COMBATEN FALSIFICACION DE
MEDICAMENTOS
NEDIANTE CODIGO DE BARRAS
*La trazabilidad, a través de un código de
barras, ayuda a prevenir y combatir el mercado negro de productos sanitarios y
farmacéuticos
En
sitios web, redes sociales e incluso en algunas farmacias y hospitales, existe
la posibilidad de que se vendan o distribuyan productos sanitarios y
farmacéuticos falsificados —en muchas ocasiones sin conocimiento de quienes los
manejan—situación que pone en riesgo la salud de los pacientes.
Tan
sólo a nivel mundial uno de cada diez medicamentos en circulación es
falsificado o de baja calidad, lo que puede retrasar la recuperación de la
salud por su ineficacia terapéutica, promover la evolución de una enfermedad y,
en el peor de los casos, provocar la muerte delas personas que lo consumen.
“Esta
situación, obliga al sector farmacéutico a implementar todo tipo de medidas de
control para evitar que productos con estas características lleguen a la
población”, expresó Osiris López, gerente de Vinculación del Sector Primario y
Salud de GS1 México, organismo empresarial líder en e-commerce a nivel global.
Aunado
a ello, este tipo de productos representa una pérdida económica para las
personas y los sistemas de salud que los adquieren. La Organización Mundial de
la Salud (OMS) señala que el comercio de medicamentos apócrifos, que incluye
fármacos que pueden estar contaminados, caducados, o contener ingredientes
activos, erróneos o inexistentes, asciende amas de 30 mil millones de dólares
en naciones de bajos y medianos ingresos, mientras que la Unión Nacional de
Empresarios de Farmacias (Unefarm) indica que en nuestro país las pérdidas
anuales pueden ser de hasta 32 mil millones de pesos.
“Por
ello, una de las acciones solicitada por la OMS a la industria farmacéutica,
distribuidores, farmacias y demás integrantes de la cadena de suministro para
enfrentar la venta ilegal, es la adopción de acciones coordinadas que
garanticen la óptima identificación y trazabilidad de los medicamentos, a fin
de mantener un registro adecuado, exacto, completo y apropiado de estos”,
expuso la experta en el sector salud.
Explicó
que la trazabilidad se refiere a la capacidad de seguir el rastro de un
producto desde su origen hasta su destino final; es decir, cuando llega a las
manos del paciente. Esto se logra a través de tecnologías habilitadoras y el
código de barras de GS1, el sistema de identificación global estandarizado que
permite tener un registro puntual de dónde ha estado y hacia dónde irá en las
distintas fases de producción, almacenamiento, transportación, distribución y
venta, garantizando así su calidad, seguridad y legitimidad.
CODIGO DE BARRAS
“En
la industria farmacéutica, los datos dentro de los códigos de barras ayudan a
proteger la integridad de la cadena de suministro, contribuyendo a la seguridad de los pacientes, permitiendo
identificar y dar seguimiento a cualquier problema que pueda surgir en el
camino: retiraron un producto del mercado de forma rápida y eficaz por algún
posible problema de calidad, optimizar el tiempo para hacer inventarios y
reducir el desperdicio, mejorar la resiliencia y la agilidad para predecir la
escasez y asegurar el suministro durante una crisis (como ha sido el caso de la
pandemia de Covid-19), así como evitar errores de medicación en los hospitales,
entre otros beneficios”, destacó Osiris López.
Los
códigos de barras existen desde hace 50 años y se han convertido en una
herramienta esencial para el almacenamiento de datos. Sin embargo,
recientemente estos sistemas han evolucionado al pasar de ser unidimensionales
a bidimensionales (2D), como los QR y Datamatrix, los cuales tienen la
capacidad de almacenar, en menor espacio y con mayor precisión, cantidades sin
precedentes de datos (lugar de origen, precio, lote, número de serie, fecha de
elaboración, vencimiento, etcétera), lo cual brinda mayor credibilidad y
seguridad a las autoridades sanitarias, fabricantes, distribuidores, farmacias,
comunidad médica y, por su puesto, a los pacientes.
Osiris
López advirtió que la falsificación deliberada no es la única amenaza, pues los
pequeños errores también pueden ser dañinos. En Estados Unidos, la Food &
Drug Administration (FDA, por sus siglas en inglés) informó que solo en 2020 se
retiraron del mercado 46 medicamentos por varias razones que incluyen
contaminación, dosis y etiquetado inadecuados. Asimismo, los errores de
prescripción de un producto sanitario o farmacéutico igualmente son
perjudiciales y van desde la ilegibilidad de la receta, hasta la falta de información
actualizada por parte del fabricante. Esto provoca que los pacientes vivan
muchas veces un “viacrucis” para conseguir su medicamento en la dosis y
presentación requerida, lo que retrasa el tratamiento en perjuicio de su salud.
En
ese sentido, “un elemento clave que fortalece la estandarización/trazabilidad
proporcionada por los códigos de barras es Syncfonía, una plataforma digital de
última generación que se ha posicionado como el catálogo electrónico de datos
más importante en México y Latinoamérica, con la capacidad de agrupar todos los
fármacos, dispositivos médicos e insumos de salud disponibles en el mercado,
compartiendo y validando información y activos digitales de todos ellos con las
principales cadenas del retail en México”, explicó la ejecutiva de GS1 México.
DIFICIL DETECTARLOS
Dado
que es complicado que un paciente detecte un medicamento falsificado,
corresponde a todos los involucrados en la cadena de valor establecer
mecanismos de protección que garanticen a la población mexicana, la certeza de
que solo circulen medicamentos legales, y se prevenga la venta de medicamentos
falsos, vencidos, prohibidos o retirados del mercado, sentenció.
Finalmente,
y con base en información de la OMS, Osiris López aconsejó a la población
adquirir sus medicamentos en establecimientos autorizados y reconocidos, y
atender las siguientes recomendaciones para identificar medicamentos apócrifos:
Examine el estado general de la caja o
envase; si presenta errores gramaticales o de ortografía, si los sellos de
seguridad están intactos, si la impresión no presenta alteraciones en el color.
Compruebe fechas de fabricación y caducidad,
e identifique que los datos del envase exterior (caja) e interior
(empaque)coincidan.
Revise
que el aspecto del medicamento no muestre cambios de color, signos de degradación,
ni olores extraños.
En
caso de sospecha de que el medicamento no esté actuando como debiera o presenta
reacciones adversas, consulte de inmediato a su médico.
Si
tiene la certeza de que cuenta con un medicamento apócrifo, notifíquelo a las
autoridades de salud correspondientes, en este caso a la Comisión Federal para
la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) al correo:
farmacovigilancia@cofepris.gob.mx
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