martes, 29 de junio de 2021

 

PALABRAS QUE USAMOS LOS MEXICANOS PARA REFERIRNOS

AL SEXO: “NO SE DICE ASI… SE DICE ASI…”

 


 

Cuando se trata de hablar de sexualidad, una de las cosas que más nos cuesta trabajo es llamar las cosas por su nombre, ya sea por vergüenza, costumbre o porque nadie nos ha enseñado cómo hablar de sexo.

Hoy, en pleno siglo XXI seguimos usando eufemismos para referirnos a partes de nuestro cuerpo o al acto sexual mismo, y aunque en principio puede parecer divertido e incluso creativo, esto solo logra alimentar nuestras inseguridades,  mitos y hasta faltas de respeto.

¡Ah! Y algo muy importante: nos impide conocernos mejor y aprender a disfrutar de nuestro cuerpo.

Por ello, el equipo de sexólogas de Platanomelón, ha levantado una encuesta en redes sociales para identificar cuáles son los eufemismos sexuales más usados en México ¿quieres conocerlos?

No se dice pilín… se dice pene.

¿Cuántas veces no hemos escuchado las palabras pilín, pito, pajarito o reata para referirse al pene? Probablemente pene sea una de las palabras con más eufemismos detectados, no sólo en nuestro país sino en Latinoamérica.

Y aunque los nombres varían de país en país, por lo regular estos eufemismos hacen referencia a objetos fálicos, algo que desde la era romana se acostumbraba, pues se decía que el símbolo del falo significaba buena suerte y servía para alejar la desgracia.

No se dice panocha … se dice vulva.

En los estados del norte del país, el piloncillo o caña de azúcar recibe el nombre de panocha. Por otro lado, en Estados Unidos la panocha es un pan fabricado a partir de trigo germinado y piloncillo, entonces ¿por qué referirnos a la vulva como panocha?

Históricamente, los eufemismos se crearon para no tener que hablar de ciertas cosas “incómodas” y en el caso del cuerpo femenino ha sido una constante, pues desde pequeñas nos enseñaron a evadir y nombrar delicadamente nuestros órganos sexuales… la palabra florecita o flor ¿te suena?

Por supuesto al transcurrir los años estos eufemismos dejan de ser delicados y transitan hacia palabras como papaya, pucha y concha.

 

No se dice el delicioso … se dice tener relaciones sexuales.

Recientemente en redes sociales se puso de moda el término “hacer el delicioso” para referirse al acto sexual. Y aunque tener sexo sí es delicioso, el nombre correcto es tener relaciones sexuales. Nada de coshar, el sin respeto, el cuchi cuchi, echar pata o echar palo.

Llamar a las cosas por su nombre hace que no tengamos miedo ni vergüenzas para querer explorar nuestra sexualidad tanto como queramos. Además, si aprendemos desde pequeños a nombrar las partes de nuestro cuerpo, podemos evitar malas experiencias e incluso, cualquier tipo de abuso, pues no habrá confusión cuando alguien quiera tocarnos.

No es poca cosa aprender a llamarle a las partes del cuerpo por su nombre, no olvidemos que lo que no se nombra NO existe, por eso la vulva ha sido tan invisibilizada, porque hasta el día de hoy algunas personas siguen pensando que se llama vagina.

Nombrar a nuestros genitales por su nombre es hacernos conscientes de los mismos y poder darnos cuenta de lo que pasa con ellos ante ciertos estímulos.

Y aunque es importante nombrar las partes del cuerpo sin eufemismos, también es innegable que la sexualidad es lúdica y por ello en la intimidad solemos usar otras palabras para llamarle a los genitales o al coito en sí, y claro que las usamos porque es divertido, así que si te sientes cómodo usando eufemismos en lo privado, ¡hazlo! Pero no olvides que para visibilizar y tener un mejor entendimiento de la sexualidad, ¡las cosas por su nombre!

 

 

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