CÓMO SOBREVIVIR AL ESTRÉS Y
AL
DESGASTE DEL REGRESO A
CLASES
*Expertos en salud infantil analizan las
formas en que niños, adolescentes y padres pueden combatir la ansiedad y la
tensión con el comienzo del año escolar
Para
los niños y adolescentes de hoy, el regreso a la escuela no sólo significa
cuadernos nuevos, codificados por colores y lápices recién afilados. También
significa una mayor presión académica, un aumento de la ansiedad social y menos
tiempo libre, ya que las actividades extraescolares llenan el calendario. Es
una combinación que, si no se controla, puede provocar estrés e incluso
desgaste.
El
Newsroom de Cedars-Sinai se reunió con la doctora Sabrina Renteria, psiquiatra
de niños y adolescentes del Departamento de Psiquiatría y Neurociencias del
Comportamiento de Cedars-Sinai, y con la doctora Romina Kim, hospitalista
pediátrica del Hospital Infantil Guerin de Cedars-Sinai, para hablar acerca de
los síntomas del estrés y el burnout y lo que los padres pueden hacer para ayudar.
¿Cuáles son algunas de las principales
causas de estrés y agotamiento en niños y adolescentes?
Rentería: Algunas de las principales
causas de estrés y desgaste en este grupo de edad se derivan de las presiones
académicas con altas expectativas y grandes cargas de trabajo. Los alumnos de
alto rendimiento, en particular, tienden a abrumarse con actividades
extracurriculares además de sus tareas escolares, lo que les deja poco tiempo
para descansar y relajarse, lo que puede ser agotador tanto física como
mentalmente. Además, el estrés social suele ser un factor contribuyente,
especialmente en la era de las redes sociales, en la que los niños están
constantemente conectados. El acoso, la presión de los compañeros y las
dificultades en las relaciones sociales pueden provocar graves trastornos
emocionales.
¿Cómo se manifiestan el estrés y el
desgaste en este grupo de edad?
Rentería: El agotamiento y el estrés
en niños y adolescentes pueden manifestarse de diversas maneras. Puede
presentarse como irritabilidad, falta de energía o llanto. La depresión y el
alejamiento de amigos y familiares también pueden ser comunes. Los niños pueden
incluso expresar frustración o ganas de desistir.
Kim: Físicamente, el estrés
puede manifestarse en forma de dolores de cabeza, problemas gastrointestinales,
pérdida de peso involuntaria por inapetencia, tics y otros dolores
generalizados. En casos graves, algunos pacientes pueden experimentar lo que se
conoce como trastorno neurológico funcional, un trastorno caracterizado por
síntomas físicos que causan malestar y alteran el funcionamiento sin que exista
una anomalía estructural o neurológica. En estos casos, aunque no parece que al
niño le pase nada físicamente, puede experimentar diversas manifestaciones
físicas, como incapacidad para caminar, debilidad muscular o incluso
convulsiones. Lo bueno es que, con un tratamiento adecuado que aborde el estrés
como causa fundamental de estos problemas, junto con tiempo y paciencia, la
mayoría de estas afecciones son reversibles.
¿Cómo
pueden determinar los médicos si el padecimiento físico de un niño está
relacionado con el estrés o es fisiológica?
Kim: Nuestro papel como médicos
es actuar con la diligencia debida. Siempre empezamos por obtener un historial
detallado del paciente y su familia. Esta información subjetiva es nuestro
primer paso para armar el rompecabezas. También obtenemos datos objetivos, como
exámenes físicos, análisis de laboratorio, estudios de imagen, etc., para
apoyar un posible diagnóstico. Una vez que afinamos la investigación, solemos
recurrir a otros expertos, como nuestros equipos de neurología o psiquiatría,
para que nos ayuden a confirmar el diagnóstico y abordar el problema con el fin
de encaminar al paciente hacia la recuperación.
¿Qué signos de estrés o desgaste deben
buscar los padres o tutores en sus hijos?
Renteria: Los padres son quienes
mejor conocen a sus hijos y deben estar atentos a cambios significativos en su
comportamiento y estado de ánimo. Si su hijo empieza a bajar las notas, está
cada vez más irritable o de mal humor, puede ser señal de que está sometido a
demasiado estrés. Los niños también pueden perder interés por sus pasatiempos o
aficiones. Otra señal de alarma pueden ser los problemas de sueño, como la
dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo, o incluso dormir demasiado.
Kim: Cuando los niños están
desgastados o sienten demasiado estrés, tienden a no ser capaces de manejar sus
emociones. A menudo, incluso el menor inconveniente puede desencadenar una gran
reacción. Es importante que los padres no descarten automáticamente lo que
puede ser un comportamiento inusual para su hijo como si fuera simplemente un
«adolescente malhumorado», cuando puede tratarse de mucho más que eso.
¿Cómo pueden los padres o tutores ayudar a
sus hijos a controlar el estrés elevado o el desgaste?
Renteria: Está bien que los niños
sean activos y estén ocupados, pero se trata de encontrar un equilibrio. Es
importante encontrar la medida adecuada de actividad organizada y tiempo libre
para ayudar a fomentar el crecimiento y el desarrollo social y emocional del
niño. Los padres pueden ayudar a los niños a combatir el desgaste animándoles a
realizar actividad física, mantener una dieta sana, dormir lo suficiente,
establecer una rutina diaria, fijarse objetivos realistas, practicar técnicas
de relajación, limitar el tiempo frente a la pantalla y buscar ayuda
profesional si es necesario.
Kim: Al establecer una relación
abierta y de comunicación con sus hijos desde el principio, los padres pueden
crear una base en la que el niño se sienta cómodo para hablar abiertamente
sobre el estrés o la ansiedad que experimenta. Otra cosa importante que deben
recordar los padres es que, si ellos mismos no son un modelo de autocuidado y
habilidades de superación, es mucho más difícil que sus hijos aprendan estos
hábitos. Si tú mismo das ejemplo de un equilibrio saludable, también ayudarás a
tus hijos a conseguirlo.
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