¿SABES QUÉ ES EL CÍRCULO DE
TRATAMIENTO PROTÉICO
Y POR QUÉ ES CLAVE PARA UN
AMPUTADO?
*A los 23 años, Beto perdió a su mejor amigo
y una pierna en un accidente automovilístico; ahora, además de tener prótesis,
creó una fundación y es conferencista motivacional
Se
estima que cerca de 58 millones de personas viven con amputación de
extremidades por causas traumáticas en todo el mundo según el estudio “Prevalencia mundial de amputaciones
traumáticas no mortales de miembros” publicado por el Centro Nacional para
la Información Biotecnológicade la Biblioteca Nacional de
Medicina de Estados Unidos.
La
organización Coalición de Amputados considera que tras una cirugía es
importante tomar una decisión acerca de si una prótesis será la mejor opción
para el paciente según sus actividades.
“No
hay una prótesis mágica, por muy sofisticada que sea, tiene que pasar por un
proceso de adaptación y adaptabilidad. Los pacientes creen que con una prótesis
cara ya van a caminar, pero esto no es así, por ello, es muy importante
platicar y conocer muy bien al paciente”, explica José Luis Aguilar Ramírez,
presidente del Colegio Mexicano de Ortesistas y Protesistas Profesionales.
“Actualmente
la protetización tiene como principal objetivo integrar al paciente a la vida
cotidiana”, explica José Luis. Para ello es esencial lo que se conoce como el
círculo de tratamiento protésico, “el cual requiere de un equipo
multidisciplinario compuesto por terapeuta, psicólogo, protesista, entre otros;
y ocho fases”, explica por su parte René Govea, director de Academy y
protesista en México y LATAM de Ottobock, empresa alemana especializada en la
fabricación de prótesis, ortesis y sillas de ruedas de alta tecnología.
EL PRIMER PASO
El
primer paso es la valoración por un protesista y el médico encargado de la
amputación o lesión para verificar las necesidades de acuerdo con su edad, peso
y actividades diarias, además de determinar el tiempo aproximado de
recuperación y rehabilitación.
Una
vez que se determina si es viable la prótesis, se inicia la terapia pre
protésica para fortalecer y tonificar el muñón, con un especialista en
rehabilitación (médico o fisioterapeuta) que asesora al paciente acerca de los
ejercicios que debe realizar.
En
la etapa de recomendación, el protesista vuelve a revisar el muñón y realiza
una serie de preguntas para poder evaluar el nivel de actividad que tendrá el
paciente con la prótesis. Basándose en este análisis, el especialista determina
el tipo de prótesis ideal, los componentes necesarios para esta y se calculan
los precios y materiales.
Para
la toma de medidas, el muñón debe estar completamente cicatrizado y la terapia
debe de continuar sin pausarse, en este momento el protesista toma por medio de
un molde en yeso o fotografías digitales todas las medidas necesarias del muñón
para hacer su socket de prueba, es decir, la conexión entre el muñón y el resto
de la prótesis.
Ya
en la producción, el molde sirve al protesista para realizar las primeras
pruebas con un socket que no será el definitivo, este servirá para que el
paciente se adecue a la prótesis y determinar en qué puntos del muñón se
distribuye el peso y así evitar dolores o roces.
Después
se realiza una prueba durante seis a ocho semanas en búsqueda de cualquier
ajuste necesario a la prótesis a fin de que le sea cómoda al paciente, ya que
los cambios físicos más importantes del muñón se presentan en este primer lapso
de tiempo. Una vez que el paciente se siente 100 por ciento cómodo y seguro con
estos ajustes se fabrica el socket definitivo.
Con
la prótesis lista se inicia la rehabilitación post protésica en la que el
paciente tiene que aprender a modificar y controlar su movimiento, realizar
ejercicios repetitivos y entrenamiento para llegar a realizar sus actividades
diarias; mientras que, en la etapa de control de calidad, el paciente debe de
ser honesto sobre el desempeño de su prótesis para realizar algún cambio si es
necesario.
El
control continúo es la última fase y es muy importante, aunque muchos pacientes
incumplen porque deben mantenerse en comunicación con su protesista y avisar
ante cualquier cambio en la comodidad o desempeño de la prótesis.
DE SOBREVIVIENTE A CONFERENCISTA
A
los 23 años, Alberto Guerrero, perdió a su mejor amigo y una pierna en un
accidente automovilístico en septiembre de 2018. México ocupa el séptimo lugar
mundial en siniestros viales. De acuerdo con la Organización Mundial de la
Salud, cada año mueren en el mundo cerca de 1.3 millones de personas en accidentes
de tránsito, y entre 20 y 50 millones padecen traumatismos no mortales
causantes de discapacidad.
Según
datos del Instituto Nacional de Salud Pública, México ocupa el séptimo lugar a
nivel mundial y el tercero en Latinoamérica en muertes por siniestros viales,
con 22 decesos de jóvenes de entre 15 y 29 años al día, y 24 mil decesos en
promedio al año. Los siniestros viales constituyen la primera causa de muerte
en jóvenes de entre 5 y 29 años de edad y la quinta entre la población general.
Después
de dos años y medio de espera, 11 cirugías y prolongadas estancias
hospitalarias, Alberto ya tiene una prótesis adaptada a sus necesidades.
Beto,
sufrió una amputación que se realiza en el área de la articulación de la cadera
y es su pelvis la que controla la prótesis de Ottobock que consta de un pie
protésico, una articulación de rodilla, una articulación de cadera, adaptadores
y elementos de unión con el encaje protésico que se adapta al muñón.
Su
prótesis es una de las más complejas que se fabrican en fibra de carbono, con
un peso de 4 a 5 kilogramos y para obtenerla, Beto superó diversos procesos
físicos y mentales. En el momento de su amputación Beto recibió mucho apoyo de
amigos y familiares, lo que le permitió seguir adelante y buscar opciones para
poder retomar todas sus actividades, como por ejemplo jugar al futbol.
Además,
Beto desarrolló nuevas capacidades que no tenía antes como la práctica del
golf, la cual comenzó a realizar después del accidente e incluso durante los
meses de confinamiento por la pandemia.
A
raíz de su situación, Beto creó la fundación De Un Segundo a Otro para
ayudar a las personas de bajos recursos a conseguir sus prótesis. Beto también
es conferencista motivacional en Guanajuato, Ciudad de México y Querétaro para
inspirar a los jóvenes a seguir adelante y tener la mejor actitud ante la
adversidad.
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