LA SAL, EL ASESINO OCULTO EN ALIMENTOS ULTRAPROCESADOS
*En México se consume hasta más del doble de la cantidad de sal recomendada
por la OMS
*Si el consumo de sodio se redujera en dos gramos al día, se salvarían 17
mil vidas cada año en México
México se encuentra entre los países con mayor proporción de personas que
viven con hipertensión, los más afectados son adultos con obesidad (42.3%) y
diabetes (65.6%).
Este padecimiento aumenta riesgo de muerte por enfermedades
cardiovasculares como infartos y accidente cerebrovascular, y falla renal.
Sin embargo, con solo reducir el consumo de sal se podría prevenir la
presión sanguínea elevada, alertaron especialistas de El Poder del Consumidor
(EPC).
En el marco de la Semana Mundial
de la Sensibilización sobre la Sal, Fiorella Espinosa, investigadora en
salud Alimentaria de EPC, explicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS)
recomienda, con base en evidencia científica, que los adultos consuman menos de
5 gramos de sal (equivalentes a 2 gramos de sodio) al día.
No obstante, dijo, en México se consume hasta más del doble de esta
cantidad (4.4 gr de sodio u 11 gramos de sal al día) y existen estudios
realizados en el Instituto Nacional de Salud Pública que demuestran que, si el
sodio se redujera en dos gramos al día, como lo indica la recomendación de la
OMS, se podrían salvar 17 mil vidas cada año en el país.
La especialista, destacó que uno de los principales problemas asociados al
consumo de sal es que se encuentra oculta en la mayoría de los productos ultra
procesados, incluyendo la comida rápida.
“De hecho, se estima que una gran parte del sodio que consumimos proviene
de alimentos que no se preparan en casa”, destacó.
En Estados Unidos esta cifra es de 75% y los principales alimentos que
aportan el exceso de sodio a su población son: el pan, los embutidos, la pizza
y las hamburguesas, las sopas o caldos concentrados, el queso, las botanas y
los platillos de carnes y pastas.
NO MAS ALIMENTOS PROCESADOS
Al respecto, Alejandro Calvillo, director de EPC, afirmó que debido a que
México es uno de los más grandes consumidores de productos ultraprocesados en
América Latina como lo mostró la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en
una publicación reciente, “es importante que se formulen políticas para
desincentivar el consumo de estos productos y fomentar el de alimentos menos
procesados, revalorizando los alimentos de la región ya que con ello se
disminuiría el consumo de sodio y podrían salvarse miles de vidas”.
Calvillo señaló que de acuerdo a informes realizados por la OMS/OPS, en
México algunos productos de grandes empresas alimentarias contienen más sodio
que los mismos productos comercializados en otros países.
De ahí, la importancia de contar con un etiquetado donde verdaderamente el
consumidor obtenga información real que ayude a tomar buenas decisiones a favor
de su salud.
Destacó que en la actualidad, el etiquetado frontal en bebidas y alimentos
no permite tomar una decisión informada respecto al consumo de sodio ya que no
advierte al consumidor cuando un producto tiene una cantidad excesiva de sodio
ni tampoco se obliga a las grandes cadenas de restaurantes a mostrar esta
información.
Fiorella Espinosa agregó que estas cadenas comercializan productos con
altas cantidades de sodio que incluso rebasan la recomendación diaria para todo
un día.
Así, por ejemplo, “un desayuno denominado mexicano de una conocida cadena
de comida rápida, que consta de carne, molletes y huevo, contiene 2 mil 361
miligramos de sodio, que corresponde al 118% de la recomendación máxima al día
establecida por la OMS, mientras que una hamburguesa de la misma empresa puede
llegar a tener hasta mil 829 mg de sodio, valor muy cercano a la recomendación
diaria”.
México forma parte de un grupo de países de la región de América Latina que
se comprometió a implementar una estrategia para reducir el consumo de sal en
las que se establecieron metas para el año 2020; sin embargo, para nuestro país
estas metas son exclusivamente voluntarias, a diferencia de Argentina en donde
la Ley obliga a la industria alimentaria a reducir la sal en sus productos,
requiere un etiquetado que advierta los riesgos de excederse en el consumo de
sal, limita el tamaño de los paquetes de sal y establece sancionar por violar la
normatividad.
El óptimo estado de salud y nutrición de la población requiere de políticas
complementarias que en su conjunto permitirán mejorar la calidad de vida y
evitar muertes prematuras.
El consumo de dietas tradicionales y la limitación en el consumo de
alimentos ultraprocesados permitiría prevenir e incluso controlar las
enfermedades que más le cuestan al país: diabetes y enfermedades
cardiovasculares.
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