MUERTE SÚBITA CARDÍACA, EL
PARO REPENTINO QUE
PUEDE DETENER CORAZONES
APARENTEMENTE SANOS
*Se trata de un problema eléctrico del
corazón que provoca un ritmo peligrosamente rápido o irregular, que puede ser
mortal porque hace que el corazón deje de bombear sangre
La
Muerte Súbita Cardíaca, también conocida como Paro Cardíaco Súbito, es una
afección del corazón muy común que puede acabar con la vida de una persona si
no se detecta y atiende en minutos.
Puede
presentarse en personas aparentemente sanas, como lo hemos visto con algunos
deportistas de alto rendimiento y es la causante de la mayoría de las muertes
por problemas cardíacos, por lo menos en el 50% de los casos, en países que
tienen registros al respecto.
Una
Muerte Súbita Cardíaca (MSC) no es lo mismo que un ataque o paro cardíaco,
aunque suelen confundirse. La MSC es causada por un problema eléctrico en el
corazón, cuando éste comienza a latir peligrosamente rápido o de manera
irregular, lo que causa que se agite y deje de bombear sangre al cuerpo y al
cerebro.
La
víctima de Muerte Súbita Cardíaca pierde en primer lugar el pulso, y en pocos
segundos, el conocimiento y la capacidad de respirar. Si no recibe atención
inmediata, la consecuencia es el fallecimiento al cabo de unos minutos.
Al
respecto, la doctora Eva María Picos, cardióloga electrofisiología y
hemodinamista nos ayuda a entender esta diferencia aclarando que: “El paro
cardíaco no siempre es un infarto de miocardio, pero este puede ocurrir cuando
hay una obstrucción en una o más de las arterias coronarias, lo que impide que
el corazón reciba suficiente sangre rica en oxígeno: sin embargo, la Muerte
Súbita Cardíaca se produce cuando el sistema eléctrico del corazón funciona mal
y de repente la actividad eléctrica cardíaca se vuelve muy irregular, hasta
detener totalmente el flujo de sangre”.
Esta
enfermedad puede presentarse en personas jóvenes con estilos de vida saludables:
no obstante, sólo aparece en 2 a 3 deportistas por cada 100 mil personas.
A
pesar de ello, debemos considerar que no es un evento aleatorio, la mayoría de
las víctimas de MSC tienen cardiopatías u otros problemas de salud
probablemente no detectados; asimismo, viven ante factores de riesgo como:
colesterol elevado, hipertensión arterial, sedentarismo, tabaquismo, sobrepeso,
obesidad, diabetes, entre otros.
Actualmente
sólo el 5% de las personas sobrevive a la MSC sin desfibrilación, pues en
realidad, el 70% de los ataques cardíacos ocurren, no en hospitales o clínicas
de salud, sino en casas o espacios públicos, donde el paciente tiene una alta
probabilidad de perder la vida por no recibir ayuda oportunamente.
La
manera más efectiva de tratar un MSC es a través de la desfibrilación, así lo
explicó la doctora Eva María Picos, quien además detalló que: “La
desfibrilación consiste en aplicar un choque eléctrico al corazón para
restablecer un latido cardíaco normal. Esta puede ser con un Desfibrilador
Externo o bien, en personas que sabemos que presentan riesgos cardiovasculares,
con un Desfibrilador Automático Implantable (DAI), que es similar a un
marcapasos, pero con la capacidad de monitorear el ritmo cardíaco y dar la descarga
que puede salvar la vida de las personas que han tenido este episodio”.
El
DAI desempeña un papel importante en la prevención de paros cardíacos súbitos
en pacientes de alto riesgo, estos dispositivos se colocan debajo de la piel
cerca de la clavícula, el dispositivo del tamaño de un reloj de bolsillo, un
poco más grande que un marcapasos convencional, se encuentra conectado al
corazón mediante finos cables.
Es
recomendado para las personas que padecen un latido rápido, potencialmente
mortal y anormal que les produjo un desmayo o afectó a la capacidad de bombeo
del corazón y cuando los medicamentos no han surtido los efectos esperados.
El
98% de las personas sobrevive a una arritmia mortal cuando se tratan con
desfibrilación. Es básicamente como tener un equipo de respuesta de emergencias
todos los días y en todo momento.
La
recomendación más importante es el diagnóstico oportuno y previo para descartar
si se es propenso a tener arritmias cardíacas, además de mantenernos informados
de antecedentes familiares con complicaciones cardíacas y realizar
periódicamente estudios del corazón, como electrocardiogramas o pruebas de
esfuerzo físico, para determinar el riesgo cardiovascular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario