DISCURSOS DE ODIO DISFRAZADOS DE MENSAJES DE AUTOAYUDA
En
la película Matrix, el protagonista debe elegir entre una pastilla roja, que
revela una verdad oculta, y una azul para seguir viviendo en una realidad
artificial.
Hoy,
vivimos una versión peligrosa de esa trama en la vida real: creadores de
contenido ofrecen su propia "píldora roja" —mensajes motivacionales
que en realidad es odio— prometiendo liberar a los hombres de una supuesta
conspiración feminista. Suena a ciencia ficción, pero este movimiento tiene
consecuencias reales: fomenta el resentimiento y refuerza las desigualdades de
género.
Cómo
funciona.- Imagina esto: tu hermano o tu mejor amigo terminó con su novia y
se siente muy triste, está scrolleando en sus redes y encuentra a un creador de
contenido que promete ayudarle a ser su mejor versión y superar ese
rompimiento. ¿Suena bien, no? Pero cuidado. Detrás de algunos de estos mensajes
"motivacionales" a veces se esconde algo muy perverso:: una ideología
que disfraza de autoayuda el odio hacia las mujeres. Muchos de estos
influencers, aunque parezcan gurús de superación personal y relaciones
personales, llegan a difundir discursos de misoginia y estereotipos retrógrados
que perjudican tanto a mujeres como a hombres.
El
"Modo Guerra" es uno de los conceptos más problemáticos que promueve
este tipo de grupos. La idea es que los hombres deben endurecerse, evitar
vulnerabilidades y relacionarse con mujeres sólo si tienen el control. Aquí
algunos ejemplos de su ideología:
Las
mujeres con muchas parejas sexuales pierden valor. En realidad, la dignidad de
cualquier persona no depende de su vida íntima.
El
éxito profesional en una mujer es una desventaja. Esto minimiza los logros
femeninos, perpetuando la idea de que el hombre debe ser el único proveedor y
al mismo tiempo es una forma de promover el control sobre las mujeres.
La
corresponsabilidad doméstica es una amenaza para la masculinidad. Un mensaje
que sabotea el avance hacia la equidad en el hogar y los cuidados.
Este
tipo de ideologías y movimientos utilizan foros y redes sociales para
normalizar la violencia verbal y hasta física contra las mujeres, alimentando
resentimiento y radicalización. Lo peor es que, al disfrazarse de “grupos de
autoayuda“ o de “defensa de los hombres”, justifican comportamientos y
actos violentos que pueden poner en
riesgo la seguridad y la integridad de
las personas, particularmente de las mujeres. Hablar de estas subculturas
implica reconocer su complejidad y los peligros que representan para la
igualdad de género y la justicia.
¿De
dónde viene todo esto?: Este fenómeno no es nuevo. Desde los años setenta,
movimientos como el Men’s Rights Activism en Estados Unidos comenzaron a
argumentar que el feminismo perjudicaba a los hombres. Hoy, esta narrativa ha
evolucionado y encontrado un hogar en comunidades digitales como la manosfera,
que abarca desde los MGTOW (hombres que "se alejan" de las mujeres
para recuperar su libertad) hasta grupos incel (célibes involuntarios) que ven
a las mujeres como la raíz de sus frustraciones.
"En
México no somos ajenos a esta problemática. Muchos líderes e influencers, bajo
el falso propósito de ofrecer programas de autoayuda o mejorar ciertas
habilidades, se enfocan en hombres en etapas formativas para amplificar no solo
ideas conservadoras, sino abiertamente violentas. Estas narrativas encuentran
en plataformas sociales un escaparate para su difusión, disfrazadas de consejos
personales, pero replican ideas profundamente dañinas sobre las relaciones y el
valor de las personas. Estos discursos no sólo limitan a las mujeres, sino que
también distorsionan nuestra visión como sociedad. Es urgente desmantelar estas
creencias para construir un futuro basado en la igualdad y el respeto",
señala Lizeth Mejorada, vocera de Mujeres Vivas, Mujeres Libres.
¿Por
qué deberíamos preocuparnos?: No estamos hablando de casos aislados, sino
de una alarmante tendencia global en la que cada vez más hombres jóvenes,
abrazan ideologías extremistas, hacen propios discursos violentos que ponen en
riesgo la convivencia y el progreso hacia una sociedad más equitativa.
Es
clave considerar que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) los estereotipos de género contribuyen a las brechas salariales como
sucede en México, donde los hombres reciben en promedio un ingreso laboral por
hora trabajada 34.2% mayor al de las mujeres. Si bien esta brecha salarial
varía por tipo de trabajo e incluso por estado, es evidente que la
discriminación de género en el ámbito laboral aún es una realidad en nuestro
país.
No
podemos olvidar que en nuestro país, el 70.1% de las mujeres mayores de 15
años han enfrentado al menos un
incidente de violencia a lo largo de su vida, y que cada día se cometen 11
feminicidios. La normalización de estos
mensajes perpetúa la violencia de género.
El
feminismo como respuesta: alfabetización digital y alzar la voz: Angie
Contreras, portavoz de Vivas y libres comenta: “Enfrentar estos mensajes
requiere educación digital y contenido que los desmitifique. Entender de dónde
vienen estas narrativas es clave para contrarrestar su impacto. Denunciar y no
tolerar estas ideologías y contenidos es fundamental para construir una
sociedad más justa y libre de violencia, así como apostar por espacios donde podamos
proponer estrategias de reflexión y educación para contrarrestar discursos
violentos y que desinforman”.
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