MAYOR INFLUENCIA DE
TABACALERAS EN LAS
POLITICAS PUBLICAS DE
LATINOAMERICA
*Según el Índice Regional, México mejoró su
puntuación, disminuyó la interferencia de la industria tabacalera en los
últimos dos años.
Las
poderosas corporaciones tabacaleras han aumentado su influencia en los
gobiernos de toda América Latina y el Caribe, obstaculizando los esfuerzos para
reducir el consumo de tabaco y responsabilizar a la industria tabacalera (IT)
por sus daños, según un nuevo informe.
El
Índice Regional de Interferencia de la Industria Tabacalera 2023, el tercero de
su serie, evalúa los esfuerzos de los países para proteger las políticas de
salud pública de los intereses de la IT, según lo dispuesto por el artículo 5.3
del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS).
Utilizó
reportes de la sociedad civil basados en información disponible públicamente
sobre la interferencia de la industria tabacalera en los países y sus
respectivos gobiernos, cubriendo el periodo de abril de 2021 a marzo de 2023.
El
índice ha sido elaborado por Corporate Accountability y el Centro Global para
la Buena Gobernanza en el Control del Tabaco (GGTC por sus siglas en inglés),
con el apoyo de Bloomberg Philanthropies.
De
los 19 países analizados, sólo seis mejoraron su puntuación (Panamá, Nicaragua,
México, Ecuador, Guatemala y Argentina) y uno se mantuvo estable (Venezuela) en
comparación con el último índice de 2021. Los 11 países restantes mostraron un
deterioro en sus esfuerzos por salvaguardar la formulación de políticas de la
interferencia de la IT (Costa Rica, Perú, Chile, El Salvador, Uruguay, Brasil,
Bolivia, Honduras, Paraguay, Colombia y República Dominicana). Un país
(Jamaica) fue incluido en el índice por primera vez.
“En
América Latina hubo más países que empeoraron en comparación con los que
mejoraron. Las grandes tabacaleras quieren ampliar su mercado en los países
latinoamericanos; se ha observado el aumento en la venta de cigarrillos
electrónicos y productos de tabaco emergentes. Por lo que ha aumentado su
interferencia”, afirmó Laura Salgado, jefa de Campañas y Alianzas de GGTC.
“También apuntan a países con fuertes medidas de control del tabaco, como
Uruguay, que se enfrenta a una avalancha de interferencias. Pero la región
tiene una fuerte voluntad política. Pueden abordar las medidas de control del
tabaco porque en el pasado demostraron una fuerte voluntad política para
hacerlo”.
EVIDENCIA NCOMPROBADA
Los
países se puntuaron en una escala de 0 a 100, en la que las puntuaciones más
altas indican una mayor interferencia de la industria tabacalera. Las
principales conclusiones son las siguientes:
Panamá,
país anfitrión de la próxima Conferencia de las Partes del CMCT de la OMS
(COP10) y de la tercera Reunión de las Partes (MOP3), ocupó el mejor puesto del
grupo, seguido por Nicaragua, Jamaica y México.
República
Dominicana ocupó el peor lugar por segundo año consecutivo -tanto en la región
como a escala mundial-, con una puntuación máxima de interferencia de 100 sobre
100.
Costa
Rica, Honduras y Uruguay mostraron el peor deterioro desde 2021, mientras que
Panamá fue el país que más mejoró.
“En
el PNUD estamos utilizando los hallazgos del índice para dar forma a los
estudios de casos de inversión en el control del tabaco. Hemos observado que
abordar la interferencia de la industria ahora tiene cuatro veces más prioridad
en los casos de inversión que en 2018. Todavía tenemos trabajo por hacer para
ayudar a los países para que protejan sus políticas de salud de la interferencia
de la industria”, dijo Dudley Tarlton, Especialista del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Ningún
país analizado fue inmune a los esfuerzos de la industria tabacalera por
influir en el desarrollo e implementación de las políticas públicas, y en los
responsables políticos para su beneficio, con tácticas que incluyen grupos de
lobby o cabildeo, financiación de estudios científicos, aportaciones a campañas
políticas, reclutamiento de altos funcionarios gubernamentales e impulso de iniciativas
de “responsabilidad social corporativa o empresarial” como las campañas de
limpieza de colillas.
“Las
grandes tabacaleras utilizan la 'responsabilidad social corporativa o
empresarial' en un intento de limpiar su imagen mientras continúan con su sucio
negocio de siempre. Las escasas limosnas de la industria no son nada comparadas
con el coste de los daños que causan a las personas y al planeta, ni con los
miles de millones en beneficios que obtienen cada año", ha declarado
Daniel Dorado, director de la Campaña de Control de Tabaco de Corporate
Accountability. “Los gobiernos deben utilizar todas las herramientas de que
disponen, en particular el artículo 19 del CMCT de la OMS o la disposición
sobre la responsabilidad, para que las grandes tabacaleras paguen por los
costes sociales de sus peligrosos productos".
INTERFERENCIA DE LA IT
Es
urgente contrarrestar la interferencia de la IT, ya que en el 2023 y 2024 se
presentan importantes oportunidades para los esfuerzos en materia de control
del tabaco. La COP10 y la MOP3, previstas inicialmente para noviembre de 2023,
tendrán lugar en Panamá del 5 al 15 de Febrero de 2024. A nivel mundial, el
Comité Intergubernamental de Negociación (CIN) comenzó a elaborar en noviembre
de 2022 un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la
contaminación por plásticos, que será clave para controlar la producción de
plásticos altamente contaminantes contenidos en los filtros de los cigarrillos,
los cigarrillos electrónicos y los productos de vapeo.
“La
industria tabacalera se beneficia de un producto que mata, empobrece a personas
y países y destruye el medio ambiente. Es una industria que prospera atrayendo
nuevos usuarios y manteniéndolos adictos, incluso si eso significa matar a casi
la mitad de ellos. A pesar de esta cruel realidad, los esfuerzos de la
industria por socavar el control del tabaco nunca cesan. El Índice Global del
Tabaco da cuenta de las atroces tácticas de la industria. Sólo la
implementación integral del CMCT de la OMS, en particular el Artículo 5.3 y sus
Directrices para la implementación, detendrá el problema”, ha declarado la doctora
Adriana Blanco Marquizo, jefa de la Secretaría del CMCT de la OMS.
Durante
su intervención Alejandro Tenorio director de la Oficina Nacional de Control
del Tabaco de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones señaló “Es
vital evitar que la industria tabacalera interfiera con la implementación de
las políticas de salud pública en materia de control de tabaco ya existentes,
principalmente, teniendo en cuenta los significativos avances que México ha
logrado en los últimos años. En este sentido, resulta fundamental mantener
esfuerzos coordinados entre los poderes de la unión, la sociedad civil y la
academia para establecer estrategias de comunicación efectiva y mantener el
progreso de las políticas públicas, tomando siempre como base la evidencia
científica libre de conflicto de interés”.
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