MEDITAR AYUDA A LOS NIÑOS A
CONOCER
SUS EMOCIONES, TE DECIMOS
POR QUE
La
meditación es una práctica cada vez más popular entre adultos para reducir el
estrés, la ansiedad y mejorar la concentración. Sin embargo, ¿sabías que
también puede ser beneficiosa para los niños? TILA, la aplicación que promueve
el bienestar te cuenta más sobre esto.
De
acuerdo con Gina Chapa, especialista en Psiquiatría Infantil de TILA, señala que “en la actualidad los niños
enfrentan un mundo lleno de distracciones y estímulos constantes. La meditación
puede ser una herramienta poderosa para poder ayudarles a aprender a
concentrarse, reducir el estrés y la ansiedad, y desarrollar habilidades para
manejar las emociones y regular su comportamiento”.
Se
sabe que la meditación puede ayudar a los niños a mejorar su bienestar
emocional y mental, y a desarrollar habilidades importantes como la atención
plena y la autorregulación, estudios como “The effects of mindfulness-based
intervention on children’s attention
regulation señala que los efectos de una intervención basada en la atención
plena en la regulación de la atención en niños y sugiere que este tipo de
enfoque puede mejorar la capacidad de los niños para mantener la atención y
regular su comportamiento.
Estudios
han demostrado que la meditación puede tener un impacto positivo en la salud
mental de los niños. Un estudio de 2015 publicado en la revista
"Pediatrics" encontró que los niños que participaron en un programa
de meditación en la escuela tenían menos síntomas de ansiedad y depresión que
aquellos que no lo hicieron. Otro estudio de 2016 publicado en la revista
"Mindfulness", encontró que los niños que meditaron regularmente
mostraron una mejora en su capacidad de atención y en su memoria de trabajo.
Beneficios
de la meditación para los niños: TILA sabe que la meditación puede tener
muchos beneficios para los niños, algunos de los cuales incluyen:
Reducción del estrés y la ansiedad: La
meditación puede ayudar a los niños a aprender a manejar sus emociones, lo que
puede ser útil en situaciones de presión académica o social.
Mejora de la concentración: La meditación
puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades para enfocarse y
concentrarse mejor.
Mejora del bienestar emocional: La
meditación puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades para regular sus
emociones y comportamiento.
Mejora de la memoria y la capacidad de
aprendizaje: La meditación puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades
para recordar y aprender mejor.
Desarrollo de habilidades sociales: La
meditación puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades para comunicarse
y relacionarse mejor con los demás.
Regulación emocional: La meditación puede
ayudar a los niños a reconocer y manejar sus emociones de manera más efectiva,
lo que puede llevar a una mayor estabilidad emocional y bienestar general.
Mejora del sueño: La meditación puede
contribuir a mejorar la calidad del sueño, lo que es esencial para el
crecimiento y el desarrollo adecuado de los niños.
Fortalecimiento del sistema inmunológico:
Algunos estudios sugieren que la meditación puede ayudar a fortalecer el
sistema inmunológico, lo que puede resultar en una mayor resistencia a
enfermedades y una recuperación más rápida.
Desarrollo de habilidades de resolución de
problemas: La meditación puede enseñar a los niños a abordar los problemas de
manera más calmada y reflexiva, lo que puede mejorar sus habilidades de
resolución de problemas y toma de decisiones.
Aumento de la autoestima y la confianza en
sí mismos: Al aprender a comprender y aceptar sus emociones y pensamientos, los
niños pueden desarrollar una mayor autoestima y confianza en sí mismos.
Fomento de la creatividad: La meditación
puede ayudar a los niños a despejar sus mentes y a acceder a su creatividad de
manera más efectiva, lo que puede ser beneficioso en actividades artísticas y
académicas.
¿Desde
cuándo un niño puede comenzar a meditar?: Los especialistas de TILA señalan
que no hay una edad en específica recomendada para comenzar a meditar, ya que
los niños pueden invocar a practicar la medicación a la edad y las habilidades
del niño. Para los niños más pequeños, se pueden usar diferentes estrategias de
meditación simples, como la respiración profunda y la visualización. A medida
que los niños crecen, pueden introducirse prácticas más avanzadas, como la
atención plena y la meditación en movimiento. El simple acto de enseñarles a
los niños a parar, enfocarse y solo respirar es un gran habito que se puede
enseñar a los niños, ya que además de los beneficios físicos, la meditación
calma el sistema nervioso y disminuye la cantidad de hormonas de estrés.
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