jueves, 13 de febrero de 2025

 

PROMETEDOR TRATAMIENTO PARA PREVENIR LA

INSUFICIENCIA CARDIACA POST-INFARTO

EN RATONES, REVELA UN ESTUDIO

 


 

 

Un nuevo estudio de Cedars-Sinai revela que un medicamento especialmente formulado impidió que ratones de laboratorio desarrollaran insuficiencia cardiaca tras sufrir un infarto.

Este descubrimiento podría conducir a nuevos tratamientos para prevenir la insuficiencia cardiaca, una grave afección cardiaca que se desarrolla en hasta el 30% de los supervivientes de infarto en el plazo de un año.

La insuficiencia cardíaca se produce cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre y oxígeno para mantener los demás órganos del cuerpo.

Esta afección puede causar fatiga, dificultad para respirar, hinchazón y otros síntomas debilitantes y acortar la vida. Los infartos, que dañan el músculo cardiaco, son una de las causas más frecuentes.

El nuevo estudio, publicado en European Heart Journal, analizó el efecto de administrar una pequeña molécula conocida como PR-364 a ratones machos adultos de laboratorio que sufrieron un infarto de miocardio.

Los datos mostraron que este tratamiento preservó la potencia de bombeo del corazón y mitigó la progresión de la insuficiencia cardiaca en los ratones tratados frente a los no tratados.

Para averiguar por qué el PR-364 tuvo un efecto tan profundo, los investigadores realizaron otros experimentos de laboratorio con tejido y células de ratón junto con cardiomiocitos humanos, las células que forman el músculo cardiaco. También analizaron los cambios en las proteínas de los ratones que habían recibido el fármaco.

Los datos indicaron que el PR-364 mejoraba el funcionamiento de las mitocondrias, las pequeñas estructuras de las células que generan energía para alimentar las reacciones bioquímicas. Las mitocondrias sanas son impulsoras críticas de los procesos que protegen y reparan el corazón y otros músculos. El PR-364 alteró las mitocondrias de varias formas que resultaron benéficas:

Aumentando la mitofagia, el proceso por el que las mitocondrias dañadas por un infarto se destruyen y se eliminan del organismo, lo que ayuda a reparar el músculo cardiaco.

     Aumentando la producción de nuevas mitocondrias.

     Mejorando el funcionamiento general de las mitocondrias.

«En conjunto, estos efectos sugieren cómo el PR-364 ayudó a prevenir el desarrollo de insuficiencia cardiaca tras ataques cardiacos en ratones de laboratorio», señaló la doctora Jennifer Van Eyk, profesora de Cardiología del Instituto del Corazón Smidt de Cedars-Sinai y directora del Instituto de Biosistemas Clínicos Avanzados de Cedars-Sinai.

«Aunque nuestros datos no prueban que PR-364 tenga este impacto en los pacientes, señalan un camino singular y prometedor hacia el desarrollo de estrategias contra la insuficiencia cardiaca para los supervivientes de infartos». Van Eyk fue coautora del estudio junto con la doctora Roberta Gottlieb, que también trabajó en Cedars-Sinai.

Van Eyk señaló que los próximos pasos de esta investigación son tres: estudiar si una versión de segunda generación de PR-364 puede ser más eficaz, determinar si existen diferencias en las respuestas en función del sexo y profundizar en el funcionamiento de PR-364.

 

                  PROMETEDOR FUTURO

 

El doctor Eduardo Marbán, director ejecutivo del Instituto del Corazón Smidt de Cedars-Sinai, afirmó que las conclusiones del nuevo estudio son especialmente importantes, dado que cada vez hay más personas que sobreviven a un infarto de miocardio.

«Aunque varios fármacos han reducido las lesiones en ratones tras un infarto, casi todos son preventivos: Deben administrarse con antelación. Por desgracia, nadie tiene una bola de cristal para predecir cuándo se producirá un infarto en la vida real», afirma Marbán. «Lo que es especialmente destacable aquí es el hecho de que se observó una mejor recuperación cuando el PR-364 se administró dos horas completas después del infarto, lo que mejora la probabilidad de trasladarlo con éxito a los pacientes».

Otros autores de Cedars-Sinai son las coautoras Lizhuo Ai y Juliana de Freitas Germano, y Chengqun Huang, Marianne Aniag, Savannah Sawaged, Jon Sin, Reetu Thakur, Deepika Rai, Yang Song, Honit Piplani, Robert M. Mentzer y Aleksandr Stotland. Otros autores: Christopher Rainville, David E. Sterner, Suresh Kumar y Tauseef R. Butt.

Declaración de intereses: Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. El compuesto activador de Parkin PR-364 fue proporcionado por Progenra Inc. lo que no interfirió en los resultados y conclusiones aquí presentados. Progenra Inc. tiene previsto presentar patentes sobre el PR-364.

Financiación: Este trabajo ha sido financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) con las becas R01-HL144509 (J.E.V.E. y R.A.G.), R01-HL132075-01A (J.E.V.E. y R.A.G.), 1 R01 HL155346-01 (E.M. y J.E.V.E.), y1R43HL162163-01 (Progenra, Inc.). L.A. cuenta con el apoyo del Programa de Formación de Becarios del Instituto de Medicina Regenerativa de California (CIRM) (CIRM EDUC4-12751). A.S. cuenta con el apoyo del Cedars-Sinai Research Institute Winnick award AWD00001135-400023. El trabajo de Progenra contó con el apoyo de la Fundación Michael J Fox, Nueva York, EE.UU.. Asimismo, la cátedra Erika J Glazer Endowed Chair in Women's Heart Health (J.E.V.E.) y los fondos del Smidt Heart Institute y el Cedars-Sinai Medical Center a J.E.V.E. para el análisis proteómico.

 

 

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