LLAMADA DE ROBERT LUSTIG AL
SENADO PARA MANTENER IMPUESTO
*Presentó nuevo estudio que demuestra daño metabólico
por consumo de azúcares en niños
*El estudio muestra que niños que redujeron la cantidad de
azúcares agregados en su alimentación, mejoraron considerablemente su salud
metabólica
Uno de los más destacados investigadores internacionales sobre el
efecto del azúcar en la salud, el Dr. Robert Lustig, dirigió una carta a las
comisiones de Salud y Hacienda del Senado Mexicano, haciendo un llamado a no
bajar el impuesto. La carta firmada con otros investigadores de la Universidad
de California, incluyó al ex subsecretario de Salud de México, el Dr. Jaime
Sepúlveda.
El mismo día en que señaló a los legisladores “Confiamos que sea
la evidencia científica lo que guíe las políticas públicas a favor de la salud
de los mexicanos”, el Dr. Lustig publicó una investigación que se suma a la
evidencia del daño de los azúcares agregados a la salud de los niños.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de
California, San Francisco (UCSF) y de la Universidad de Touro California,
revela que los niños que redujeron la cantidad de azúcares agregados en su
alimentación, presentaron una mejoría considerable en su salud metabólica al
disminuir los niveles de colesterol y presión arterial entre otros, en tan solo
9 días
Actualmente los niños mexicanos están desarrollando enfermedades
que antes presentaban exclusivamente los adultos como diabetes y otras
condiciones menos visibles pero no menos graves: hígado graso y síndrome
metabólico.
El cambio en la dieta de los últimos 20 años ha favorecido un alto
consumo de azúcares añadidos, particularmente en forma de azúcar líquida. Las
bebidas azucaradas contienen una mezcla de jarabe de maíz de alta fructosa con
azúcar de caña refinada que en la población mexicana proveen el 70% de los
azúcares añadidos consumidos al día.
El estudio se realizó con niños latinos y afro-americanos y
consistió en sustituir los azúcares añadidos por almidones y azúcares naturales
provenientes de cereales y frutas, manteniendo el nivel de calorías que ya
consumían previamente al estudio para evitar la pérdida de peso. Los resultados
fueron significativos: en promedio, la presión diastólica disminuyó 5mm, los
triglicéridos en 33 puntos, el colesterol LDL o “malo” en 10 puntos, la glucosa
en ayuno en 5 puntos, los niveles de insulina se redujeron en un tercio y las
pruebas de funcionamiento del hígado mejoraron.
“Es importante tomar en cuenta que estos resultados se obtuvieron
sin modificar la cantidad de calorías ingeridas por lo que es independiente de
la pérdida de peso, lo que indica que los efectos no se pueden atribuir a la
presencia de obesidad como se suele argumentar. Estos resultados fortalecen la
idea de que no todas las calorías son iguales; es un hecho que las bebidas
azucaradas promueven el desarrollo de enfermedades crónicas”, declaró Alejandro
Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor.
Por su parte, Fiorella Espinosa, investigadora en salud
alimentaria declaró: “Este estudio demuestra los beneficios a la salud
inmediatos que se obtienen al reducir la cantidad de azúcares añadidos en la
alimentación, especialmente provenientes de bebidas azucaradas. Es una evidencia
más de la imperante necesidad de proteger a las y los niños, evitando su
exposición a bebidas y alimentos altos en azúcares añadidos.”
Finalmente, los autores se declararon libres de conflicto de
interés y señalaron que el estudio fue financiado por los Institutos Nacionales
de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), el Instituto de Ciencias Clínicas y
Traslacionales de la UCSF y la Universidad de Touro.
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