DIEZ CONSEJOS PARA LOGRAR UN
HOGAR SALUDABLE
Ser
padre o madre de familia es uno de los trabajos más retadores del mundo. El
aspecto más complicado de ser padre o madre está en cómo lograr un balance para
poder manejar una vida laboral y familiar muy acelerada, y al mismo tiempo ser
capaces de tener un hogar feliz, armónico y saludable.
Llevar
un estilo de vida saludable es ya de por sí bastante difícil para los adultos,
incluso aunque conozcan los beneficios a largo plazo. Ahora imagínense
conseguir que los hijos también adopten decisiones saludables. No es nada
fácil. ¿Y obtenerlo sin discusiones ni quejas? Eso puede parecer casi
imposible.
El
doctor Alexander Laceras, médico familiar del Hospital Houston Methodist
comenta que, “los comportamientos que benefician nuestra salud física y nuestro
bienestar mental requieren disciplina y autocontrol. Y esos son atributos que
un niño todavía está desarrollando y perfeccionando".
El
doctor Laceras indica que lo mejor que puede hacer un padre es ser un buen
modelo de los comportamientos saludables que quiere que sus hijos imiten.
"Tu hijo te está observando todo el tiempo, así que es importante que tú
des el ejemplo de cómo debe ser un estilo de vida saludable", subraya el doctor
Laceras.
Estos
son los consejos del doctor Laceras para lograr un estilo de vida saludable en
casa:
1.-
Mantente activo: "La actividad física beneficia la salud en general,
ayuda a desarrollar músculos y huesos fuertes, mejora el estado de ánimo,
promueve la buena salud del corazón y más", explica el doctor Laceras.
"Las normas actuales exigen que los niños y adolescentes realicen por lo
menos 60 minutos de actividad física todos los días".
Dependiendo
de la edad de tu hijo, te presentamos algunas formas de acceder a la actividad
física con tus hijos:
• Fomenta su participación en educación
física, clase y recreo.
• Sugiere pasatiempos activos, como saltar
la cuerda, nadar, andar en bicicleta, patinar, hacer senderismo o trabajar en
el jardín.
• Visita el parque o área de juegos local
(los gimnasios en el parque, jugar al avioncito y otros juegos son excelentes
maneras de fortalecer los huesos y los músculos).
• Prueba con deportes o actividades
organizadas como fútbol, baloncesto, béisbol o sóftbol, artes marciales, danza
o ballet.
• Sal a caminar en familia.
No
hay que centrar toda la atención en que los niños sean activos. Los adultos
deben hacer 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada a la semana, lo que
equivale a unos 30 minutos al menos 5 veces por semana.
2.-
Dar prioridad a los alimentos nutritivos: "Las investigaciones
demuestran que los hábitos nutricionales de los padres determinan el
comportamiento alimentario y la elección de alimentos de los hijos a
futuro", afirma el especialista. "Es importante que los padres
muestren a los niños cómo es una dieta saludable tanto cuando cocinan en casa,
como cuando salen a un restaurante o cuando piden comida a domicilio".
He
aquí cinco claves para una alimentación sana:
• Come comidas bien equilibradas, llenas de
verduras, frutas, cereales integrales, proteínas magras, lácteos bajos en
grasa, frijoles, legumbres, frutos secos y semillas.
• Elige alimentos integrales siempre que sea
posible y que suelen estar en el perímetro exterior del supermercado o los que
sólo se han procesado mínimamente antes de envasarlos.
• Evita métodos de cocción y técnicas de
condimentación poco saludables, como freír y añadir queso o mantequilla
innecesarios.
• Sirve raciones de tamaño adecuado, que
pueden variar en función de la edad y otros factores, por lo que puedes
utilizar el Plato del Bien Comer como guía (1).
• Ten a la mano golosinas saludables, como
fruta rayada, palitos de mantequilla de cacahuate y apio, zanahorias y hummus,
yogurt bajo en grasa con fruta y mantequilla de cacahuate untada en galletas
integrales, etc.
3.-
Limitar los alimentos procesados: Ningún alimento debería estar
completamente prohibido, pero los alimentos procesados no deben ser fomentados
en la dieta de tu hijo. Este es un consejo que también deben tener en cuenta
los adultos, ya que los NIH (Institutos Nacionales de Salud de los Estados
Unidos), calculan que casi el 60% de las calorías del estadounidense promedio
proceden de alimentos procesados.
"Los
alimentos procesados suelen tener un alto contenido en aditivos como la sal,
las grasas saturadas y el azúcar añadido, o peor aún, contienen grasas
trans", explica el doctor Laceras, médico familiar del Hospital Houston
Methodist. "Estos pueden ser sumamente perjudiciales para la salud de tu
hijo y deben de limitarse".
Los
alimentos procesados suelen ser principalmente "calorías vacías",
esto significa que carecen de cualquier nutrición significativa, sin que las
calorías sirvan para nada más allá que un shot de energía inmediata. Y como
también suelen ser muy calóricos, pueden contribuir al aumento de peso.
Algunos
ejemplos de alimentos procesados que conviene limitar o evitar son:
• Refrescos, bebidas deportivas, té dulce y
limonada con azúcar.
• Comida rápida y comidas congeladas.
• Dulces, incluidos los caramelos duros, las
barritas de chocolate y los chicles dulces o ácidos.
• Pasteles, galletas, donas y productos de
panadería envasados.
