LA CIENCIA DETRÁS DEL
DESARROLLO DE LA VACUNA CONTRA COVID-19
El
desarrollo, las pruebas y la fabricación de vacunas es un proceso lento que
dura años o décadas; sin embargo, dada la necesidad crítica de una vacuna
contra el COVID-19, los investigadores de todo el mundo están trabajando a un
ritmo sin precedentes para desarrollar una vacuna segura y eficaz lo más rápido
posible.
Si
bien este proceso avanza mucho más rápido que el desarrollo de vacunas
anteriores, los expertos nos afirman que podemos sentirnos cómodos de que la
seguridad no se va a sacrificar una vez que la vacuna esté lista para
distribuir.
Al
respecto, el doctor H. Dirk Sostman, presidente del Instituto Académico del
Hospital Houston Methodist nos comenta qué, “a lo largo del desarrollo de la
vacuna, los ensayos están siendo monitoreados en cuanto a sus perfiles de
seguridad por paneles especializados independientes que supervisan cada ensayo;
además de agencias reguladoras como la FDA en los Estados Unidos, y las
agencias correspondientes en el Reino Unido y la Unión Europea. Los resultados
de los ensayos de vacunas estarán disponibles para una revisión independiente
también”.
El
experto aclara las tres razones principales por las que el desarrollo de la
vacuna contra el COVID-19 ha progresado tan rápidamente, sin sacrificar su
seguridad:
1.-
Los científicos han podido aprovechar las investigaciones anteriores sobre el
coronavirus y las vacunas. El nuevo coronavirus que provoca el COVID-19 es muy
similar a los coronavirus anteriores que han dado el salto de los animales a
las personas (SARS y MERS), y también es similar a los coronavirus que provocan
los resfriados comunes.
Estas
similitudes, así como la investigación previa sobre nuevas estrategias de
vacunas que son más rápidas de desarrollar, han permitido a los investigadores
comenzaran a probar candidatas a vacunas solo tres meses después de que este
nuevo virus apareciera en humanos.
2.-
Se están desarrollando y probando decenas de candidatas a vacunas simultáneamente.
Desarrollar una vacuna contra el COVID-19 se ha convertido en un verdadero
esfuerzo global. La creación de una vacuna segura y eficaz conlleva muchas
pruebas y errores, pero con varias decenas de vacunas candidatas en ensayos
clínicos, la naturaleza de la “prueba y error” característica del desarrollo de
cualquier vacuna, está siendo superada por el número de candidatos a vacunas
que se están probando al mismo tiempo.
3.-
Se está utilizando tecnología innovadora para desarrollar vacunas y existe un
apoyo financiero sin precedentes. Aunque algunas de las nuevas técnicas
empleadas en la realización de vacunas, como las de ARN mensajero y las vacunas
de vectores virales no replicantes, no han sido previamente aprobadas para su
uso; se consideran seguras, fáciles de desarrollar y rápidas de fabricar.
GRAN
RESPALDO FINANCIERO
Por
otro lado, los gobiernos de todo el mundo están brindando un gran respaldo
financiero para garantizar que se desarrolle una o varias vacunas seguras y
efectivas lo más rápido posible. Por ello, los investigadores han podido
impulsar estas nuevas tecnologías a través del desarrollo, con poco riesgo
financiero, y a un ritmo mucho más rápido.
El
doctor Sostman, experto en vacunas del Hospital Houston Methodist, nos lleva a
continuación por un recorrido para explicarnos la ciencia detrás de los
diferentes tipos de vacunas candidatas contra el COVID-19:
“Hay
diferentes tipos de vacunas, pero todas persiguen el mismo objetivo: estimular
el sistema inmunológico de una persona para crear los anticuerpos protectores
específicos y las células inmunitarias necesarios para reconocer y responder a
un virus de manera rápida y eficaz, previniendo o reduciendo la gravedad de una
enfermedad. De igual manera, hay actualmente varios tipos de vacunas candidatas
contra el nuevo coronavirus: las principales son: 1) aquellas basadas en ADN y
ARN mensajero, 2) las basadas en vectores virales no replicantes, 3) las
vacunas virales inactivas y 4) las que son desarrolladas a base de proteínas”,
explica el especialista.
Vacunas basadas en ADN y ARN
mensajero:
contienen material genético viral sintético y no infeccioso que tus células
pueden usar para crear componentes virales. Dado que estos componentes no se
ensamblan en un virus completo (no vivo), en realidad no pueden enfermarte; sin
embargo, si pueden estimular una respuesta inmunitaria al virus.
Las
vacunas basadas en ARN y ADN son fáciles de desarrollar, pero utilizan
tecnología nueva que no se había autorizado previamente en una vacuna. Hay
mucho optimismo de que estas técnicas representen un nuevo avance en la rapidez
de la fabricación de vacunas y que sean muy seguras y efectivas.
Ejemplos
de laboratorios que están probando vacunas candidatas de este tipo: Moderna y
Pfizer (ambas de EUA en fase 3, que recientemente informaron 95% de efectividad
y están por ser aprobadas ya), Sanofi (Francia fase 1).
Vacuna de vector viral no
replicante:
su desarrollo consiste en la inyección de material genético del nuevo
coronavirus en otro virus vivo, pero quitándole lo infeccioso, como el
adenovirus de la gripa común. Este material genético puede ser utilizado por
tus células, para producir componentes virales inactivos, que a su vez puede
ayudar a estimular una respuesta inmunitaria.
Esta
técnica tiene una larga historia de éxito en la terapia génica, pero no se ha
autorizado su uso previamente en vacunas. Ejemplos de laboratorios que están
probando vacunas candidatas de este tipo: AstraZeneca-Universidad de Oxford
(Reino Unido en fase 3 y que recientemente anunció que tiene un 70% de
efectividad y está cerca de ser aprobada), CanSinoBio (China fase 3), Johnson
& Johnson (EUA fase 3), Sputnik (Rusia fase 3).
Vacuna viral inactivada: a través de su mecanismo
hace que el nuevo coronavirus no sea infeccioso, utilizando sustancias químicas
como formaldehído, o calor. Este tipo de vacuna es eficaz, pero debido a que
requiere comenzar con grandes cantidades de virus vivo, la fabricación a gran
escala de una vacuna de tipo viral inactivada puede llevar bastante tiempo.
Ejemplos
de laboratorios que están probando vacunas candidatas de este tipo: Sinopharm,
Sinovac e Instituto Wuhan, las tres de China y todas ellas en fase 3.
Vacuna a base de proteínas: consta de componentes
virales no infecciosos que, cuando se eligen estratégicamente, pueden estimular
el sistema inmunológico. Este tipo de vacuna requiere comúnmente un adyuvante,
una molécula estimulante del sistema inmunológico adicional, así como múltiples
dosis.
Este
tipo de vacuna se puede producir creando partículas similares al virus que
imitan la capa exterior del mismo, pero no contienen material genético dentro
de dicha capa.
Estos
pueden desencadenar una fuerte respuesta inmunitaria, pero pueden ser difíciles
de fabricar a gran escala. Ejemplo de laboratorio que está probando vacuna
candidata de este tipo: Novavax (EUA fase 3).
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