ALDEAS INFANTILES SOS, 50
AÑOS PROTEGIENDO EL
DERECHO DE NIÑAS Y NIÑOS A
VIVIR EN FAMILIA
*En 1971, gracias al Dr. Manuel Mateos
Fournier, con apoyo de Hermann Gmeiner y muchas personas de gran corazón, pudo
construirse la primera Aldea Infantil SOS, ubicada en las inmediaciones de la
Basílica de Guadalupe en la zona de la Villa
“Aldeas
Infantiles SOS cumple 50 años en México protegiendo a la infancia de nuestro
país y esta labor no ha sido fácil, pues mientras ha trabajado en restituir y
defender un derecho que es sumamente importante: el derecho de las niñas, niños
y adolescentes a vivir en familia; ha sido testigo de la necesidad de
incrementar y mejorar los cuidados alternativos que existen en nuestro país”,
informó este día en conferencia de prensa, Diana Rosales Espinosa, directora nacional
de Aldeas Infantiles SOS.
Rosales
Espinosa, destacó que como organización de Aldeas Infantiles SOS se cuentan con
objetivos de desarrollo sostenible como lo son: el trabajo para el fin de la
pobreza, salud, equidad de género, crecimiento económico, reducir las
inequidades, acciones para el cuidado del clima, paz, justicia y alianzas para
cumplir tres de los objetivos, que son: asegurar que más niños tengan un hogar,
ser una de las organizaciones líder más grande en el cuidado de la niñez y
salvaguardar los derechos de nuestras Niñas, Niños, Adolescentes y Jóvenes en
nuestras acciones diarias, para ello necesitamos el apoyo de la sociedad civil,
gobierno y organizaciones.
Diana
Rosales, dijo por lo anterior, ¿qué pasaría si organizaciones de la sociedad
civil que protegen derechos tan fundamentales como este desaparecieran? La
pasada jornada electoral comprobó la invisibilidad de la niñez en la agenda
pública y sobre todo de aquella que ha perdido el cuidado de su familia. De las
170 iniciativas que involucraban directamente a la niñez, sólo una estaba
enfocada en el derecho de las niñas y niños a vivir en familia.
Por
su parte, Daniela Cervantes, coordinadora nacional de Abogacía de Aldeas
Infantiles SOS, apuntó que la Convención de los Derechos del Niño establece que
la familia es el espacio fundamental donde reciben la protección y asistencia
necesaria en un ambiente de cariño, amor y comprensión, ¿cómo es que trabajar
para que cada niña y niño crezca en entorno familiar y protector, no es
prioridad?
FALTAN MAS ALERNATIVAS PARA LA NIÑEZ
Naturalmente,
diversas organizaciones, empresas y sociedad civil en general, colaboran por el
derecho de los niños a recibir educación, salud y alimentación: sin embargo,
faltan más actores que desarrollen y brinden cuidados alternativos para la
niñez, ofreciendo así, soluciones diferentes a la institucionalización.
Asimismo
Daniela Cervantes, informó que el rezago en términos de cuidados alternativos
para la niñez no es una sorpresa, pues apenas en 2014, la Ley General de Niños,
Niñas y Adolescentes en México, estableció que todos los NNA que se encuentren
en situación de desamparo familiar deben de recibir todos los cuidados que
requieran, ya sea a través de la reintegración con su familia extensa; el
acogimiento temporal por una familia de acogida en casos en los que ni los
progenitores, ni la familia extensa puedan hacerse cargo; del acogimiento
pre-adoptivo como una fase previa dentro del procedimiento de adopción; o sean
colocados, dadas las características específicas de cada caso, en acogimiento
residencial el menor tiempo posible.
Siempre
partiendo del interés superior de la niñez para determinar la opción que sea
más adecuada y poder restituir su derecho a vivir en familia. Mientras que las
directrices sobre las modalidades alternativas de cuidado de los niños, que son
una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, fueron aprobadas
en 2010.
Hoy
en día, miles de niños han perdido o se encuentran en riesgo de perder el
cuidado familiar por diferentes razones como la violencia, trabajo infantil,
desplazamiento forzado, desamparo por COVID-19, entre muchas otras.
Todas
estas situaciones son diferentes y complicadas, por eso es importante que las
alternativas del cuidado sean diversas y puedan atender las necesidades de cada
niña, niño o adolescente en particular.
Entendiendo
como cuidados alternativos a los entornos idóneos y necesarios para brindar
atención a niñas, niños y adolescentes que han perdido el cuidado familiar o se
encuentran en riesgo de hacerlo, un entorno en el que se sientan apoyados,
protegidos, cuidados y que promuevan todo su potencial.
Según
el censo del 2020, en México viven más de 64 mil personas de 0 a 19 años de
edad en centros de alojamiento de asistencia social. El 56% de esta población
son hombres y 44% son mujeres. En su mayoría son adolescentes y jóvenes de 15 a
19 años, ya que representan el 40% de estas personas.
Y
particularmente, dentro de esta clasificación de centros de alojamiento se
encuentran las casas hogares para menores de edad, donde 22 mil 742 niñas,
niños, adolescentes y jóvenes residen actualmente.
CASO OMISO DE PARTE DEL ESTADO
Además,
es importante mencionar que más de 9 mil niñas, niños y adolescentes que viven
en estas casas, registran un tiempo de estancia de tres años o más; y el 9% de
estas personas de 6 a 17 años no asisten a la escuela.
