CONTROL DE AIJ, MENOR ESTRÉS
PARA EL PACIENTE Y SU CUIDADOR
*La Artritis Idiopática Juvenil afecta a niños y adolescentes menores de 16
años y es una enfermedad crónica y tratable; está considerada como la
enfermedad reumática más frecuente en los menores
La
Fundación Mexicana para Enfermos Reumáticos, A. C. (FUMERAC) realizó el
encuentro virtual denominado “La calidad
de vida en pacientes con Artritis Idiopática Juvenil (AIJ) y sus cuidadores”,
a fin de generar conocimiento y conciencia sobre el impacto que tiene la AIJ en
menores de 16 años, ya que ésta es considerada la enfermedad reumática más
frecuente en niños y adolescentes en el mundo, y es dos veces más recurrente en
las niñas.
Por
lo que el diagnóstico y el tratamiento oportuno son fundamentales para mejorar
la calidad de vida de quienes la padecen.
La AIJ es una enfermedad crónica y de origen
desconocido que tiene como órgano blanco a las articulaciones y a los tejidos
circundantes provocando inflamación, dolor y daño estructural en las zonas
afectadas, pero también compromete otros órganos e impacta en el crecimiento y
desarrollo.
Al
igual que los pacientes reumáticos adultos, los de carácter pediátrico, también
experimentan rigidez matutina; la cual
es difícil de expresar por los niños y puede interpretarse por los cuidadores
de manera errónea como “flojera” para iniciar las actividades diarias cuando se
trata de una manifestación de la enfermedad que, debido al dolor constante,
reduce la actividad física y limita el desarrollo de actividades escolares,
deportivas y sociales, afectando de manera significativa la vida de los
pequeños y de manera consecuente la de los cuidadores, quienes con frecuencia
son los padres y familiares cercanos.
De
ahí que sea catalogada como una de las causas más importantes de incapacidad
funcional en esta edad.
Se
estima que la Artritis Idiopática Juvenil afecta de 80 a 90 menores de 16 años
por cada 100 mil niños a nivel mundial, mientras que en México no se cuenta con
cifras precisas, la afección se clasifica en siete diferentes formas clínicas y
la más frecuente a nivel mundial es la llamada oligoarticular, que suele
afectar a cuatro o menos articulaciones durante los primeros seis meses de la
aparición de la enfermedad; sin embargo, en México se estima que la forma más
frecuente es la poliarticular en la que se ven involucradas cinco o más
articulaciones.
DIAGNOSTICO
TEMPRANO Y TRATAMIENTO ADECUADO
Al
respecto, la reumatóloga pediatra Samara Mendieta enfatizó que “en la medida
que el menor acceda a un diagnóstico temprano, y por lo tanto a un tratamiento
adecuado, nos permitirá poder controlar la enfermedad, evitar la progresión de
la discapacidad y con ello, mejorar las condiciones de la calidad de vida del
paciente y su cuidador primario”.
Respecto
a las enfermedades de este tipo que se presentan en la niñez y en la
adolescencia, éstas complican aún más el desarrollo personal, por el trastorno
crónico, las exigencias del tratamiento y las posibles interacciones que
intensifican la preocupación por el aspecto físico, e interfieren con el
proceso de ganar independencia y perturban las relaciones con padres y amigos,
lo que genera un estrés a su alrededor.
Por
ello, como consecuencia de la enfermedad, se manifiesta una sobrecarga en el
cuidador de diferentes formas, tanto de carácter físico como psicológico.
De
igual manera, tienden a presentarse conflictos familiares, alteraciones
laborales, dificultades económicas, pérdida de contacto social y disminución,
hasta abandono, de las actividades sociales y de ocio.
Razón
por lo que lograr la remisión, es decir, el control de los signos y síntomas de
la enfermedad es fundamental, ya que la sobrecarga también influye en la
calidad de atención que se brinda.
“El
tratamiento de la Artritis Idiopática Juvenil está encaminado a mejorar la
calidad de vida de los pacientes al permitir que conserven un nivel normal de
actividad física, que puedan asistir a la escuela, tener amigos y actividades
en equipo y manejarse en el día a día sin mayores complicaciones, esto es
posible lograrlo con el tratamiento adecuado y el control de los síntomas. No
debemos perder de vista la relevancia de generar una inclusión para evitar el
aislamiento, ya que los cuidadores familiares y la escuela pueden contribuir a
lograr un entorno de bienestar para los niños y adolescentes que viven con AIJ
y esto sólo será posible a través del conocimiento y la sensibilización de la
enfermedad”, explicó la doctora Nadina Rubio, especialista en reumatología
pediátrica.
Finalmente,
el profesor Hiram Reyes, presidente de la Fundación Mexicana para Enfermos
Reumáticos A.C., puntualizó que “dar acompañamiento a los pacientes y a los
cuidadores de AIJ es fundamental para nosotros en FUMERAC. Por un lado,
ayudamos a que los menores se desarrollaren física y emocionalmente, y, por
otro lado, acompañamos a los cuidadores por el proceso de aceptación emocional
para que le brinden al menor la confianza que necesita para enfrentar su
condición”.
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