NUEVO MODELO DE PERFIL DE NUTRIMENTOS CONTRA
LA OBESIDAD DE LA OPS PARA LATINOAMERICA
*Las políticas de combate al sobrepeso y la obesidad en México deben
incorporarse al programa de la OPS; es urgente que sigan las recomendaciones
de la OPS
Dolores
RODRIGUEZ RAMIREZ
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) dio a conocer el Modelo de perfil de nutrimentos,
el cual constituye una herramienta útil para identificar los alimentos y
bebidas procesados y ultraprocesados con altos contenidos de azúcares, grasas
totales, grasas saturadas, grasas trans y sodio, identificados como críticos
para la población mundial; es decir, son los nutrimentos que se han asociado
con daños a la salud y que por ende es necesario limitar su consumo.
El Modelo fue realizado con base científica y libre de conflicto
de interés, por un grupo de expertos convocado en 2014 por la OPS, conformado
por reconocidos investigadores de todo el mundo como Ricardo Uauy, de la
Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, Reino Unido; Carlos A.
Monteiro, de la la Universidad de São Paulo, Brasil); Juan Rivera, del
Instituto Nacional de Salud Pública México; Lorena Rodríguez, del Ministerio de
Salud de Chile; Mike Rayner, de la Fundación Británica del Corazón, Universidad
de Oxford, Reino Unido y Dan Ramdath, del Organismo de Salud Pública del
Caribe, Puerto España, Trinidad y Tobago.
El documento menciona que algunas políticas que requieren el uso
de este modelo son: la restricción de la comercialización y promoción de
alimentos y bebidas poco saludables a niños, la regulación de los alimentos en
el entorno escolar, el etiquetado de advertencia en el frente del envase, las
políticas fiscales para desincentivar el consumo de alimentos no saludables,
los subsidios agropecuarios y los programas sociales alimentarios dirigidos a
poblaciones vulnerables.
LATINOAMERICA, LA REGION MAS GRAVE
Latinoamérica tiene las cifras más altas de sobrepeso y obesidad
en el mundo y las enfermedades crónicas no transmisibles se han convertido en
la principal causa de muerte y discapacidad en la región.
Estas condiciones están relacionadas con la mala alimentación, en
particular el consumo de alimentos y bebidas procesados y ultraprocesados.
En México, estos valores deben implementarse en las políticas de
salud pública que integran la Estrategia Nacional para la Prevención del
Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes.
Al respecto, Alejandro
Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor declaró: “Este es
un llamado a la Secretaría de Salud para que se reconsideren los criterios
nutrimentales utilizados en las políticas regulatorias actuales, ya que, a
diferencia de este trabajo convocado por la OPS, los criterios utilizados en
México fueron definidos por la industria de bebidas y alimentos, reflejando un
claro conflicto de interés”.
Este modelo confirma que los criterios nutrimentales utilizados en
México para la regulación de publicidad de bebidas y alimentos dirigidos a
niños y el etiquetado frontal de los mismos son laxos, especialmente en la
categoría de azúcar.
Así, por ejemplo, los criterios de la regulación mexicana para
publicidad permiten una cantidad de azúcar que puede representar hasta 3 veces
más la cantidad límite que plantea la OPS.
NORMA DEL ETIQUETADO
En el caso del etiquetado, estos criterios constituyen una
oportunidad para que el gobierno mexicano replantee el etiquetado frontal en
alimentos y bebidas.
El modelo de la OPS serviría para establecer un etiquetado de
advertencia, tipo semáforo o disco pare, como los que se utilizan en Ecuador y
Chile respectivamente, los cuales son más entendibles por la población general
ya que indican si un producto contiene una cantidad excesiva de un nutrimento
como el azúcar.
El documento además de enfocarse en azúcares, grasas y sodio,
también considera importante valorar la presencia de los edulcorantes
diferentes del azúcar, ya que su consumo habitual promueve la ingesta de
alimentos y bebidas dulces, lo que es particularmente relevante en niños
pequeños ya que el consumo a una edad temprana define los hábitos de consumo
toda la vida.
Sin embargo, pese a que en las escuelas primarias mexicanas la
regulación de expendio de alimentos prohíbe el uso de edulcorantes no calóricos
en las bebidas, la regulación de publicidad no toma en cuenta este criterio.
El uso de edulcorantes debe ser regulado cuando las bebidas y
alimentos se dirigen a la población infantil y esto es particularmente
relevante después de que a finales de 2015 la industria refresquera quisiera
reducir el impuesto a bebidas con edulcorantes bajos o sin calorías, pero
manteniendo el sabor intensamente dulce.
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