11 DE ABRIL: DIA MUNDIAL DEL
PARKINSON
*Estimulación cerebral profunda, tratamiento
exitoso para el control de los desórdenes del movimiento
La
enfermedad de Parkinson se encuentra en el tercer lugar en frecuencia dentro de
las enfermedades neurológicas y se presenta de 150 a 200 casos por cada cien
mil habitantes al año en diversas partes del mundo. En México, 50 de cada cien
mil habitantes se registran anualmente.
Dado
que los movimientos involuntarios que presentan las personas que viven con la
Enfermedad de Parkinson afectan la calidad de vida, médicos neurólogos cada día
buscan nuevas opciones para controlar e incluso eliminar estos movimientos,
haciendo que el paciente retome su vida de manera natural.
Uno
de los procedimientos con mayor éxito para el control de estos síntomas es la
estimulación cerebral profunda, el cual involucra la implantación de electrodos
a nivel cerebral, los cuales producen impulsos eléctricos en ciertas zonas,
ayudando a reducir los movimientos involuntarios y los tremores.
“La
estimulación cerebral profunda es un procedimiento neuroquirúrgico que implica
el desplazamiento de un neuroestimulador y electrodos en áreas del cerebro para
trastornos del movimiento tal como sucede con la Enfermedad de Parkinson, así
como epilepsia y otras afecciones, trastorno obsesivo compulsivo o síndrome de
Tourette. En general, el dispositivo comienza a modular las señales del cerebro
hacia la actividad y función normales y este proceso sin duda mejora la calidad
de vida de los pacientes”, explicó el doctor Amir Faraji, neurocirujano del
Hospital Houston Methodist.
El
especialista agregó que “la estimulación cerebral profunda para la Enfermedad
de Parkinson se aprobó por primera vez en Estados Unidos en 1997. Para cada
enfermedad que conlleve movimientos involuntarios los electrodos
neuroestimuladores se colocan en diferentes áreas de destino”.
“En
el caso de la enfermedad de Parkinson, hay dos áreas principales de destino
para los implantes de electrodos: el núcleo subtalámico y el globo pálido. Sólo
para darte una idea de dónde están estos objetivos, están en el centro del
cerebro, ubicado detrás de los ojos y entre los oídos”, explicó el especialista
del Hospital Houston Methodist.
A
la pregunta expresa de si todos los pacientes con Enfermedad de Parkinson son
candidatos para este tipo de procedimientos, el doctor Faraji comentó que, “el
paciente generalmente es referido por un neurólogo. Un candidato tradicional
demuestra una respuesta a la terapia de reemplazo de levodopa durante al menos cuatro
meses, no debe tener demencia ni depresión, debe tener una resonancia magnética
que indica que es normal para la edad y debe obtener el visto bueno de su
médico de que podría someterse a cirugía”.
La
cirugía usualmente consiste en dos etapas en las cuales, en la primera se
implantan los electrodos cerebrales con el paciente parcialmente despierto
durante partes de la cirugía, en la segunda, después de dos semanas, se coloca
la batería debajo del pecho, los cables se conectan a los electrodos cerebrales
y listo, el paciente puede ir a casa.
Cada
cirugía conlleva un riesgo, pero usualmente es bien tolerada por los pacientes.
Si bien esta no es una cura para el Parkinson, es una forma muy eficiente de
tratar los síntomas y reducirlos, mejorando significativamente la calidad de
vida de los pacientes.
“La
calidad de vida del paciente mejora increíblemente y tras esta cirugía muchos
pacientes pueden incluso alimentarse por sí mismos, los temblores se reducen y
puedan gozar de una movilidad completa, presentan menor rigidez, pueden estar
lúcidos por largos periodos y la dosificación de los medicamentos. En fin, este
procedimiento idealmente resulta en un beneficio total para la calidad de vida
del paciente y de su familia”, concluyó el especialista del Hospital Houston
Methodist.
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