METABOLISMO ENERGETICO PARA
PRINCIPIANTES*
Imagina
una vela, la cual está formada por parafina, que es un hidrocarburo, esto
significa que procede de combustibles fósiles, en donde la molécula base es el
metano (CH4); es decir, que la vela está compuesta por los elementos carbono
(C) e hidrógeno (H).
La
llama de una vela se mantiene gracias al oxigeno que se encuentra en el aire
(O2). Por lo tanto, en ausencia de oxígeno no puede haber fuego.
Antoine
Lavosier (1743-1794), nos mostró que “la materia no se crea ni se destruye,
solo se transforma”, por lo tanto, el metano y el oxígeno se convertirán en
bióxido de carbono (CO2) y agua en estado gaseoso (H2O).
Recuerda
que el bióxido de carbono es un gas fundamental para la vida de las plantas, ya
que estas lo utilizan como nosotros al oxígeno.
Entonces,
cuando las plantas “respiran” bióxido de carbono, “exhalan” oxígeno, el mismo
que nosotros utilizamos al respirar y después exhalar bióxido de carbono.
Pero
¿Qué pasa con el agua? Las moléculas de agua que resultan en los procesos
químicos son arrojadas al ambiente en forma de gases, para así continuar con el
ciclo del agua, donde se convierte en líquido y pasa a formar parte de los
océanos.
Entonces
¿cómo nuestro cuerpo transforma la energía? Piensa en nuestro cuerpo como una
máquina de vapor. Primero encendemos la caldera utilizando hidrocarburos,
oxígeno y una chispa. Es así como producimos fuego para elevar la temperatura y
formar el vapor que servirá mover los pistones que hacen girar las ruedas.
Nosotros
recibimos combustible de los alimentos y dentro de nuestro cuerpo se
transforman en energía que utilizamos para vivir.
La
energía la medimos en calorías; así es, todos los alimentos aportan calorías,
algunos más que otros y es nuestro deber saber diferenciar entre las calorías
útiles y las que no lo son.
Por
ejemplo; la fruta tienes carbohidratos los cuales son la principal fuente de
energía de nuestro cuerpo, pero además cuenta con vitaminas, minerales, fibra y
otros nutrientes necesarios para mantener nuestra salud.
A
diferencia de las golosinas, que solo tienen carbohidratos y no aportan nada
más que energía en exceso que será almacenada como tejido adiposo (grasa); así
es, la grasa que almacenamos es la forma en que nuestro cuerpo guarda esa
energía que no utilizamos. Las proteínas también funcionan como fuente de
energía, pero sólo en casos extremos (desnutrición) se utilizarán como energía
ya que su principal función es la de formar estructuras en nuestro cuerpo.
Recapitulando:
los carbohidratos son moléculas formadas por carbono, oxígeno e hidrógeno, que
al entrar en nuestro cuerpo en forma de alimentos se transforman en energía,
dejando los remanentes de bióxido de carbono y agua que serán exhalados por
nuestros pulmones.
Cuando
no consumimos suficientes carbohidratos nuestro cuerpo transforma las grasas y
proteínas en carbohidratos para ser utilizados como energía y esto puede
generar alteraciones en nuestra salud.
Así
que cada vez que elijas un alimento piensa en las calorías de éste y procura
que además cuenten con vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes y proteínas.
Evita
las grasas saturadas; éstas se relacionan con problemas en el corazón entre
otros más. Visita a tu nutriólogo él sabrá recomendarte una alimentación balanceada
con base a tus necesidades.
*(Por
el doctor Alberto Molás, Miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de
Herbalife Nutrition).
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