¿PUEDO TOMAR VINO EN NAVIDAD
SI TENGO DIABETES?
Vivir
con diabetes, no significa que deberás privarte de alimentos y bebidas; y menos
en Navidad. Más bien se trata de cuidar el tamaño de las porciones, pero si
eres de los que deciden celebrar en estas fechas, no olvides practicar el
distanciamiento social y seguir todas las indicaciones de las autoridades
sanitarias para prevenir el contagio de COVID-19.
Si
vivo con diabetes… ¿Puedo tomar vino en Navidad? La respuesta es sí, y la Federación
Mexicana de Diabetes, A.C. y sus aliados te brindan los detalles. Las bebidas
alcohólicas tienen calorías y otros componentes que alteran la función del
organismo, también interactúan de forma poco favorable con los tratamientos
farmacológicos que se estén tomando.
El
LN Jorge Luis Iparraguirre Cherre, explica que “al enfocarnos en una bebida
ampliamente conocida como el vino, se pueden destacar algunas de sus
características nutrimentales; primero, por ser un alimento brinda energía, de
aquí la importancia de evitar su consumo en exceso ya que esto perjudicará
nuestra salud. No tiene valores significativos de las principales vitaminas y,
en cuanto a los antioxidantes (que se asocian a una larga vida por el consumo
frecuente de esta bebida) los estudios no son del todo concluyentes,
principalmente porque se realizan en roedores de laboratorio más que en
personas, pero estos últimos han demostrado buenos resultados minimizando la
aparición de enfermedades no transmisibles”.
En
cuanto a los efectos del consumo de las bebidas alcohólicas, en general
asociado a enfermedades, existen algunas investigaciones que señalan que hay
una relación directa entre el consumo regular de alcohol y una menor aparición
de diabetes; sin embargo, se incrementa la posibilidad de que aparezca la
presión alta o se dañe el hígado.
Para
el caso de las personas que ya viven con Diabetes tipo 2, otro estudio concluye
que un consumo moderado de alcohol guarda relación con una baja presentación de
esta condición, así como de alteraciones al corazón, pero es ineficiente para
controlar la glucosa a corto y mediano plazo.
Lo
que sí es cierto, es que a nivel psicológico pequeñas dosis de vino pueden
hacer más tolerables los tratamientos en etapas controladas, considerando que
ya es bastante brusco el cambio de estilo de vida para las personas con
diabetes.
“En
lo personal, esta estrategia la utilizo con mis pacientes que tienen una vida
social medianamente activa como parte de la negociación de los buenos hábitos”,
añade el experto en salud preventiva.
Entonces,
¿se puede tomar vino a pesar de vivir con diabetes? La respuesta es sí, siempre
bajo la supervisión de un(a) nutriólogo(a) tratante, en acuerdo con el equipo
multidisciplinario [médico, endocrinólogo(a), Educador(a) en diabetes, etc.],
vigilando si es que hay alteraciones en la glucosa pues el alcohol tiene como
efecto secundario variaciones en este indicador.
Se
debe insistir en el consumo sin combinaciones;, es decir, no es lo mismo tomar
una copa de 100 ml o 150 ml de vino que un vaso de vino combinado con una
bebida gaseosa (u otra que sea fuente de azúcar) o acompañar el consumo de
alcohol con alguna fritura.
Para
finalizar, el experto en salud preventiva explica que es importante recordar
“que tengas o no diabetes, es fundamental mantener una alimentación saludable y
no privarse de ciertos alimentos, sólo conocer las porciones adecuadas con la
ayuda de un profesional de la salud; esto te permitirá alcanzar el objetivo
final… Vida de calidad en compañía de tus seres queridos”.
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