EL ETIQUTADO FRONTAL DE ALIMENTOS ATENTA CONTRA LA SALUD
*Viola el derecho a la salud y el derecho a la información, además
de que contribuye a la epidemia de obesidad y diabetes
*Fomenta el consumo excesivo de azúcar y no advierte el riesgo a
la salud de la población mexicana
Un nutrido grupo de integrantes de diversas organizaciones no
gubernamentales (ONGs), se manifestaron frente a la Secretaría de Salud en
apoyo a Alejandro Calvillo, director ejecutivo de “El Poder del Consumidor”, quien
hizo un llamado directo a la Secretaría de Salud:
“Desde 2010 advertimos a la Secretaría de Salud que este
etiquetado representaba un riesgo a la salud y no era entendible. Las
recomendaciones de OMS/OPS desde hace años y las encuestas confirman lo que
hemos advertido.
“El etiquetado frontal diseñado por la industria y vuelto
obligatorio por la autoridad viola el derecho a la salud, a la alimentación y a
la información.
Mantener este etiquetado, ante las evidencias de los daños que
puede provocar, implica una responsabilidad de la autoridad ante lo que hemos
llamado un atentado contra la salud”.
Sobre el etiquetado frontal, su inoperancia y el riesgo a la salud
que representa se ha querido responsabilizar a COFEPRIS únicamente, cuando la
Secretaría de Salud es la autoridad superior en la materia.
“La SS tiene la obligación de velar por la política sanitaria
nacional y que ésta se instrumente de tal manera que garantice el derecho a la
salud”, señaló Julio Salazar, asesor jurídico de EPC.
En noviembre del año pasado, la Secretaría de Salud declaró
Emergencia Epidemiológica por sobrepeso y obesidad, así como por diabetes
mellitus, que suponía un fortalecimiento de las acciones de prevención y
promoción en el país. Sin embargo, a casi 5 meses de esta declaratoria, la
autoridad mantiene el etiquetado frontal que la industria introdujo hace 7 años
y que representa un atentado a la salud al promover altos consumos de azúcar.
El etiquetado frontal es una medida con alto potencial para
incidir en las decisiones alimentarias de millones de mexicanos, principalmente
aquellos con menor acceso a la información adecuada.
En marzo del 2015, el Subsecretario de Prevención y Promoción de
la Salud, el Dr. Pablo Kuri, anunció que el etiquetado se modificaría para
cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en
términos de utilizar un valor de referencia de azúcar de 50 gramos. A dos años
de dicha declaración, no se ha realizado la rectificación.
En un documento de la OPS de 2014 firmado por su anterior
directora, Maureen Birmingham, también se explica a la Secretaría de Salud (SS)
que la terminología utilizada en el etiquetado mexicano “tiene riesgo de mal
informar al consumidor”, y hace creer que consumir hasta 90 gramos de azúcar al
día no es perjudicial para la salud.
Funcionarios de la Secretaría de Salud y de COFEPRIS en congresos
y foros internacionales, han reconocido los problemas de comprensión y
criterios del actual etiquetado y las recomendaciones reiteradas por los
organismos internacionales para modificar el etiquetado frontal y otras
regulaciones.
Aunado a esto, desde que fue diseñado el etiquetado ya tenía poco
sustento, al haberse demostrado que no era interpretado correctamente ni
siquiera por los estudiantes de nutrición.
De acuerdo a la Encuesta de Salud y Nutrición de Medio Camino
2016, únicamente el 13.7% de la población lo considera “muy comprensible”,
cuando debiera ser muy comprensible para toda la población, incluyendo a los
niños.
A diferencia del proceso realizado en éste y otros países, en
México el etiquetado no fue definido por un grupo de expertos. Se retomó el
etiquetado introducido por las propias industrias de alimentos y bebidas.