COLITIS: ¿QUÉ?, ¿POR QUÉ?,
¿CÓMO?
“Todo
está en tu cabeza”… Te apuesto a que más de una vez escuchaste esa frase, lo
que nunca esperamos es que esa sea una de la respuesta a síntomas como:
calambres, dolor abdominal, hinchazón del estómago, gases intestinales,
diarrea, estreñimiento o ambos; pero ojalá todo fuera tan fácil como pensar en
sentirse bien.
Lo
anterior se conoce en medicina como trastorno gastrointestinal funcional, todo
un tema que podemos tratar después, pero para este artículo me centraré además
en lo otro que también puede provocar los síntomas anteriores.
¿Qué?
Si aún no relacionas los síntomas anteriormente mencionados con una enfermedad,
te daré algunas pistas que te pueden ayudar a identificar a qué padecimiento me
refiero; afecta más mujeres que hombres y es más común en personas menores de
50 años, constituye una de las primeras causas de consulta al médico, tan sólo
en Estados Unidos los costos médicos anuales de la afección superan los mil
millones de dólares y en México se estima que hasta un 35% de la población
general del área urbana la presenta.
Se
trata del Síndrome de Intestino Irritable (SII), aunque el nombre clínico no
nos diga mucho, seguro lo habrás escuchado con alguno de sus sinónimos
coloquiales; como "colitis", "colitis espástica",
"colitis nerviosa" y "colitis funcional", entre otros.
¿Por
qué? Al inicio se relacionan las molestias con el estrés o mejor dicho con un
trastorno funcional, no por nada le llaman el segundo cerebro al sistema
digestivo. La serotonina, además de otros, es un mensajero químico que permite
la transmisión de información desde una neurona hacia otra célula, y el 90% de
la serotonina es producida en el intestino, esto favorece entre otras cosas
adecuados movimientos intestinales para una correcta digestión, pero esta puede
verse reducida por el estrés e influye en el estado de ánimo, la ansiedad y la
felicidad.
Otra
de las causas que se han investigado para el SII son las relacionadas con
infecciones en el tracto digestivo, reacciones alérgicas; por ejemplo, a
alimentos y la disbiosis que es una alteración en el microbiota intestinal.
En
algunas personas con mayor susceptibilidad, alimentos como el trigo, productos
lácteos, leguminosas, como los frijoles, vegetales que causan gases (coles,
alcachofas, coliflor, espárragos, etc.), bebidas carbonatadas (refrescos),
alimentos grasos o picantes, alcohol y café, entre otros.
¿Cómo?
La mejor manera de evitar o controlar el SII es con estilos de vida saludables,
empezando por una adecuada alimentación con cantidades adecuadas de fibra y
rechazo de aquellos alimentos que identificamos como desencadenantes del
malestar.
El
Hospital Johns Hopkins Medicine, hace la recomendación de una dieta FODMAP la
cual es un proceso de descubrimiento de corto plazo para determinar qué
alimentos son problemáticos para las personas diagnosticadas con SII.
Otra
forma de prevención es la actividad física regular, de 3 a 5 veces por semana
con un mínimo de entre 30 y 45 minutos, esto asegura el bienestar físico y
psicológico, empezando por una adecuada producción de neurotransmisores como la
serotonina y la dopamina.
Por
último, la necesidad de implementar técnicas para reducir el nivel de estrés
como haciendo meditación, relajación, mindfulness o yoga.
Así
que antes de tomar la decisión de eliminar el gluten de tu dieta, bajo la
creencia de que padeces la enfermedad celiaca, mejor conocida como intolerancia
al gluten. Visita a tu médico y/o nutriólogo quienes sabrán identificar el
problema y, lo más importante la razón de este, para así iniciar el mejor
tratamiento.
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