EXHORTO A PEPSICO Y COCA-COLA A FRENAR LA PUBLICIDAD DIRIGIDA A LA
INFANCIA Y LA ADOLSESCENCIA MUNDIAL
*Organizaciones
de salud pública y consumidores a nivel mundial invitan a estas empresas a reconocer
la relación del refresco con el desarrollo de obesidad
WASHINGTON, D.C.- La Asociación Mundial de Nutrición en Salud Pública (WPHNA), la Federación
Mundial de Obesidad, Consumers International y otras organizaciones de
salud pública de diversas partes del mundo exhortaron a Coca-Cola y PepsiCo a
adoptar y hacer cumplir una política de no publicitar bebidas azucaradas a
niños y adolescentes menores de 16 años.
Las organizaciones que apoyan la iniciativa
del Centro para la Ciencia en el Interés Público (CSPI) de EU escribieron a los
presidentes y directores ejecutivos de Coca-Cola, Muhtar Kent, y de PepsiCo,
Indra Nooyi.
Asimismo, se envió la carta a los principales
inversionistas de estas compañías para su consideración en la reunión anual de
Coca-Cola el próximo 27 de abril y la reunión anual de PepsiCo el 4 de mayo.
Las organizaciones señalaron que en particular
los países de bajos ingresos, enfrentarán incrementos insostenibles en los
costos asociados con las altas tasas de diabetes tipo 2, obesidad, enfermedades
cardiovasculares y otros problemas de salud asociados con los refrescos.
En la carta enviada las organizaciones declaran: “Mientras se ha disminuido
el consumo de bebidas azucaradas en los Estados Unidos y Europa, su compañía y
otras, están invirtiendo miles de millones de dólares cada año para incrementar
sus ventas en los países de ingresos bajos y medios en Asia, África, Medio
Oriente y América Latina. En gran medida, este tipo de publicidad está dirigida
a niñas, niños y adolescentes. De acuerdo a Euromonitor se prevé un aumento
constante en el consumo. Como es de esperarse, este incremento provocará un
crecimiento en las enfermedades crónicas y los costos en atención médica”.
En febrero, CSPI dio a conocer el reporte
“Carbonatando el Mundo”, en donde se expone los miles de millones de dólares
que Coca-Cola y Pepsi gastan en países como Brasil, China, la India y México
para promover la venta de bebidas azucaradas.
EJEMPLO DE TABACALERAS
CSPI señaló que las compañías refresqueras
siguen los pasos de las compañías de tabaco, mismas que, al desplomarse las
ventas de cigarros en los Estados Unidos, incrementaron su publicidad en los
países en vías de desarrollo.
El director financiero de Coca-Cola, Gary
Fayard, se refirió a los 3.5 mil millones de personas adolescentes y aquellos
que se encuentran en los veinte años de edad como su “principal grupo
demográfico”.
Actualmente Coca-Cola ha surgido como el
principal empleador en África, según el reporte.
Las organizaciones que escribieron a Coca-Cola
y PepsiCo también exhortaron a las compañías a reducir los tamaños de sus
productos, incluir etiquetados de advertencia sobre los efectos dañinos a la
salud en sus empaques, reducir el contenido calórico a no más de 40 calorías
por 12 onzas, y dejar de oponerse a las medidas de salud pública intencionadas
para reducir el consumo del refresco y otras bebidas azucaradas, como
impuestos, etiquetados de advertencia o restricciones a la publicidad.
“A Coca-Cola, Pepsi y otras compañías que
publicitan el refresco, les gusta hablar a sus consumidores sobre la
responsabilidad personal y el equilibrio de la ingesta calórica con el gasto
energético”, comentó Michael F. Jacobson, presidente de CSPI.
“Pero es el momento de que la industria
refresquera empiece a ejercer responsabilidad social corporativa. El primer
paso importante en ese camino sería reconocer con honestidad la contribución de
su principal producto a la obesidad y las enfermedades crónicas”, dijo.
Por su parte Patti Rundall, directora de
Políticas Públicas, IBFAN declaró: “El consumo de bebidas azucaradas por los
niños pequeños representa muchos riesgos a la salud de la infancia. Coca-Cola,
PepsiCo y todas las compañías que fabrican estos productos lo saben muy bien.
No obstante, siguen sus prácticas de publicidad directa y cabildeo tras puertas
para incidir y debilitar las leyes que protegerían el derecho a la salud.
“También emplean otras tácticas que parecen
benignas pero que son igual de dañinas como patrocinios, alianzas
pública-privadas, el financiamiento de "la educación". Esta es la
manera en que las corporaciones desvían atención de la mercadotecnia,
construyen confianza con poblaciones vulnerables y promuevan la percepción de
que son responsables, dispuestos y capaces de autorregularse.
“¡Basta! Es hora de despertar a la realidad y
poner un fin a la intervención corporativa en las políticas de salud pública”.
Las organizaciones firmantes de la carta
incluyen a la Federación Mundial de Obesidad; la Asociación Mundial de
Nutrición en Salud Pública (WPHNA); Consumers International; la Coalición
Latinoamérica Saludable; la Red Internacional de Grupos pro Alimentación
Infantil (IBFAN); El Poder del Consumidor (México); la Alianza por la Salud
Alimentaria (México); la Sociedad sobre Obesidad de Australia y Nueva Zelanda;
el Centro para la Ciencia y el Medioambiente (India); el Instituto Brasileño de
Defensa del Consumidor; la Fundación Interamericana del Corazón y ACT+ (Alianza
para el Control del Uso de Tabaco y la Promoción de Salud, Brasil).
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