¿CÓMO CUIDAR LA PIEL AL
ENVEJECER?
*Más allá de los signos de envejecimiento,
nuestra piel sufre muchos cambios con la edad, entre los más comunes está la
queratosis seborreica y la queratosis actínica
Nuestra
piel evoluciona de manera maravillosa desde que nacemos con el objetivo de
proteger el interior de nuestro cuerpo no sólo de factores ambientales, sino
también de golpes, raspones y demás.
La
piel cumple diversas funciones; al tener en su estructura receptores nerviosos
podemos percibir el tacto, el dolor y la presión, nos ayuda con el equilibrio
de líquidos y de ahí la importancia de mantenerla hidratada, entre otras
tantas. Conforme vamos envejeciendo, la piel sufre cambios importantes: en la
adolescencia aparecen brotes, en la adultez temprana se reduce la producción de
colágeno y en la adultez tardía aparece pigmentación en diversas zonas del
cuerpo, las líneas profundas de expresión se acentúan y la firmeza se reduce de
manera considerable.
Siempre
le damos importancia al cuidado facial; sin embargo, se nos olvida darle
cuidados constantes a nuestro cuerpo a lo largo de nuestra vida.
Nuestra
piel se divide principalmente en tres capas: la epidermis (parte externa) que
contiene células cutáneas, pigmento y proteínas; la dermis (la parte media) que
contiene células cutáneas, vasos sanguíneos, nervios, folículos pilosos y
glándulas sebáceas y es la que se encarga de suministrar nutrientes a nuestra
capa superficial y por último, la capa subcutánea (la más profunda) la cual
contiene glándulas sudoríparas, vasos sanguíneos y grasa.
Cada
una de estas partes cuenta con tejido conectivo con fibras de colágeno que
brindan soporte y fibras de elastina que son las encargadas de que nuestra piel
tenga fuerza y flexibilidad.
DESPUES DE LA MENOPAUSIA
¿Cómo
cuidar nuestra piel en la tercera edad? Antes de entrar en detalles, debes
saber que existen algunos cambios comunes en la piel; para empezar, la dermis
se adelgaza dando una textura de papel, los melanocitos (células con pigmento)
se disminuyen, pero los que permanecen aumentan de tamaño dando entrada a las
manchas seniles principalmente en rostro y manos, estas son comunes en adultos
mayores de 50 años, pero pueden aparecer en personas más jóvenes en caso de que
pasen mucho tiempo al sol.
Los
vasos sanguíneos de la dermis se vuelven más delgados, por lo que la aparición
de moretones es más constante; y por último y no menos importante, la piel
pierde su humectación natural debido a que las glándulas sebáceas disminuyen la
producción de aceite a medida que envejecemos.
En
mujeres que acaban de pasar por la menopausia, es importante la humectación de
la piel y para ello es necesario utilizar productos adecuados que no sean
agresivos y que contengan activos naturales.
La
barra de jabón deja de ser una opción. Debido a que la capa grasa de nuestra
piel se reduce, aumenta la posibilidad de una irritación gracias a los
ingredientes que algunas barras pueden contener: sosa caustica, formaldehídos,
ftalatos, parabenos, fragancias sintéticas, petróleo, sodio, entre otras cosas.
Lo
mejor es optar por un gel de ducha para piel sensible como el que ofrece
Sopharma pH5, que contiene entre sus activos glicerina vegetal, que ayuda a
mejorar la hidratación y humectación de la piel, brinda sensación calmante y
promueve la retención de la humedad de la piel; D-PANTENOL, que ayuda a la
renovación celular, repara y cicatriza el tejido dañado y al formar parte de
las vitaminas B, ayuda a incrementar la retención de humedad en la piel,
mejorando su aspecto, manteniéndola flexible y elástica; si nunca has escuchado
del bisabolol, es momento de que busques los productos que lo contienen, ya que
este activo es ideal para reparar la piel, restaurando la salud en la barrera
cutánea para una piel menos irritada, lo que también evita la pérdida de agua y
reduce el enrojecimiento.
Por
otro lado, el uso constante de una crema sólida es ideal para devolverle la
humectación necesaria a nuestra piel. Al elegirla, es importante que optes por
aquellas que sean:
De
alta humectación y fácil aplicación, que no sea pegajosa y se absorba
rápidamente, que sea suave y emoliente.
Con
su aplicación continua estimularemos las defensas naturales de la dermis,
beneficiando la recuperación de nuestro pH, el cual oscila entre 5 y 5.5.
Existen
líneas como Sopharma pH5 que están diseñadas especialmente para pieles
sensibles, estresadas o con tendencia atópica y que requieren de un cuidado
especial. Haz del cuidado de tu piel una rutina de por vida y ayúdala a madurar
de forma sana.
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