miércoles, 22 de septiembre de 2021

 

¿SABES QUÉ ES EL CÍRCULO DE TRATAMIENTO PROTÉICO

Y POR QUÉ ES CLAVE PARA UN AMPUTADO?

 


*A los 23 años, Beto perdió a su mejor amigo y una pierna en un accidente automovilístico; ahora, además de tener prótesis, creó una fundación y es conferencista motivacional

 

 

Se estima que cerca de 58 millones de personas viven con amputación de extremidades por causas traumáticas en todo el mundo según el estudio “Prevalencia mundial de amputaciones traumáticas no mortales de miembros” publicado por el Centro Nacional para la Información Biotecnológicade la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

La organización Coalición de Amputados considera que tras una cirugía es importante tomar una decisión acerca de si una prótesis será la mejor opción para el paciente según sus actividades.

“No hay una prótesis mágica, por muy sofisticada que sea, tiene que pasar por un proceso de adaptación y adaptabilidad. Los pacientes creen que con una prótesis cara ya van a caminar, pero esto no es así, por ello, es muy importante platicar y conocer muy bien al paciente”, explica José Luis Aguilar Ramírez, presidente del Colegio Mexicano de Ortesistas y Protesistas Profesionales.

“Actualmente la protetización tiene como principal objetivo integrar al paciente a la vida cotidiana”, explica José Luis. Para ello es esencial lo que se conoce como el círculo de tratamiento protésico, “el cual requiere de un equipo multidisciplinario compuesto por terapeuta, psicólogo, protesista, entre otros; y ocho fases”, explica por su parte René Govea, director de Academy y protesista en México y LATAM de Ottobock, empresa alemana especializada en la fabricación de prótesis, ortesis y sillas de ruedas de alta tecnología.

 

                      EL PRIMER PASO

 

El primer paso es la valoración por un protesista y el médico encargado de la amputación o lesión para verificar las necesidades de acuerdo con su edad, peso y actividades diarias, además de determinar el tiempo aproximado de recuperación y rehabilitación.

Una vez que se determina si es viable la prótesis, se inicia la terapia pre protésica para fortalecer y tonificar el muñón, con un especialista en rehabilitación (médico o fisioterapeuta) que asesora al paciente acerca de los ejercicios que debe realizar.

En la etapa de recomendación, el protesista vuelve a revisar el muñón y realiza una serie de preguntas para poder evaluar el nivel de actividad que tendrá el paciente con la prótesis. Basándose en este análisis, el especialista determina el tipo de prótesis ideal, los componentes necesarios para esta y se calculan los precios y materiales.

Para la toma de medidas, el muñón debe estar completamente cicatrizado y la terapia debe de continuar sin pausarse, en este momento el protesista toma por medio de un molde en yeso o fotografías digitales todas las medidas necesarias del muñón para hacer su socket de prueba, es decir, la conexión entre el muñón y el resto de la prótesis.

Ya en la producción, el molde sirve al protesista para realizar las primeras pruebas con un socket que no será el definitivo, este servirá para que el paciente se adecue a la prótesis y determinar en qué puntos del muñón se distribuye el peso y así evitar dolores o roces.

Después se realiza una prueba durante seis a ocho semanas en búsqueda de cualquier ajuste necesario a la prótesis a fin de que le sea cómoda al paciente, ya que los cambios físicos más importantes del muñón se presentan en este primer lapso de tiempo. Una vez que el paciente se siente 100 por ciento cómodo y seguro con estos ajustes se fabrica el socket definitivo.

Con la prótesis lista se inicia la rehabilitación post protésica en la que el paciente tiene que aprender a modificar y controlar su movimiento, realizar ejercicios repetitivos y entrenamiento para llegar a realizar sus actividades diarias; mientras que, en la etapa de control de calidad, el paciente debe de ser honesto sobre el desempeño de su prótesis para realizar algún cambio si es necesario.

El control continúo es la última fase y es muy importante, aunque muchos pacientes incumplen porque deben mantenerse en comunicación con su protesista y avisar ante cualquier cambio en la comodidad o desempeño de la prótesis.

 

            DE SOBREVIVIENTE A CONFERENCISTA

 

A los 23 años, Alberto Guerrero, perdió a su mejor amigo y una pierna en un accidente automovilístico en septiembre de 2018. México ocupa el séptimo lugar mundial en siniestros viales. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren en el mundo cerca de 1.3 millones de personas en accidentes de tránsito, y entre 20 y 50 millones padecen traumatismos no mortales causantes de discapacidad.

Según datos del Instituto Nacional de Salud Pública, México ocupa el séptimo lugar a nivel mundial y el tercero en Latinoamérica en muertes por siniestros viales, con 22 decesos de jóvenes de entre 15 y 29 años al día, y 24 mil decesos en promedio al año. Los siniestros viales constituyen la primera causa de muerte en jóvenes de entre 5 y 29 años de edad y la quinta entre la población general.

Después de dos años y medio de espera, 11 cirugías y prolongadas estancias hospitalarias, Alberto ya tiene una prótesis adaptada a sus necesidades.

Beto, sufrió una amputación que se realiza en el área de la articulación de la cadera y es su pelvis la que controla la prótesis de Ottobock que consta de un pie protésico, una articulación de rodilla, una articulación de cadera, adaptadores y elementos de unión con el encaje protésico que se adapta al muñón.

Su prótesis es una de las más complejas que se fabrican en fibra de carbono, con un peso de 4 a 5 kilogramos y para obtenerla, Beto superó diversos procesos físicos y mentales. En el momento de su amputación Beto recibió mucho apoyo de amigos y familiares, lo que le permitió seguir adelante y buscar opciones para poder retomar todas sus actividades, como por ejemplo jugar al futbol.

Además, Beto desarrolló nuevas capacidades que no tenía antes como la práctica del golf, la cual comenzó a realizar después del accidente e incluso durante los meses de confinamiento por la pandemia.

A raíz de su situación, Beto creó la fundación De Un Segundo a Otro para ayudar a las personas de bajos recursos a conseguir sus prótesis. Beto también es conferencista motivacional en Guanajuato, Ciudad de México y Querétaro para inspirar a los jóvenes a seguir adelante y tener la mejor actitud ante la adversidad.

 

 

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