Noviembre 12: Día Mundial de la Obesidad
ESTRATEGIA PERSONALIZADA CON
TERAPIA GDP-1, ENDOSCOPIA
AVANZADA Y CIRUGIA
BARIATRICA CONTRA LA OBESIDAD
En
países como México y Estados Unidos, donde la obesidad y el sobrepeso afectan a
la mayoría de los adultos, encontrar soluciones eficaces y sostenibles para el
control del peso ya no es sólo una innovación: es una necesidad.
El
Dr. Thomas R. McCarty, gastroenterólogo y médico de obesidad del Hospital
Houston Methodist, encabeza un enfoque pionero y multidisciplinario para el
tratamiento de la obesidad, que combina intervenciones en el estilo de vida,
farmacoterapia, cirugía bariátrica y procedimientos endoscópicos de vanguardia.
“Con
la irrupción de los medicamentos GLP-1 y otras opciones terapéuticas en los
últimos años, reconocimos la necesidad de un enfoque más integral y
coordinado”, explica el Dr. McCarty. “Los especialistas tradicionales, como los
cirujanos bariátricos o los médicos de atención primaria, no siempre están en
la mejor posición para coordinar planes de tratamiento individualizados, lo que
abrió el camino para que la gastroenterología asumiera un rol central en el
manejo de la obesidad”.
Una
nueva clase de medicamentos transformadores: Un pilar de este programa es
el uso innovador de medicamentos GLP-1 —como tirzepatida y semaglutida— que han
cambiado de manera significativa el panorama del tratamiento de la obesidad.
Estos fármacos, iniciados varios meses antes de un procedimiento endoscópico,
permiten alcanzar resultados combinados de pérdida de peso comparables con los
obtenidos mediante cirugía bariátrica tradicional.
“Generalmente
comenzamos con los medicamentos GLP-1 unos cuatro meses antes de los
procedimientos endoscópicos, lo que resulta en una pérdida de peso sostenible,
que con frecuencia permite a los pacientes suspender el medicamento al alcanzar
sus metas”, explica el especialista.
Los
pacientes del Hospital Houston Methodist que han recibido tratamientos
combinados con GLP-1 y gastroplastia endoscópica en manga (ESG, por sus siglas
en inglés) han logrado resultados notables, con reducciones de hasta 29% de su
peso corporal total. Estos resultados rivalizan con los del bypass gástrico en
Y de Roux, considerado tradicionalmente el estándar de oro en el manejo de la obesidad.
La
gastroplastia endoscópica en manga es especialmente útil para pacientes que no
son candidatos quirúrgicos o para quienes prefieren una opción inicial menos
invasiva. Este procedimiento mínimamente invasivo remodela el estómago desde el
interior, reduciendo su tamaño aproximadamente en un 80%, pero preservando la
anatomía y la función natural del órgano. Con ello, se evitan complicaciones
comunes de la cirugía bariátrica, como la malabsorción o las deficiencias de
vitaminas.
“La
ESG es un procedimiento ambulatorio, sin incisiones, que reduce de forma
considerable el riesgo y el tiempo de recuperación”, explica el Dr. McCarty.
“Su carácter mínimamente invasivo lo hace especialmente atractivo para
pacientes que dudan en someterse a una cirugía más agresiva”.
Mejorar
el acceso a los tratamientos para la pérdida de peso: Este enfoque
integrado, que combina endoscopia y farmacología, es especialmente valioso
frente a las limitaciones actuales de los tratamientos disponibles.
En
la actualidad, solo alrededor del 1% de los pacientes elegibles para cirugía
bariátrica tradicional llegan a someterse a ella, principalmente por el costo,
los efectos secundarios o la resistencia a modificar la anatomía de manera
permanente.
Además,
los medicamentos aprobados para la pérdida de peso son financieramente
inaccesibles para muchos pacientes. A esto se suma que, de acuerdo con
investigaciones, un año después de suspender las inyecciones semanales de
GLP-1, los participantes suelen recuperar dos tercios del peso perdido.
“Nuestro
enfoque combinado ofrece una solución más accesible y sostenible frente a estos
retos”, afirma el experto en gastroenterología y obesidad.
El
equipo del hospital ha logrado avances notables, en especial con pacientes que
inicialmente eran considerados no elegibles para tratamientos críticos debido a
un índice de masa corporal (IMC) demasiado alto, como quienes esperan un
trasplante de órgano. El Dr. McCarty cita un caso reciente en el que el uso
combinado de ESG y medicamentos GLP-1 permitió reducir el IMC de una paciente
y, con ello, calificar para un trasplante que le salvó la vida.
Este
enfoque integrador también se emplea con frecuencia para preparar de manera
segura a pacientes que antes eran considerados demasiado riesgosos para cirugía
bariátrica.
“Al
ayudar a los pacientes a lograr una reducción de peso previa a la cirugía,
disminuimos de forma significativa los riesgos quirúrgicos y mejoramos los
resultados postoperatorios”, concluye el Dr. McCarty.

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