Se
han dirigido múltiples acciones para brindar acogimientos residenciales como
una alternativa excepcional y temporal por parte del Estado. Si bien la acción
de albergar niños y niñas se ha planteado como una acción de protección
excepcional y provisional por parte del Estado, la falta de seguimiento a los
casos y las crecientes problemáticas sociales han hecho que cada día existan
más niñas y niños en albergues, lo cual pone en riesgo su desarrollo físico,
socioemocional y cognitivo.
Cada
año que se encuentran institucionalizados conlleva un retraso en su desarrollo,
dificultades para la independencia, en algunos casos puede conllevar al exceso
de mediación.
De
modo que, el Estado debe promover, incentivar, la inversión a acciones
colectivas dirigidas hacia la gradual desinstitucionalización que considere la
prevención de la separación y el fortalecimiento familiar, así como la
diversificación y ampliación de las opciones de las alternativas de cuidado.
En
el caso de los albergues para migrantes, existen 230 espacios donde el 34% de
la población usuaria son niñas, niños, adolescentes y jóvenes de 0 a 19 años.
De cada 10 albergues de este tipo, 3 no cuentan con servicios médicos, 2 no
cuentan con servicios de alimentos (al menos dos al día) y 1 no cuenta con camas.
Por
eso y de acuerdo a los datos anteriores, podemos decir que México no ha podido
garantizar un cuidado alternativo de calidad. A pesar de que existen numerosos
esfuerzos para promover el derecho a vivir en familia, aún queda pendiente la
operación de una estrategia transversal e integral con enfoque de derechos
humanos que garantice el interés superior de los niños, niñas y adolescentes
que han perdido el cuidado parental o se encuentran en riesgo a hacerlo.
“Aldeas
Infantiles SOS en México cuenta con diversas experiencias que podrían ser
referencia para la construcción de un modelo de cuidado alternativo de alta
calidad. A través de los programas de Fortalecimiento Familiar, prevenimos la
pérdida de cuidado familiar. Cuando detectamos familias en situación
vulnerable, implementamos planes de desarrollo, fortaleciendo su capacidad de
cuidado, por medio de proyectos productivos y gestionando servicios o apoyos de
la mano del Sistema de protección y otras instituciones. En nuestros programas
de cuidado alternativo de tipo familiar. Contamos con un proceso de derivación
sólido que permite la coordinación con autoridades del Sistema de Protección
desde el momento de la derivación, seguimiento y egreso de los niños, niñas y
adolescentes. Promovemos la gestión de caso como el método integral de análisis
e implementamos planes de desarrollo individual. Asimismo, hemos diseñado una
metodología para abordar procesos de reintegración familiar y otra para
fortalecer procesos de vida independiente en adolescentes y jóvenes, con
énfasis en su desarrollo educativo, capacitación, empleabilidad y/o
emprendimiento”, señaló Diana Rosales.
HISTORIA DE UNA MADRE SUSTITUTA
El
testimonio de María Luisa es un ejemplo del cuidado alternativo de calidad que
Aldeas Infantiles SOS puede brindar. Ella tenía 32 años cuando comenzó a
trabajar en una Aldea Infantil SOS. Con el acompañamiento, apoyo y consejos de
otras Mamás o Cuidadoras SOS, decidió ser responsable de una Familia SOS y
recibió a un grupo de diez hermanos biológicos, eran tres niñas y siete niños.
Dean
el menor de ellos tenía casi un año de edad y era quién más la necesitaba.
Cuando todos llegaron a su casa, ella supo que su amor hacia ellos sería
incondicional y ese día se convirtió en una mamá.
“Cuando
yo los vi sentí algo muy especial, es como si ya los conociera, no lo puedo
explicar, ese día se robaron mi corazón y se convirtieron en mi familia”, dojo Luisa.
La
primera noche en su casa, ella no pudo dormir bien por estar al pendiente de
cómo estaban sus hijos, se preguntaba si tenían miedo o si se sentían tristes,
muchas preguntas resonaban en su cabeza, pero ella sabía que solo necesitaba
mostrarles afecto, darles cuidados y amor para que sanaran sus heridas y su
mirada recobrara la alegría que todo niño debe tener.
Y
así fue, el amor fue la clave para que sus hijos pudieran vivir una infancia
feliz en un hogar cálido como lo fue la Aldea de Huehuetoca donde vivieron más
de 12 años, ahí festejaron cumpleaños, vivieron momentos difíciles y tristes
que superaron unidos como familia. Después soñaron con vivir juntos fuera de
ahí y formar su propio hogar.
Desde
hace tres años, Luisa y sus diez hijos viven en Veracruz como una familia
social, esta decisión surge cuando la mayoría de ellos ya habían egresado de la
organización para emprender su vida independiente. Aunque para Luisa y sus
hijos fue muy triste dejar la Aldea, porque ese fue el lugar donde se
conocieron y se convirtieron en una familia, se sienten dichosos de poder vivir
como cualquier otra familia, porque siguen teniendo un hogar lleno de respeto,
amor y cuidado.
Aldeas
Infantiles SOS busca que existan más casos de éxito como el de la familia de
Maria Luisa, para que más niñas y niños crezcan con el amor y protección que
merecen, por eso le preocupa y ocupa que la falta de colaboración y desarrollo
en cuidados alternativos para la niñez, no sea un tema de agenda política a la
cual se le dé prioridad, a pesar de que cada día más niños y niñas pierden el
cuidado de sus familias.
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