DISFUNCION ERECTIL: UN
LLAMADO
A CUIDAR LA SALUD DEL
CORAZON
*Más de la mitad de los hombres mayores de 40
años en Latinoamérica padece disfunción eréctil
El
próximo 19 de noviembre, Día
Internacional del Hombre, Cleveland Clinic hace un llamado a hablar
abiertamente sobre la disfunción eréctil (DE), una condición frecuente,
tratable y que puede afectar a hombres de cualquier edad.
En
América Latina, estudios del Latin American Male Aging Study estiman que más
del 55% de los hombres mayores de 40 años de edad ha presentado algún grado de
dificultad para mantener una erección.
En
México, investigaciones recientes señalan que más del 50% de los hombres
mayores de 40 años vive con algún grado de disfunción eréctil, y en la mayoría
de los casos está asociada con factores como obesidad, diabetes, hipertensión o
colesterol alto.
“La
disfunción eréctil no es una consecuencia inevitable del envejecimiento, aunque
con frecuencia aumenta con la edad”, explica el Dr. Juan Antonio Jiménez, urólogo
de Cleveland Clinic. “Detrás de una erección hay un proceso vascular,
neurológico y hormonal complejo. Cuando alguno de estos componentes se altera
por enfermedades como la diabetes, la hipertensión o el colesterol alto la función
eréctil se ve afectada”.
El
especialista advierte que la salud cardiovascular tiene un papel determinante.
“Una erección depende de un flujo sanguíneo adecuado, por eso la DE puede ser
un signo temprano de enfermedad cardíaca o de problemas en los vasos
sanguíneos”, asegura.
La dimensión emocional también es clave:
Estrés, ansiedad o depresión influyen directamente en el rendimiento sexual
masculino. “El estado mental tiene un papel fundamental: la ansiedad puede
impedir la erección, y la frustración por no lograrla refuerza el problema”,
señala el Dr. Jiménez. “Es un círculo vicioso que afecta la autoestima y la
relación de pareja, por eso el abordaje debe ser integral”.
El
especialista explica que algunos medicamentos recetados para tratar
hipertensión, colesterol o depresión también pueden tener efectos secundarios
sobre la función eréctil. “No se trata de suspenderlos, sino de hablar con el
médico para ajustar la dosis o buscar alternativas. Es fundamental no
automedicarse ni recurrir a tratamientos sin respaldo científico”.
En
cuanto a los hábitos de vida, los factores asociados a la disfunción eréctil
son el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, el sedentarismo y la mala
alimentación. “Cambiar el estilo de vida es tan importante como cualquier
medicamento. Hacer ejercicio regularmente, mantener una dieta balanceada y
evitar sustancias nocivas puede mejorar la función eréctil en pocos meses”,
puntualiza el urólogo.
El
Dr. Jiménez recomienda acudir al médico cuando la dificultad es persistente o
genera preocupación. “Si el problema ocurre más de la mitad del tiempo o
interfiere con la relación de pareja, es momento de consultar. La disfunción
eréctil es una oportunidad para revisar la salud en general”, afirma.
En
Cleveland Clinic, el diagnóstico se realiza con una evaluación integral que
incluye historia clínica, examen físico, análisis de factores de riesgo,
medicación actual y pruebas específicas.
Las
opciones de tratamiento son amplias y efectivas. Desde medicamentos orales y
terapias locales hasta dispositivos o cirugía en casos avanzados. “No existe
una sola solución. Lo importante es identificar la causa y diseñar un plan
personalizado. En muchos casos, los cambios de hábitos y la terapia psicológica
son suficientes”, explica el Dr. Jiménez.
El
mensaje final del especialista es claro: “La disfunción eréctil es común, tiene
solución y no define la masculinidad. Hablar de ella sin vergüenza es el primer
paso para recuperar la salud sexual.

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