viernes, 7 de febrero de 2025

 

CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO, DOS FACTORES DE

RIESGO DECISIVOS EN EL DESARROLLO DE CANCER

 


*Es necesario atender de manera urgente la grave crisis de salud pública provocada por el consumo y la falta de regulación rigurosa de dichas sustancias.

 

 

En el marco de la conmemoración del Día Mundial contra el Cáncer, grupos de especialistas, académicos, investigadores y activistas advirtieron sobre el consumo de alcohol y tabaco como factores de riesgo principales, individualmente o en combinación, para desarrollar tumores malignos.

Integrantes del Comité Interinstitucional para la Lucha contra el Tabaco y del Comité Técnico Interinstitucional sobre Alcohol instaron también a las autoridades a fortalecer la prevención y el control de ambas sustancias, enfatizando las estrategias que informen y sensibilicen a la población sobre la contundente evidencia que vincula el consumo de alcohol y tabaco con múltiples formas de cáncer.

El cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. En México, el panorama no es diferente. Esa enfermedad es una de las principales causas de fallecimiento en el país. De acuerdo con el estudio de Carga Global de Enfermedad, en 2021 las neoplasias fueron responsables de 9.81% de las muertes en 2021 y del 6.69% del total de Años de Vida Saludables perdidos.

Ese mismo año, los tumores malignos ocuparon el cuarto lugar entre las principales causas de muerte en México, sólo por detrás de los decesos por COVID-19, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la enfermedad renal. En 2022 se registraron 89,574 muertes por tales tumores, lo que representa un 10% del total (847,716) de defunciones registradas en el país.

El alcohol, es la droga que más se consume en el mundo y es también un carcinógeno reconocido. Desde 1988, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) clasifica al alcohol como carcinógeno del Grupo 1, el grupo de mayor riesgo pues hay suficientes evidencias científicas de que causa cáncer en el humano, en este grupo se incluye también al tabaco y otras sustancias como el asbesto, varios tipos de radiación y las carnes procesadas.

Inclusive, el consumo moderado de esta sustancia aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de cavidad oral, faringe, laringe, esófago, colon-recto, mama e hígado. A nivel mundial, los cánceres atribuibles al alcohol representan el 12.7% de las muertes relacionadas con esta sustancia en mujeres y el 16.1% en hombres, consolidándose como uno de los principales factores de riesgo totalmente evitables. De igual manera, las estimaciones indican que, en 2019,  el consumo de alcohol fue responsable del 4.3% de los casos globales de las muertes por cáncer atribuibles al consumo de alcohol (401 mil muertes).

El último reporte global de la OMS indica que el alcohol podría estar vinculado al 35% de las muertes por cáncer de orofaringe o garganta, 28% por cáncer de boca, 21% por cáncer de faringe y 18% por cáncer de esófago, evidenciando su impacto significativo en la salud pública.

Por otro lado, en el humo de tabaco se han identificado más de 7 mil sustancias químicas, entre las cuales al menos 80 se relacionan con el desarrollo de cáncer. Fumar causa la mayoría de los cánceres de pulmón. Casi 9 de cada 10 muertes por cáncer de pulmón se debe a su inhalación directa o a la exposición al humo de segunda mano. A la fecha, el cáncer de pulmón continúa siendo el más letal, frente a otros tipos de cáncer.

El riesgo de sufrir cáncer de pulmón es entre 20 y 25 veces superior en personas fumadoras (hombres y mujeres) que en no fumadoras. El riesgo aumenta según el número de años de consumo, el número de cigarrillos fumados diariamente y la edad de inicio.

La epidemia de tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública. Causa más de 8 millones de muertes al año, más 7 millones se deben al consumo directo y alrededor de 1.3 millones son consecuencia de la exposición de personas no fumadoras al humo ajeno. Asimismo, alrededor de 165,000 niños menores de 5 años fallecen como consecuencia de infecciones respiratorias ocasionadas por la inhalación involuntaria de humo de tabaco ambiental.

Actualmente se tienen evidencias científicas de que los nuevos productos de tabaco, como cigarrillos electrónicos, vapeadores y productos de tabaco calentado también generan carcinógenos y por tanto es fundamental evitar su uso (CDC, 2023).

La combinación de ambas sustancias -alcohol y tabaco- es aún más peligrosa. Puede aumentar el riesgo de cáncer de la cavidad oral y la garganta (faringe) y tiene efecto multiplicador del riesgo.

El alcohol facilita la absorción de las sustancias cancerígenas del humo del tabaco en los tejidos de la boca y la garganta. Quienes fuman y beben afrontan un riesgo mucho mayor de contraer cáncer.

Es necesario atender de manera urgente la grave crisis de salud pública provocada por el consumo y la falta de regulación rigurosa de dichas sustancias. Por ello hacemos un llamado al Ejecutivo federal y a las y los legisladores que implementen políticas fiscales, considerando que desincentivarán el consumo de tabaco y alcohol, asimismo deben fortalecerse y cumplirse las disposiciones y restricciones a la publicidad, promoción y patrocinio e impulsar acciones significativas para regular la disponibilidad, especialmente entre los niños y adolescentes, además de actualizar y homologar restricciones de comercialización, tales como horarios de venta, densidad de puntos de venta (especialmente en zonas cercanas a escuelas), licencias comerciales, entre otros.

Instamos a la sociedad en su conjunto a no fumar, ni usar ningún tipo de cigarro electrónico ni vapeadores, cigarrillos híbridos o bolsas de nicotina, además de respetar y promover las leyes que aseguran espacios libres de humo de tabaco, así como a evitar el consumo de bebidas alcohólicas, sobre todo en combinación con el tabaco, ya que aún en cantidades moderadas se les puede considerar factores de riesgo para el desarrollo de cáncer y otras graves enfermedades.

 

 

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