LANZA ConMEXICO ESTRATEGIA PARA ENGAÑAR
A LEGISLADORES Y POBLACION
EN GENERAL
*Históricamente las corporaciones de la chatarra atacan políticas de salud
pública contra las emergencias epidemiológicas de obesidad y diabetes
Las grandes corporaciones globales de la comida chatarra y las
bebidas azucaradas lanzan otra más de sus campañas contra las políticas
dirigidas a combatir la mala alimentación, la obesidad y la diabetes.
Comandas por ConMéxico, se oponen al etiquetado frontal de advertencia
como lo han hecho históricamente en México:
En 2008- combatieron las recomendaciones de la Secretaría de
Salud sobre bebidas para la población mexicana, que a través de la Jarra
del Buen Beber complementaba
el Plato del Buen Comer.
La presión de la industria bloqueó su campaña de difusión masiva Y
Decenas de miles de materiales impresos se quedaron sin distribuir. Se
recomendaba no tomar bebidas azucaradas, entre otras medidas.
En 2010- Todas las
asociaciones empresariales, incluyendo el Consejo Coordinador Empresarial se
pronunciaron contra los lineamientos de
alimentos y bebidas en escuelas, y lograron que por años se mantuviera
la minichatarra en las escuelas y que los lineamientos nunca se aplicaran.
En 2014- En contubernio con la Secretaría de Salud y la Comisión Federal
de Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), ConMéxico logró el establecimiento obligatorio de su
etiquetado frontal que la
propia industria había introducido en 2010-2011 manteniendo en el engaño y la
ignorancia a los consumidores.
En ese mismo año- La industria, también aliada con la
Secretaría de Salud y COFEPRIS, acuerda el establecimiento de la regulación de la publicidad de alimentos y
bebidas dirigida a la infancia en
televisión en cines, una regulación raquítica que se limita a ciertos programas
para niños y a ciertos horarios, excluyendo los programas y horarios que más
ven los niños.
ENGAÑO DE ConMEXICO
ConMéxico y sus aliados, ante la evidencia de los logros obtenidos
en países latinoamericanos con los etiquetados de advertencia y la postura
conjunta de los organismos de Naciones Unidas, de la Secretaría de Salud y
Cofepris, del compromiso de la Secretaría de Economía, del apoyo de los
institutos de salud y de la sociedad civil, recurre a tratar de confundir.
En la última semana, invitan a una ingeniera en alimentos de
Argentina hablar en México de nutrición y políticas de salud pública, dan
espacio en medios a aliados de la industria en Chile para desacreditar el
etiquetado de advertencia de ese país.
ConMéxico pretende confundir a los legisladores y bloquear la
iniciativa que se votará en el pleno este 1 de octubre al argumentar que el
etiquetado frontal de advertencia no da información integral de un producto,
que no permite comparar, que es engañoso.
Mueve, a través de algunos legisladores, una contra iniciativa que
lo que busca es dejar todo como está actualmente o, en su caso, promover otro
etiquetado favorable a la industria.
“El objetivo del etiquetado frontal de advertencia es que el
consumidor pueda saber, de manera fácil, entendible y rápida, si un productos
tiene altas concentraciones de los llamados nutrimentos críticos (azucares,
grasas saturadas, sal-sodio) y calorías, cuyo alto consumo se vincula al
incremento del sobrepeso, la obesidad y la diabetes.
No pretende dar información integral de un producto, para eso está
la tabla nutrimental y la lista de ingredientes al reverso de la etiqueta del
producto. Se trata de sellos de advertencia.
“Argumentar que el etiquetado de advertencia es parcial es tratar
de confundir, tratar de ocultar el sentido del propio etiquetado en un país con
emergencias epidemiológicas por obesidad y diabetes”, señaló Alejandro
Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
“Un argumento recurrente por parte de la industria es que el
etiquetado frontal de advertencia no ha logrado combatir la obesidad. El
etiquetado en Chile tiene apenas 3 años y una sola medida no podrá combatir una
epidemia que afecta a la mayor parte de la población. El etiquetado tiene que
venir acompañado de muchas otras regulaciones, pero es fundamental contar con
el derecho a la información de los consumidores. Las evaluaciones realizadas en
Chile dan resultados positivos que no se han registrado en ningún otro país en
la caída del consumo de alimentos altos en ingredientes críticos”, señaló
Paulina Magaña, investigadora en salud de El Poder del Consumidor.
Finalmente, Ana Larrañaga, nutrióloga y Coordinadora de ContraPESO
declaró que la implementación de este tipo de etiquetado cuenta con el apoyo de
diversos actores expertos en salud poblacional.
INFORMACION TRANSPARENTE
“Las agencias de Naciones Unidas como FAO, UNICEF y la OPS, así
como la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la propia Secretaría de Salud
están a favor de transparentar la información a los consumidores. Aquí vemos
con claridad a un solo opositor: la industria de productos chatarra”, añadió.
Larrañaga hizo un llamado a escuchar a las posturas libres de
intereses comerciales, “sus posturas son inconsistentes con lo que dice la
evidencia, por eso es importante escuchar a los expertos en la materia y no a
actores con intereses privados”.
En tan sólo tres años el etiquetado de advertencia de Chile logró
reducir en 14% la compra de cereales azucarados para el desayuno, en 25% de la
compra de bebidas azucaradas, el 17% menos en la compra de postres envasados y
una reducción de un 25% de azúcares en las categorías de alimentos que evaluó
el Ministerio de Salud de Chile en el reporte reciente de julio de 2019. Esto
es lo que no quiere la industria y para ello, utiliza cualquier argumento y
recurre a cualquier estrategia.
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