FRENARIA EL CONFINAMIENTO EL
CRECIMIENTO DE
LOS INFANTES, ADVIERTEN LOS
ESPECIALISTAS
*Aislamiento, estrés, sedentarismo, sueño y
alimentación deficiente, son factores que han contribuido a ello
Para
las familias mexicanas, uno de los mayores retos es asegurar que los niños
tengan las condiciones que favorezcan un crecimiento y desarrollo normales.
El
estrés de la vida actual, así como malos hábitos como sedentarismo, alteración
en los horarios de sueño-vigilia, uso prolongado de dispositivos electrónicos y
una alimentación deficiente, pueden contribuir a restar algunos centímetros al
crecimiento infantil y demandan la oportuna intervención de padres de familia y
profesionales de la salud.
En
conferencia de prensa, el doctor Carlos Antillón Ferreira, especialista en
Endocrinología Pediátrica, señaló que el crecimiento es uno de los fenómenos
más fascinantes de la naturaleza y que la hormona de crecimiento juega un papel
muy importante en él.
“La
hormona de crecimiento es una proteína producida por la glándula hipófisis
situada en la cara anterior del cerebro. Circula en el torrente sanguíneo y
estimula el desarrollo y crecimiento en todo el cuerpo. Además, esta hormona
tiene otras funciones fundamentales, como asegurar huesos fuertes y saludables;
regular el metabolismo del organismo, especialmente el balance entre músculo y
grasa; desarrollar y mantener los órganos del cuerpo, y promover niveles
adecuados de energía”, informó el doctor Antillón.
La
cantidad de hormona producida por el cuerpo aumenta y disminuye a lo largo de
la vida. Estos cambios en los niveles de hormona están determinados por la
edad. La secreción de hormona es alta durante la niñez y llega a su punto
máximo en la pubertad.
Después
de que termina el crecimiento, la secreción de hormona disminuye gradualmente,
pero continúa teniendo un papel importante en el metabolismo durante toda la
vida adulta.
El
especialista indicó que para identificar si existe un problema con el
crecimiento del niño, es importante conocer los estándares de un crecimiento
normal. “Existe una guía que señala los rangos de crecimiento para un niño
sano, los cuales son: Del nacimiento a 1 año: 25 centímetros; de 1 a 2 años:
8-10 centímetros por año; edad preescolar y escolar: 5-7 centímetros por año; pubertad:
8.3 centímetros por año en mujeres y 9.5 centímetros por año en hombres”.
BUENOS HABITOS, VITALES PARA CRECER
El
especialista indicó que en este año de cuarentena, niños y adolescentes se han
visto obligados a cambiar drásticamente sus hábitos de vida, lo cual ha sido
crítico para su salud física y mental. Por este motivo, invitó a los padres de
familia a poner más atención en el crecimiento de sus hijos, ya que los hábitos
que tengan contribuyen a estimular o frenar su crecimiento.
“Como
el crecimiento infantil es regulado por muchos factores, recomiendo a los
padres estar atentos al ritmo de crecimiento de sus hijos y vigilar que
mantengan buenos hábitos en cuanto a actividad física, alimentación y sueño. Debido
al confinamiento, los niños no han podido jugar al aire libre, nadar, correr,
andar en bicicleta, ir a la escuela o realizar cualquier actividad que antes
hacían con regularidad. La falta de actividad física obstaculiza el crecimiento
normal de los niños, por lo que es recomendable que hagan entre 40 y 50 minutos
de ejercicio diariamente, lo que estimula el crecimiento y favorece la salud
mental”, señaló.
El
nivel de hormona del crecimiento en la sangre varía a lo largo del día. La
hormona es liberada al cuerpo en pulsos formando un patrón característico con
una máxima y una mínima cantidad de hormona en el torrente sanguíneo. El mayor
pulso de hormona de crecimiento se libera durante las primeras horas de sueño.
A
este respecto, el doctor Antillón advirtió que la afición a los videojuegos
altera los horarios de sueño de los niños y que esto puede restar centímetros
en su crecimiento. “Mientras más horas pase el niño dedicado a los videojuegos
u otros dispositivos electrónicos y se desvele en forma habitual, menos
centímetros va a crecer, ya que el 70% de la hormona del crecimiento se libera
entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana, siempre y cuando los niños estén
en sueño profundo”, añadió.
Asimismo,
el especialista señaló que una dieta saludable contribuye a que el crecimiento
y desarrollo del niño sean óptimos. “La dieta diaria de un niño debe incluir
proteínas, carbohidratos y grasas de buena calidad, abundantes frutas y
verduras. Es necesario evitar el consumo excesivo de grasas saturadas,
azúcares, carbohidratos y alimentos procesados o industrializados, y siempre
seguir las indicaciones del pediatra”.
ENDOCRINOLOGO PEDIATRA, ESPECIALISTA
ADECUADO
La
Deficiencia de Hormona de Crecimiento es una de las varias condiciones que
afectan a este proceso. Cuando se tiene esta deficiencia, que puede ser causada
por desórdenes genéticos o algunas enfermedades, el organismo no produce
suficientes cantidades de hormona de crecimiento para ser liberada en el
torrente sanguíneo, lo que resulta en problemas para crecer.
El
doctor Antillón Ferreira recomienda a los padres de familia llevar a sus hijos
a revisión pediátrica por lo menos una vez año, pedir al pediatra que les
muestre las gráficas de crecimiento y si algo no va bien, buscar la opinión del
endocrinólogo pediatra.
“Cuando
se detecta un problema con la hormona de crecimiento, el tratamiento debe ser
largo, de allí la importancia de que el diagnóstico se realice antes o al
inicio de la pubertad, lo que permitiría estar a tiempo para iniciar el
tratamiento antes de que el crecimiento se detenga. Todos los problemas de
crecimiento deben ser manejados y vigilados por el endocrinólogo pediatra”,
precisó.
Por
su parte, el doctor Mike Vivas, director médico para Novo Nordisk México,
señaló: “Para el tratamiento de la deficiencia de hormona de crecimiento se
utiliza una hormona llamada somatropina, cuya estructura es idéntica a la
producida naturalmente por el ser humano y con los mismos efectos. La hormona
de crecimiento tiene indicaciones reconocidas internacionalmente, como la
deficiencia de esta hormona, niños pequeños para edad gestacional que no
lograron crecimiento de recuperación en los primeros 2-4 años de vida, síndrome
de Turner, insuficiencia renal y síndrome de Prader-Willi”.
El
doctor Vivas señaló que, si un niño no crece tan rápido como los demás niños,
esta situación puede tener un impacto en toda la familia. “Muchos niños con
estatura más baja que sus compañeros pueden experimentar problemas emocionales,
porque son molestados en la escuela o tienen dificultades para realizar
actividades deportivas. Para resolver este problema existen soluciones
terapéuticas seguras y eficaces, las cuales deben ser prescritas por el
endocrinólogo pediatra, de acuerdo con las necesidades individuales de cada
niño”.
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