OMEGA 3 Y SU RELACION CON
PROCES0S
INFLAMATORIOS EN LOS
MUSCULOS*
*Artículo
del doctor Alberto Molás, Miembro del Consejo Consultor de Nutrición de
Herbalife Nutrition
Hagamos
un viaje a tu etapa escolar, en tus años de educación primaria, en un día
cualquier entre semana, alistándote para asistir a la escuela, cuando de
pronto, una cucharada con aceite de hígado de bacalao (omega 3) entra en tu
boca, dejando un sabor similar al de las sardinas hasta un intenso y molesto
olor a pescado podrido que te acompañaba en las primeras horas de clase.
Esta
situación se volvió común en la década de los años 40s y terminó allá por los
años 90s; pero todo cambió cuando científicos lograron darle un sabor similar a
la naranja, dejando de lado las sensaciones de asco y mal sabor de boca.
Pero
¿Cuáles fueron los motivos para martirizar a tantos niños con el aceite de
hígado de bacalao? seguro varias veces escuchaste: “es por tu bien”, “te hará
crecer”, “te ayudará en tu estudio” entre muchas más que decían tus papás para
justificar por qué tenías que tomar esa cuchara de aceite.
Pero,
todo lo anterior tiene bases científicas, el primer estudio que dio relevancia
al consumo de los ácidos grasos omega 3 data de los años cincuenta en nativos
de Alaska.
Desde
entonces, son incontables los estudios científicos que relacionan el consumo de
omega 3 con múltiples beneficios en la salud, principalmente como un aporte
preventivo al padecimiento de diversas enfermedades.
El
omega 3 forma parte del grupo de ácidos grasos que no pueden ser producidos
dentro de nuestro organismo, razón por la cual es indispensable obtenerlos a
partir de la dieta, confiriéndoles el carácter de nutrientes “esenciales”, como
las vitaminas y minerales.
La
característica de este tipo de ácidos grasos es que son insaturados (referencia
química de un doble enlace en su estructura), al contrario de aquellos ácidos
grasos saturados (referencia química de la falta de dobles enlaces en su
estructura) que se relacionan de manera negativa con nuestra salud.
BENEFICIO EN EL DEPORTE
Si
bien no mencionaremos todos los beneficios que se relacionan con el consumo de
omega 3, sí hablaremos de aquellos que se relacionan con el ejercicio físico. A
pesar de los evidentes beneficios para la salud que representa el deporte,
cuando un esfuerzo realizado es intenso o de larga duración, se producen
algunos procesos fisiológicos y bioquímicos, que aumentan el riesgo a sufrir
lesiones, primordialmente las que tienen relación con la inflamación muscular,
en donde se ven afectados uno o varios músculos, además de otros tejidos del
sistema musculoesquelético como; fascias, tendones y ligamentos.
Cuando
el músculo se lesiona, se produce la respuesta inflamatoria (inflamación),
liberándose del tejido lesionado químicos (histamina, bradiquinina y
prostaglandinas). Estos químicos alteran la estructura de los vasos sanguíneos
(arterias y venas), dejando escapar líquido (suero sanguíneo) hacia los
tejidos, lo que conocemos de manera coloquial como moretón o hematoma.
Esto
produce inflamación de diversos grados, lo cual limitará el movimiento del
músculo (tejido) y producirá dolor por la presión ejercida en los nervios. El
principal tratamiento para esta lesión es descanso por un tiempo determinado,
lo que repercutirá en tus futuros entrenamientos.
La
manera en que el omega 3 ayuda en estas lesiones es modulando la formación de
químicos proinflamatorios como las prostaglandinas y con esto evita que el
líquido intravascular (suero sanguíneo que corre por venas y arterias) inflame
el tejido y se pierda movimiento.
Comer
bien para rendir más… Según la OMS, se recomienda consumir alrededor de 300 a
500 mg/día[1] de omega 3 Los alimentos ricos en omega 3 son, los vegetales,
como las hojas verdes, algunos frutos secos (nueces), semillas (soya y linaza),
los pescados como sardinas, los alimentos “enriquecidos” con estos ácidos
grasos como la leche, el huevo y el queso, y los suplementos alimenticios, como
las cápsulas de omega 3.
La
mejor recomendación antes de empezar un plan de alimentación o una actividad
física rutinaria es visitar a un profesional de la salud, él sabrá evaluar y
establecer las pautas para obtener los mejores resultados de acuerdo a tus
necesidades individuales.
Mientras
tanto recuerda que los estilos de vida saludables son la mejor manera de
prevenir enfermedades.
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