CELEBREMOS ADECUADAMENTE EL
30 DE ABRIL, DIA DEL NIÑO
*Enseñar a los niños a alimentarse
adecuadamente, fundamental para bajar índices de obesidad explica experto
internacional
Entre
todos los desafíos que tienen los padres, como educadores, también está el de
educar nutricionalmente a sus hijos. Particularmente en esta era, en la que
están rodeados de estímulos de consumo que tenemos que ayudarlos a comprender,
para que comiencen su camino de explorar su propia alimentación con libertad y
con la información necesaria.
Según
la UNICEF, en México 1 de cada 3 niños o adolescentes entre los 6 y 19 años
padece sobrepeso y obesidad. La pandemia por COVID-19 también ha favorecido que
los niños al quedarse en casa aumenten su sedentarismo.
El
nutriólogo Matías Marchetti experto en alimentación y conducta familiar nos
explica que, “lo primero para tener en cuenta es que la infancia es el momento
en el que se crean los hábitos que luego se mantendrán durante toda la vida. La
población infantil es un grupo especialmente vulnerable a desequilibrios
nutricionales, pero también muy receptivo a cualquier educación y aprendizaje”.
En
otras palabras, “¡No prohibamos! Enseñemos. De esta forma, sabrán tomar
decisiones conscientes y autogestionadas”, enfatiza el experto internacional.
Estos
son algunos consejos para las mamás y papás en cuanto a la alimentación de sus
hijos:
● Cocinar mejor la noche anterior para no
resolver con ultraprocesados de último momento.
● Involucrar a niños en la preparación de sus
comidas. Explicarles para qué sirven los alimentos, cuáles son sus propiedades
y por qué es tan importante comer variado.
● Designar una botella de agua para que
lleven diariamente a las actividades que realicen, y reforzar la idea de que la
hidratación es tan importante como las comidas. ¡Y que el agua siempre es la
mejor opción!
● Si van a comer fuera de casa, contar con
pequeños tupper herméticos para poder transportar los alimentos de forma segura
y sin que pierdan sus propiedades organolépticas; y evitar los alimentos que
puedan correr riesgo de rápida descomposición por pérdida de la cadena de frío,
como los yogures.
● Asegurarse de ofrecer variedad. Incluyendo
legumbres, cereales, carnes magras, lácteos descremados, frutos secos, semillas
y, sobre todo, muchas frutas y verduras. ¡Cuantos más colores, más nutrientes!
● Es importante limitar los alimentos con
alto contenido de grasa, sal y azúcar.
● Pensar ideas divertidas, pero siempre
caseras: formitas de pollo o pescado hechas en casa en lugar de compradas,
frutas en vez de postres industrializados, untables de frutos secos o legumbres
en lugar de aderezos, etc. Y para las colaciones, granolas o frutos secos en
vez de cereales azucarados, budines caseros y nutritivos en lugar de galletas o
galletitas…
En
las comidas que hagan todos juntos en familia, el experto argentino Matías
Marchetti recomienda:
● Los más pequeños están en un constante
período de aprendizaje y la mejor manera de educarlos nutricionalmente es con
el ejemplo.
● Dejemos de lado la regla de "dejar el
plato limpio". Que sepan escuchar su cuerpo y reconocer la saciedad
ayudará a que no coman de más. Ahora y en la adultez.
● Ofrezcamos la fruta entera y no sólo su
jugo. De esa forma van a aprovechar toda su fibra, en lugar de consumir solo el
azúcar.
● Presentemos un mismo alimento de formas
variadas y no nos rindamos ante el primer “no me gusta”. ¡Hay tantas
alternativas!
● Prohibir alimentos puede volverlos más
“tentadores”. Mejor, ¡eduquémoslos para que reconozcan lo que les hace bien!
● Conversemos con ellos sobre nutrición: que
sepan por qué es tan importante lo que comen y entiendan que el mensaje que les
damos en casa tal vez no sea el mismo que recibirán afuera. ¡Estará en ellos
saber llevar su bandera!
● No compren lo que no queremos que esté a la
vista y a la mano de los niños en la despensa como dulces, refrescos y
ultraprocesados.
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