PERDIDA AUDITIVA: EL SILENCIOSO
PROBLEMA DEL RUIDO
*Los mexicanos ocupan el segundo lugar a
nivel mundial en cuanto a personas que nunca se han realizado una prueba
auditiva, según un estudio de MED-EL
La
población en general se enfrenta al ruido cotidiano de las calles, como el
tráfico, la construcción de obras públicas o la música a alto volumen, que son
algunos ejemplos de sonidos comunes en la vida cotidiana, especialmente en
áreas urbanas y en trabajos que impliquen herramientas que produzcan
frecuencias altas.
El
Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, invita a tomarse un momento
para reflexionar sobre el impacto negativo que el exceso de ruido y las
frecuencias altas pueden tener en personas de todas las edades, dañando su audición.
La
concientización sobre el daño que causa el ruido y el cuidado de la salud
auditiva son elementos clave que deben tomarse en cuenta, sin embargo, en
muchas ocasiones las personas pasan por alto estos temas hasta que el deterioro
en el oído provoca una pérdida auditiva total.
MED-EL,
líder en soluciones médicas auditivas, destaca en su reciente investigación de
mercado que el 31% de los encuestados mexicanos nunca se han sometido a pruebas
de audición, este porcentaje sitúa a México en el segundo lugar a nivel
mundial, siendo Kenia el primero con un 34% y en tercer lugar Italia con un
28%, países en donde su población no se realiza pruebas para validar su salud
auditiva.
El
Centro Nacional de Metrología (CENAM) indica que la exposición a ruidos fuertes,
por encima de 80 dB, como el generado por una perforadora eléctrica, es
probable que ocasione daños en el oído de forma permanente o temporal. Mientras
que, una frecuencia superior a los 110 dB, como el despegue de un avión, aunque
sea por un corto periodo, podría causar un daño irreversible si el oído no es
protegido adecuadamente.
“El
ruido no solo causa molestias auditivas, sino que la exposición prolongada a
niveles elevados suele provocar daños en el oído interno, esto deteriora las
células auditivas responsables de la percepción del sonido. Aunque el oído
humano pueda tolerar niveles de hasta 90 dB de manera esporádica sin sufrir
daños, se debe tomar en cuenta que una frecuencia saludable es igual o menor a
60 dB. Al notar cambios en tu audición se debe acudir con un especialista,
quien te dará las mejores soluciones, como dispositivos auditivos o implantes
cocleares de acuerdo con la gravedad de cada caso”, señala la doctora Jimena
Atuán Rodas, médico especialista en Audiología y Gerente de Soporte Clínico
MED-EL.
OTROS SINTOMAS
Otros
síntomas que se pueden presentar al exponerse a ruidos frecuentes son: dolores
de cabeza, taquicardia, náuseas, estrés, hipertensión, insomnio, entre otros.
Para mitigar este impacto y cuidar tu salud auditiva, existen algunas
soluciones que ayudan a minimizar el daño que causan las frecuencias extremas,
como el uso de tapones, descansos esporádicos, estar alertas de los cambios que
surjan y realizarse pruebas auditivas periódicas.
MED-EL,
indica que existen dos tipos principales de trauma acústico provocados por
frecuencias elevadas, que inducen a una pérdida auditiva:
Traumatismo acústico (agudo o crónico): se
produce debido a la exposición a un sonido extremadamente alto en un único
evento, como una explosión, disparos, ruidos industriales, conciertos, etc.
Esto puede ser de corta duración, pero con una intensidad muy alta, dejando
secuelas auditivas de leves a moderadas.
Traumatismo acústico permanente: surge de la
exposición repetida a niveles elevados de ruido durante años, ya sea en
entornos laborales o ambientales, con una intensidad relativamente alta, que
provocará hipoacusia permanente y progresiva.
El
ruido no solo perjudica nuestra audición, sino que puede afectar seriamente nuestra
calidad de vida en muchos aspectos, tanto física como mentalmente, tomar
conciencia sobre esto hará un gran cambio en la vida del afectado, es por ello
por lo que se recomienda acudir periódicamente con profesionales y dar la
importancia que se merece a cualquier cambio negativo que surja en tu salud.
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