CLAVES PARA MEJORAR LA
CALIDAD DE
VIDA DE LOS PACIENTES CON
EII
*La enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
es un conjunto de enfermedades de origen autoinmune, crónico e inflamatorio que
afectan a diferentes segmentos del tracto gastrointestinal
Actualmente,
existen más de cinco millones de personas en el mundo diagnosticadas con
Enfermedad Infamatoria Intestinal (EII), un conjunto de trastornos
inflamatorios crónicos que afectan principalmente al tracto gastrointestinal,
provocando síntomas como dolor abdominal, diarrea y sangrado rectal que
usualmente empieza a manifestarse entre los 15 y 30 años.
Además,
la prevalencia de la EII se ha incrementado considerablemente en los últimos
años; actualmente, es de 1.83 por cada 100 mil habitantes y la incidencia de
enfermedad de Crohn (EC) es de 0.04 por cada 100 mil y colitis ulcerosa (CU) es
de 0.16 por cada 100 mil habitantes. En México, vemos como la CU es mucho más
frecuente que EC a diferencia de otros países como Estados Unidos, Canadá y
Europa en donde es más común EC.
La
doctora Alejandra Figueroa, gerente médico de Janssen México, explicó que “la
EII presenta altos niveles de subdiagnóstico y México no es la excepción, ya
que el paciente puede pasar por múltiples tratamientos durante años antes de
tener un diagnóstico definitivo. En algunas ocasiones, se suele hacer el
diagnóstico en el momento en el que el paciente se somete a una resección
intestinal de urgencia después de varios años de síntomas, lo que afecta de
forma importante su calidad de vida, recordando que el común de estos pacientes
son personas jóvenes”.
Existen
dos tipos de EII: la enfermedad de Crohn, un trastorno digestivo que puede
afectar a cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el
ano, y puede causar inflamación, úlceras, cicatrices, obstrucciones
intestinales y en los casos más graves, las lesiones pueden causar perforación
y estrechamiento del intestino; y la Colitis Ulcerosa Crónica Inespecífica
(CUCI) es una enfermedad que se presenta con inflamación y úlceras en el
recubrimiento superficial del intestino grueso (colon) y el recto.
En
general, las EII son un padecimiento crónico e incurable, que se suele
presentar en la etapa más productiva de las personas, por lo que no contar con
un tratamiento oportuno y adecuado ocasiona que la enfermedad progrese,
imposibilitando que el paciente pueda llevar una vida normal, presentando un
desgaste físico y emocional en los pacientes y alterando diferentes aspectos en
la rutina diaria de los pacientes.
SINTOMAS NO ATENDIDOS
Sin
un tratamiento adecuado la EII puede llevar al paciente a requerir una
resección parcial o total del colon y afectar su vida de diferentes formas,
como:
Síntomas
gastrointestinales que incluyen dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos,
pérdida de peso involuntaria, urgencia y dolor al defecar, disminución del
apetito y fiebre.
Los
pacientes con EII presentan dificultades para absorber los nutrientes de los
alimentos debido a la inflamación del intestino, lo que puede llevar a
desnutrición, pérdida de peso y deficiencias nutricionales. Cuando se presenta
en la infancia puede tener repercusiones en el crecimiento y desarrollo de los
niños.
La
fatiga es un síntoma común y puede afectar la capacidad de los pacientes para
trabajar, estudiar o realizar actividades diarias.
La
EII puede tener un impacto significativo en la salud mental de los pacientes,
lo que puede llevar a la ansiedad y la depresión.
Los
pacientes con EII tienen dificultades para realizar actividad física debido a
los síntomas gastrointestinales, debilitamiento cotidiano y otros problemas de
salud.
La
EII puede afectar la capacidad de los pacientes para participar en actividades
sociales como reuniones o les complica el poder viajar debido a los síntomas y
las limitaciones físicas.
Para
el tratamiento de la EII, existen diferentes medicamentos que se pueden
utilizar, como aminosalicilatos, corticosteroides, inmunosupresores,
antibióticos y medicamentos biológicos. Estos últimos destinados principalmente
a casos moderados a graves que significan un gran avance y nuevas esperanzas
para miles de personas con este padecimiento.
“Y
es que, aunque la EII no tiene cura, eso no significa que el paciente tenga que
vivir con los incómodos síntomas todo el tiempo a lo largo de su vida. En la
actualidad, se recomienda llevar un tratamiento farmacológico y seguimiento
multidisciplinario por un médico gastroenterólogo, coloproctólogo, nutriólogo y
psicólogo para obtener mejores resultados”, aseguro la doctora Figueroa.
IMPORTANCIA DE PURPLE MAY
Con
motivo del mes de la concientización de las EII, por segundo año consecutivo,
Janssen participa activamente en la iniciativa Purple May, mes de la
concientización en torno a las EII, con el objetivo de incentivar la educación
en torno a estos padecimientos y reforzar su compromiso con el desarrollo de
terapias efectivas e innovadoras que impacten positivamente la vida de las
personas que viven con este padecimiento.
Es
importante que los pacientes entiendan que mediante las terapias
transformacionales y herramientas prácticas pueden reducir significativamente
su sufrimiento, retomar sus actividades cotidianas con una mejor calidad de
vida y saber que hay un mundo afuera que los está esperando.
“Por
ello, queremos invitarlos a conocer la campaña #SigaSinPausa a través de los
canales de Janssen Latinoamérica donde los pacientes encontrarán herramientas
de acompañamiento descargables que les ayuden a tener una mejor comprensión y
manejo de su enfermedad”, finalizó el doctora Figueroa.
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