LA ESPIRITUALIDAD MEJORA LA SALUD:
LO DICE HARVARD
*Buscar el significado, el propósito o la
trascendencia final a la vida influye de manera positiva en el bienestar de las
personas: Marta Sahelices
La
relación entre salud, religión y espiritualidad es un asunto que preocupa
especialmente a Harvard; de hecho, cuenta con un proyecto dedicado de forma
específica a ello titulado Initiative on health, religion and spirituality.
Una
línea de investigación interdisciplinar en la que especialistas empíricos,
académicos y teólogos buscan –mediante estrictos métodos de análisis
científicos y sociocientíficos– comprender el modo en que cuerpo, mente y
espíritu interactúan a la hora de aliviar enfermedades y promover el bienestar
humano.
Es
por ello que el nuevo estudio Spirituality in Serious Illness and Health
(Espiritualidad en Enfermedades Graves y Salud), dirigido por investigadores de
la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard y el Hospital Brigham and Women's,
no viene sino a confirmar algo en lo que la universidad lleva insistiendo desde
hace años: no se puede ignorar el efecto beneficioso de la espiritualidad y la
religión en la salud.
Tanto
es así, que estos últimos hallazgos, publicados recientemente en el Journal of
the American Medical Association (JAMA), no dejan lugar a dudas en la
conclusión final: “La espiritualidad debe incorporarse en la atención tanto de
enfermedades graves como de la salud en general”. Pero, ¿por qué? Entre otras
cosas, porque tal y como declaró Tyler VanderWeele, uno de los coautores del
estudio y profesor de epidemiología en la Harvard Chan School: “Enfocarse en la
espiritualidad en el cuidado de la salud significa cuidar a la persona en su
totalidad, no solo a su enfermedad”.
VINCULO ENTRE ESPIRITUALIDAD Y SALUD
Más
de 15 mil artículos publicados entre enero de 2000 y abril de 2022 (de los
cuales 586 cumplieron con los estrictos requisitos del estudio) fueron
identificados y analizados por los investigadores en busca de evidencias que
demostrasen el vínculo entre espiritualidad y salud.
“Este
estudio representa el análisis sistemático más riguroso y completo de la
literatura moderna sobre la salud y la espiritualidad hasta la fecha”, dijo al
respecto Tracy Balboni, autora principal, doctora del Dana-Farber/Brigham and
Women's Cancer Center y profesora de Oncología Radioterápica en la facultad de
Medicina de Harvard.
Tras
esta mirada detallada a los cientos de estudios en los que participaron miles
de pacientes, un grupo estructurado y multidisciplinario de expertos, llamado
panel Delphi, revisó la evidencia colectiva más sólida sobre los beneficios de
nutrir la espiritualidad de los pacientes como parte de la atención médica (16
declaraciones de evidencia fueron desarrolladas), y ofreció varias
recomendaciones, como por ejemplo concienciar a los profesionales de la salud o
incorporar la educación sobre el cuidado espiritual en la formación de los
equipos interdisciplinarios que atienden a personas con enfermedades graves.
El
panel de expertos también instó a incluir enfoques centrados en el paciente que
tengan en cuenta los beneficios ‘protectores’ de la participación en la
comunidad espiritual, tal y como demostró en 2020 otra investigación también
dirigida por la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard: “Las personas que
asistían a servicios religiosos al menos una vez a la semana tenían
significativamente menos probabilidades de morir de ‘muertes por
desesperación’, incluidas las muertes relacionadas con el suicidio, la
sobredosis de drogas y la intoxicación por alcohol”.
Los
autores del estudio señalaron entonces que la participación religiosa puede
servir como un antídoto importante contra la desesperación y la depresión y
como un activo para mantener la esperanza y que la religión está asociada con
una resiliencia psicosocial fortalecida al fomentar una sensación de paz y una
perspectiva positiva, y promover la conexión social. Asimismo, se vincula con
una vida más saludable y longeva (se está empezando a investigar la relación
entre religión, meditación y otras prácticas espirituales con el envejecimiento
celular).
Todos
estos avances de la investigación se ven impulsados por una preocupación
práctica, la de aliviar enfermedades y promover el bienestar humano. Y no solo
tienen que ver con los efectos positivos de la religión organizada, sino
también con otras formas de encontrar el significado, propósito, valor o
trascendencia final a la vida, lo que define la espiritualidad en su conjunto y
mejora la calidad de vida de las personas, a tenor de los últimos
descubrimientos.
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