sábado, 31 de octubre de 2015

LLAMADA DE ROBERT LUSTIG AL SENADO PARA MANTENER IMPUESTO


*Presentó nuevo estudio que demuestra daño metabólico por consumo de azúcares en niños

*El estudio muestra que niños que redujeron la cantidad de azúcares agregados en su alimentación, mejoraron considerablemente su salud metabólica


Uno de los más destacados investigadores internacionales sobre el efecto del azúcar en la salud, el Dr. Robert Lustig, dirigió una carta a las comisiones de Salud y Hacienda del Senado Mexicano, haciendo un llamado a no bajar el impuesto. La carta firmada con otros investigadores de la Universidad de California, incluyó al ex subsecretario de Salud de México, el Dr. Jaime Sepúlveda.
El mismo día en que señaló a los legisladores “Confiamos que sea la evidencia científica lo que guíe las políticas públicas a favor de la salud de los mexicanos”, el Dr. Lustig publicó una investigación que se suma a la evidencia del daño de los azúcares agregados a la salud de los niños.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de California, San Francisco (UCSF) y de la Universidad de Touro California, revela que los niños que redujeron la cantidad de azúcares agregados en su alimentación, presentaron una mejoría considerable en su salud metabólica al disminuir los niveles de colesterol y presión arterial entre otros, en tan solo 9 días
Actualmente los niños mexicanos están desarrollando enfermedades que antes presentaban exclusivamente los adultos como diabetes y otras condiciones menos visibles pero no menos graves: hígado graso y síndrome metabólico.

El cambio en la dieta de los últimos 20 años ha favorecido un alto consumo de azúcares añadidos, particularmente en forma de azúcar líquida. Las bebidas azucaradas contienen una mezcla de jarabe de maíz de alta fructosa con azúcar de caña refinada que en la población mexicana proveen el 70% de los azúcares añadidos consumidos al día.   

El estudio se realizó con niños latinos y afro-americanos y consistió en sustituir los azúcares añadidos por almidones y azúcares naturales provenientes de cereales y frutas, manteniendo el nivel de calorías que ya consumían previamente al estudio para evitar la pérdida de peso. Los resultados fueron significativos: en promedio, la presión diastólica disminuyó 5mm, los triglicéridos en 33 puntos, el colesterol LDL o “malo” en 10 puntos, la glucosa en ayuno en 5 puntos, los niveles de insulina se redujeron en un tercio y las pruebas de funcionamiento del hígado mejoraron.

“Es importante tomar en cuenta que estos resultados se obtuvieron sin modificar la cantidad de calorías ingeridas por lo que es independiente de la pérdida de peso, lo que indica que los efectos no se pueden atribuir a la presencia de obesidad como se suele argumentar. Estos resultados fortalecen la idea de que no todas las calorías son iguales; es un hecho que las bebidas azucaradas promueven el desarrollo de enfermedades crónicas”, declaró Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor.

Por su parte, Fiorella Espinosa, investigadora en salud alimentaria declaró: “Este estudio demuestra los beneficios a la salud inmediatos que se obtienen al reducir la cantidad de azúcares añadidos en la alimentación, especialmente provenientes de bebidas azucaradas. Es una evidencia más de la imperante necesidad de proteger a las y los niños, evitando su exposición a bebidas y alimentos altos en azúcares añadidos.”

Finalmente, los autores se declararon libres de conflicto de interés y señalaron que el estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), el Instituto de Ciencias Clínicas y Traslacionales de la UCSF y la Universidad de Touro.



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