"Comprueba
siempre las etiquetas nutricionales cuando elijas los alimentos que les vas a
dar a tus hijos", recomienda el doctor Laceras. "Podrías asumir que
una barra de granola o una mezcla de frutos secos para llevar es una opción de
merienda saludable, sin embargo, a veces pueden estar repletos de azúcar
añadido y otros ingredientes refinados."
4.-
Fomenta buenos hábitos de sueño: "El sueño es esencial para una buena
salud, y los niños necesitan dormir más que sus padres", afirma el Dr.
Laceras. "Mientras que los adultos sólo necesitan unas ocho horas por
noche, los niños necesitan 10 horas o más dependiendo de su edad".
Además
de dormir lo suficiente, es importante que los niños duerman bien.
He
aquí algunos consejos de higiene del sueño para que tus hijos duerman lo mejor
posible:
• Conoce las horas de sueño que tu hijo
necesita y establece un horario.
• Acuéstate a la misma hora todas las
noches, incluso los fines de semana.
• Crea un entorno que favorezca el sueño,
como una habitación fresca, oscura, silenciosa y libre de dispositivos.
• Apaga los dispositivos y la televisión una
hora antes de acostarte.
• Sigue una rutina para relajarte, como leer
o darte un baño caliente antes de acostarte.
"Mantener
los dispositivos fuera de las habitaciones a la hora de dormir puede ser una
regla especialmente importante", comenta el Dr. Laceras. "Los
estudios demuestran que los niños que tienen el celular en sus habitaciones
duermen menos en general, a veces una hora menos por noche que aquellos niños
que no lo tienen en su cuarto".
5.-
Limitar el tiempo de ver televisión: Hablando de celulares: Sin duda
aportan algunos beneficios a una familia que intenta mantenerse conectada...
pero también tienen sus contras.
"Es
importante saber cómo utiliza tu hijo su dispositivo, así como cuándo y con qué
frecuencia", enfatiza el especialista en medicina familiar del Hospital
Houston Methodist. "Cada padre tendrá su propio conjunto de reglas, pero
una regla general es limitar a los niños a alrededor de dos horas de tiempo de
televisión por día, y sólo después de completar responsabilidades como deberes
y tareas".
6.-
Refuerza la importancia de tener hábitos básicos saludables Ayuda a tus
hijos a comprender la importancia de los hábitos básicos saludables, como
ponerte el cinturón de seguridad al subir al coche. Otros hábitos prioritarios
a desarrollar son:
• Lavarse las manos con la técnica adecuada.
• Higiene dental.
• Aplicarse protección solar cuando estén al
aire libre.
• Beber agua a lo largo del día.
7.
Fomenta una comunicación abierta: Los detalles pueden diferir, pero, al
igual que los adultos, los niños también se estresan.
Por
eso debes mantener una línea de comunicación abierta entre tu hijo y tú,
recordándole que siempre puede hablar contigo sobre lo que siente o lo que le
preocupa.
"Reservar
un tiempo de calidad para que la familia pase junta es una forma estupenda de
construir una sólida relación de confianza y apoyo entre tus hijos y tú",
dice el Dr. Laceras. "Cada niño es diferente, pero esto puede ayudar a tu
hijo a sentirse más cómodo al acudir contigo cuando tiene un problema, en lugar
de mantener los pensamientos y sentimientos negativos en el interior y dejar
que lo consuman".
8.-
Conoce las señales de advertencia del deterioro de la salud mental: Según
los CDC (Centros de Control de Enfermedades de los Estados Unidos), más de un
tercio de los estudiantes de secundaria afirman haber experimentado una mala
salud mental en los últimos años, por lo que es importante que los padres
conozcan los signos de alerta de la ansiedad o la depresión en un adolescente.
Entre
las señales de advertencia de que tu hijo puede estar teniendo problemas con su
salud mental se incluyen:
• Falta de motivación.
• Agotamiento físico.
• Irritabilidad.
• Estados de ánimo poco característicos y
cambiantes.
• Nueva sensibilidad a las críticas.
• Desconexión con los demás.
• No disfrutar de las cosas que le gustaban.
Algunos
de estos síntomas no resultarán desconocidos ni inusuales para los padres de
niños mayores y adolescentes, pero si observas varios a la vez y persisten,
contempla la posibilidad de hablar con tu hijo o pedir ayuda.
"Tu
médico familiar puede proporcionarte recursos para apoyarte en la salud mental
de tu hijo", manifiesta el Dr. Laceras. "Él o ella también pueden
ponerte en contacto con un proveedor de salud mental".
9.-
Busca tiempo para socializar: "La comunidad es muy importante en el
desarrollo de un niño", opina el Dr. Laceras. "La socialización ayuda
a desarrollar habilidades de comunicación y cooperación, pero también es
importante para construir la autoestima, dar forma a la identidad y
proporcionar una sensación de seguridad".
La
socialización con amigos o compañeros no sólo debe producirse a través de un
smartphone, aunque tu hijo lo prefiera así. Asegúrate de motivarlos a dejar el
teléfono y hacer tiempo para convivir en eventos y momentos con la presencia de
otros niños y/o adolescentes.
10.-
Mantente al día con las revisiones médicas y las vacunas: Por último y no
deja de ser importante, expone el especialista que es importante dedicar tiempo
a las citas anuales con el médico de tus hijos.
"Mantener
sano a tu hijo significa trabajar con el médico para establecer objetivos de
salud, así como comprobar regularmente que la salud de tu hijo está en el camino
correcto. Esto es, por ejemplo, si estás al día con las visitas de rutina, con
sus vacunas y otros controles de salud”.
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