciones sobre desnutrición medidas, solo seis tienen índices de
cobertura superiores al 50%; casi la mitad de las familias que necesitan estos
programas no los están obteniendo.
Solo el 36% de los países ha implementado correctamente el
Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, que
impulsa el recurso a la lactancia materna exclusiva; esto representa un declive
desde la última evaluación.
Dos tercios de los países no
han logrado ningún progreso en materia de implementación de las recomendaciones
esenciales de la OMS para una alimentación sana.
El Informe
de la Nutrición Mundial constituye una evaluación anual de los avances de
los países en el cumplimento de las metas en materia de nutrición establecidas
por la Asamblea Mundial de la Salud y los compromisos establecidos en la Cumbre
de Nutrición para el Crecimiento de 2013. Algunas de las
metas acordadas son:
--Reducir en un 40% el
retraso en el crecimiento de niños menores de cinco años.
--Reducir y mantener por
debajo del 5% la emaciación en niños.
--Ningún aumento del
sobrepeso en niños menores de 5 años.
--Reducir un 50% la anemia
en mujeres de edad reproductiva.
--Reducir un 30% el bajo
peso al nacer.
--Aumentar la lactancia
materna exclusiva hasta al menos el 50%.
--Impedir el aumento de la
prevalencia del sobrepeso, la obesidad y la diabetes de tipo 2 en adultos.
--Alcanzar un 30% de
reducción en la ingesta de sal (en los adultos).
ACERCA
DEL INFORME DE LA NUTRICIÓN MUNDIAL
El
Informe de la Nutrición Mundial es un
balance anual del estado de la nutrición en el mundo.
Su
objetivo es ayudar a los gobiernos y otras partes interesadas a asumir
compromisos de alto impacto para acabar con la malnutrición en todas sus
formas.
Otro
objetivo de igual importancia es evitar que las partes interesadas no asuman
dichos compromisos.
Un Grupo
de Expertos Independientes realiza este informe y el Instituto Internacional de
Investigación sobre Políticas Alimentarias supervisa su producción y difusión.
El
presente informe fue fundado por la fundación Bill & Melinda Gates
Foundation, el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido,
el gobierno de Canadá, la Fundación Children’s Investment Fund Foundation, la
Comisión Europea, el gobierno de Alemania, Irish Aid, la Agencia para el
Desarrollo Internacional de Estados Unidos, el gobierno de los Países Bajos, el
programa Mil Días y el programa CGIAR sobre agricultura, nutrición y salud.
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