martes, 4 de febrero de 2025

 

DISCURSOS DE ODIO DISFRAZADOS DE MENSAJES DE AUTOAYUDA


 

 

En la película Matrix, el protagonista debe elegir entre una pastilla roja, que revela una verdad oculta, y una azul para seguir viviendo en una realidad artificial.

Hoy, vivimos una versión peligrosa de esa trama en la vida real: creadores de contenido ofrecen su propia "píldora roja" —mensajes motivacionales que en realidad es odio— prometiendo liberar a los hombres de una supuesta conspiración feminista. Suena a ciencia ficción, pero este movimiento tiene consecuencias reales: fomenta el resentimiento y refuerza las desigualdades de género.

     Cómo funciona.- Imagina esto: tu hermano o tu mejor amigo terminó con su novia y se siente muy triste, está scrolleando en sus redes y encuentra a un creador de contenido que promete ayudarle a ser su mejor versión y superar ese rompimiento. ¿Suena bien, no? Pero cuidado. Detrás de algunos de estos mensajes "motivacionales" a veces se esconde algo muy perverso:: una ideología que disfraza de autoayuda el odio hacia las mujeres. Muchos de estos influencers, aunque parezcan gurús de superación personal y relaciones personales, llegan a difundir discursos de misoginia y estereotipos retrógrados que perjudican tanto a mujeres como a hombres.

El "Modo Guerra" es uno de los conceptos más problemáticos que promueve este tipo de grupos. La idea es que los hombres deben endurecerse, evitar vulnerabilidades y relacionarse con mujeres sólo si tienen el control. Aquí algunos ejemplos de su ideología:

Las mujeres con muchas parejas sexuales pierden valor. En realidad, la dignidad de cualquier persona no depende de su vida íntima.

El éxito profesional en una mujer es una desventaja. Esto minimiza los logros femeninos, perpetuando la idea de que el hombre debe ser el único proveedor y al mismo tiempo es una forma de promover el control sobre las mujeres.

La corresponsabilidad doméstica es una amenaza para la masculinidad. Un mensaje que sabotea el avance hacia la equidad en el hogar y los cuidados.

Este tipo de ideologías y movimientos utilizan foros y redes sociales para normalizar la violencia verbal y hasta física contra las mujeres, alimentando resentimiento y radicalización. Lo peor es que, al disfrazarse de “grupos de autoayuda“ o de “defensa de los hombres”, justifican comportamientos y actos  violentos que pueden poner en riesgo la seguridad y la  integridad de las personas, particularmente de las mujeres. Hablar de estas subculturas implica reconocer su complejidad y los peligros que representan para la igualdad de género y la justicia.

     ¿De dónde viene todo esto?: Este fenómeno no es nuevo. Desde los años setenta, movimientos como el Men’s Rights Activism en Estados Unidos comenzaron a argumentar que el feminismo perjudicaba a los hombres. Hoy, esta narrativa ha evolucionado y encontrado un hogar en comunidades digitales como la manosfera, que abarca desde los MGTOW (hombres que "se alejan" de las mujeres para recuperar su libertad) hasta grupos incel (célibes involuntarios) que ven a las mujeres como la raíz de sus frustraciones.

"En México no somos ajenos a esta problemática. Muchos líderes e influencers, bajo el falso propósito de ofrecer programas de autoayuda o mejorar ciertas habilidades, se enfocan en hombres en etapas formativas para amplificar no solo ideas conservadoras, sino abiertamente violentas. Estas narrativas encuentran en plataformas sociales un escaparate para su difusión, disfrazadas de consejos personales, pero replican ideas profundamente dañinas sobre las relaciones y el valor de las personas. Estos discursos no sólo limitan a las mujeres, sino que también distorsionan nuestra visión como sociedad. Es urgente desmantelar estas creencias para construir un futuro basado en la igualdad y el respeto", señala Lizeth Mejorada, vocera de Mujeres Vivas, Mujeres Libres.

     ¿Por qué deberíamos preocuparnos?: No estamos hablando de casos aislados, sino de una alarmante tendencia global en la que cada vez más hombres jóvenes, abrazan ideologías extremistas, hacen propios discursos violentos que ponen en riesgo la convivencia y el progreso hacia una sociedad más equitativa.

Es clave considerar que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) los estereotipos de género contribuyen a las brechas salariales como sucede en México, donde los hombres reciben en promedio un ingreso laboral por hora trabajada 34.2% mayor al de las mujeres. Si bien esta brecha salarial varía por tipo de trabajo e incluso por estado, es evidente que la discriminación de género en el ámbito laboral aún es una realidad en nuestro país.

No podemos olvidar que en nuestro país, el 70.1% de las mujeres mayores de 15 años  han enfrentado al menos un incidente de violencia a lo largo de su vida, y que cada día se cometen 11 feminicidios.  La normalización de estos mensajes perpetúa la violencia de género.

     El feminismo como respuesta: alfabetización digital y alzar la voz: Angie Contreras, portavoz de Vivas y libres comenta: “Enfrentar estos mensajes requiere educación digital y contenido que los desmitifique. Entender de dónde vienen estas narrativas es clave para contrarrestar su impacto. Denunciar y no tolerar estas ideologías y contenidos es fundamental para construir una sociedad más justa y libre de violencia, así como apostar por espacios donde podamos proponer estrategias de reflexión y educación para contrarrestar discursos violentos y que desinforman”.

 

 

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