jueves, 1 de diciembre de 2016


EL PESIMISMO PODRIA TENER EFECTOS NEGATIVOS PARA EL CORAZON


*Un estudio sugiere que las personas melancólicas tienen un riesgo más alto de muerte por enfermedad cardiovascular

*Siempre ver el vaso medio vacío, en lugar de medio lleno, aumentaría las probabilidades de morir de una enfermedad cardiaca, informan unos investigadores finlandeses


Un estudio de once años con casi tres mil hombres y mujeres encontró que los más pesimistas tenían más del doble de riesgo de morir de una enfermedad cardiaca que los menos pesimistas.
Y aunque el pesimismo se vinculó con un aumento en el riesgo de muerte relacionada con el corazón, el optimismo no pareció tener ningún efecto, encontró el estudio.
"El pesimismo parece ser un factor de riesgo bastante significativo de muerte por enfermedad cardiaca coronaria, tanto en hombres como en mujeres, incluso tras tener en cuenta los factores de riesgo clásicos y bien conocidos de la enfermedad cardiovascular", señaló el doctor Mikko Pankalainen, autor líder del estudio e investigador del departamento de psiquiatría del Hospital Central de Paijat-Hame en Lahti, Finlandia.
Sin embargo, el estudio no probó que el pesimismo provocara el aumento en las muertes relacionadas con el corazón.
"Este hallazgo sugiere que nuestro conocimiento sobre la conexión entre el optimismo y la salud física dista mucho de ser completo", añadió Pankalainen.
“El nivel de pesimismo de una persona se puede medir fácilmente, y podría ser otro factor para determinar su riesgo de morir de una enfermedad cardiaca”, sugirió.
"En el futuro, podría ser una herramienta muy útil, junto con otros factores de riesgo conocidos como fumar, el azúcar alto en la sangre, la hipertensión y el colesterol alto, para determinar el riesgo de morir de una enfermedad cardiaca", planteó Pankalainen.
En el estudio, los investigadores usaron una prueba para medir el nivel de pesimismo y de optimismo de los participantes, que tenían de 52 a 76 años de edad.
Once años tras el inicio del estudio, los investigadores observaron las causas de muerte y usaron esos datos para calcular el rol del pesimismo en las muertes por enfermedad cardiaca.
El equipo de Pankalainen ajustó sus hallazgos para tomar en cuenta otros factores de riesgo, como la presión arterial y el tabaquismo.
Al respecto, la doctora Suzanne Steinbaum, directora de Salud Cardiaca de las Mujeres en el Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, se mostró de acuerdo en que "claramente hay una conexión entre la forma en que pensamos y percibimos el mundo, y cómo esto afecta a nuestro corazón".
Steinbaum, que no participó en el nuevo estudio pero está familiarizada con los hallazgos, explicó que "con el pesimismo, sabemos que hay un aumento en las hormonas inflamatorias y del estrés. Y es probable que eso afecte al corazón, conduciendo a ataques cardiacos y aterosclerosis", dijo.
"Aunque quizá no podamos afirmar que ser optimista le salvará, lo que podemos decir es que el pesimismo de verdad crea un ambiente estresante en el cuerpo y eso conduce a la enfermedad cardiaca", dijo.
Las personas pesimistas deben reentrenar su cerebro, aconsejó Steinbaum.
"Ser optimista no es un atributo innato, así que vale la pena el esfuerzo de cambiar la mente, de pensar de forma distinta", aseguró.
"No se puede siempre creer que sucederá lo peor. Hacer un esfuerzo por ver las cosas bajo una luz distinta puede marcar una diferencia".
La terapia conductual también podría ayudar, sugirió, porque "ese tipo de terapia está diseñada para ayudar a las personas a pensar sobre las cosas de forma distinta".
Steinbaum también dijo que es importante cuidar de uno mismo, porque cuando uno no se siente bien es más probable que sea pesimista.
"La vida es difícil, pero cuando uno se siente bien tiende a sentirse mejor sobre la vida en general", señaló.
El informe se publicó en línea el 17 de noviembre en la revista BMC Public Health.



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