REVELA ESTUDIO CÓMO EL
HIGADO GRASO FAVORECE
LA PROPAGACION DEL CANCER
COLORRECTAL
Investigadores
de Cedars-Sinai Cancer encontraron que el hígado graso, una condición
estrechamente asociada con la obesidad, favorece la propagación del cáncer colorrectal
al hígado. El estudio, publicado en la revista revisada por pares Cell
Metabolism, detalla el proceso a nivel celular y podría cambiar la forma en que
los médicos manejan la enfermedad en algunos pacientes.
"Actualmente,
entre el 25 % y el 30 % de los adultos estadounidenses son obesos, por lo que
es probable que también tengan hígado graso", afirmó el doctor Ekihiro
Seki, PhD, profesor de Medicina y Ciencias Biomédicas en Cedars-Sinai y autor
principal del estudio. “Nuestro estudio encontró que las células del hígado
graso secretan sacos de proteínas y material genético que promueven la
propagación del cáncer colorrectal al hígado, lo que sugiere que los médicos
deberían tratar a los pacientes con cáncer colorrectal con hígado graso de
manera diferente”.
Seki
señaló que el estudio examinó una forma leve de hígado graso, una que los
médicos podrían no conocer o no estar buscando. Además, enfatizó que es
probable que esta afección esté subdiagnosticada.
“Nuestro
estudio mostró que incluso el hígado graso leve aumentaba el riesgo de
propagación del cáncer. Por lo tanto, instamos a los médicos a que realmente
presten atención a los pacientes con cáncer colorrectal que podrían tener
hígado graso. Entre nuestras muestras de pacientes, notamos que más del 40 % de
los pacientes tenían hígado graso, pero los médicos a menudo no ordenan la
resonancia magnética especializada requerida para detectarlo, lo que significa
que muchos casos se pasan por alto”, dijo Seki.
En
última instancia, el 70 % de los pacientes con cáncer colorrectal desarrollarán
metástasis en el hígado, que es la principal causa de muerte de estos
pacientes, según Seki. Él y otros investigadores buscaron descubrir por qué
algunos pacientes desarrollan metástasis agresivas mientras que otros no, y
determinar por qué solo algunos pacientes responden bien a la terapia.
“Nuestra
hipótesis fue que el hígado graso hace algo para causar estas diferencias”,
dijo Seki.
Seki
y su equipo examinaron ratones de laboratorio con metástasis hepática de cáncer
colorrectal, algunos de los cuales habían sido alimentados con una dieta rica
en grasas que les provocó el desarrollo de hígado graso. Observaron que las
células hepáticas de los ratones con hígado graso producían una mayor cantidad
de vesículas extracelulares, partículas que se liberan de las células y
transportan proteínas y material genético de la célula madre.
“Las
vesículas extracelulares producidas por las células del hígado graso contienen
tres tipos de microARN que estimulan la proliferación, migración e invasión del
cáncer”, dijo Seki. “Las células cancerosas absorben estas vesículas
extracelulares y estos microARN reaccionan con otra proteína llamada proteína
asociada a sí para promover el crecimiento del tumor. Entonces, el cáncer
primario en ratones con hígado graso se vuelve más agresivo y más metastásico”.
Estas
proteínas llamadas yes associated protein o YAP también suprimen el sistema
inmunitario en el entorno que rodea inmediatamente a los tumores, lo que, según
la teoría de Seki, podría hacerlos resistentes a la inmunoterapia, un
tratamiento común para combatir el cáncer.
Los
investigadores encontraron los mismos tipos de condiciones cuando compararon
muestras de tejido de pacientes humanos con y sin hígado graso que también
tenían metástasis hepática de cáncer colorrectal.
Seki
comentó que se necesitan más estudios para examinar si el hígado graso en
pacientes delgados, que es común en las poblaciones asiáticas, tiene el mismo
efecto sobre la propagación del cáncer. La investigación adicional también
podría ayudar a determinar si el cáncer colorrectal metastásico es resistente a
la inmunoterapia en pacientes con hígado graso y cómo se podría revertir esa
resistencia.
"Este
estudio proporciona una nueva perspectiva sobre los mecanismos detrás de la
promoción del hígado graso de la metástasis del cáncer colorrectal y sobre los
distintos microambientes tumorales en pacientes con hígado graso que pueden
contribuir a una respuesta débil a las terapias contra el cáncer", comentó
el doctor Dan Theodorescu, PhD, director de Cedars-Sinai Cancer y presidente distinguido
de PHASE ONE. “Tenemos esfuerzos en curso dirigidos a poblaciones con alto
riesgo de enfermedad del hígado graso, y este estudio sugiere que debemos
redoblar nuestros esfuerzos, especialmente en aquellos que tienen cáncer
colorrectal”.
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