EXTREMADAMENTE DIFICIL LA VIDA EN SIRIA BAJO LOS BOMBARDEOS
*La situación se agrava por los ataques aéreos de Rusia, Estados Unidos,
Francia y Gran Bretaña
*El acceso a la ayuda humanitaria del
exterior es extremadamente limitado en todo el país; aumentan muertes por
hambre
Hace unos días, mientras los políticos se reunían en Londres para discutir
sobre la ayuda a Siria, el terrible sufrimiento de sus habitantes continuaba
sin cesar.
Los sirios están viviendo bajo los bombardeos, soportando cientos de artefactos
explosivos que se arrojan sobre sus ciudades y pueblos a diario, principalmente
por parte de su Gobierno.
Esta situación se ve agravada por los ataques aéreos de Rusia, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, que
fuerzan a más personas a escapar en busca de seguridad.
Sin embargo, sus opciones de huida se están agotando rápidamente.
Para quienes están atrapados en el interior de Siria, la destrucción de
infraestructuras esenciales, incluidos hospitales, clínicas, colegios,
depósitos de agua potable, graneros y panaderías, hace que la vida sea cada vez
más insostenible.
Según fuentes en el terreno, entre
octubre y diciembre del año pasado, 53 centros sanitarios, 37 centros
educativos y 20 mercados, puntos de distribución de alimentos o panaderías
fueron alcanzados por ataques aéreos.
La guerra en Siria se libra contra su propio pueblo.
Camiones, centros de tránsito y carreteras también han sufrido intensamente
los bombardeos, que han afectado a las rutas de abastecimiento de suministros
vitales como alimentos, combustible y ayuda humanitaria para los alrededor de
600 mil habitantes del distrito de Azaz y del este de la ciudad de Alepo.
AYUDA HUMANITARIA LIMITADA
El acceso de la población a la ayuda humanitaria es extremadamente limitado
en todo el país, y son muy pocas las
organizaciones a las que se les permite trabajar en zonas bajo el control del gobierno
de Damasco.
Sin embargo, todavía son menos las organizaciones que lo hacen en las zonas
controladas por el autodenominado Estado Islámico.
Millones de personas no reciben ayuda de ningún tipo.
Médicos Sin Fronteras (MSF) estima que más de 1.5 millones de personas se
encuentran atrapadas en asedios impuestos tanto por la coalición de fuerzas liderada
por el gobierno sirio como por grupos de oposición.
Los suministros médicos son bloqueados de manera sistemática, y la
evacuación de los pacientes graves o heridos resulta prácticamente imposible en
un estado de sitio.
Madaya es un ejemplo extremo del empleo de tácticas de asedio en Siria.
Los médicos apoyados por MSF dentro de la ciudad informan que, hasta el
momento, 49 personas han muerto de hambre.
Huir es la única alternativa para muchas
personas, pero cada día se vuelve más difícil.
La violencia en el país ya ha obligado a 6.5 millones de personas (la mitad
de ellos niños) a abandonar sus hogares.
Sólo en septiembre, unas 120 mil personas se vieron obligadas a abandonar
sus casas en las gobernaciones de Alepo, Hama e Idlib, como consecuencia
directa del aumento de los bombardeos.
Otros 4 millones se han marchado de Siria; algunos tratan de reconstruir
sus vidas en Jordania, Líbano o Turquía, y otros las arriesgan cruzando el mar
hacia Europa.
Pero escapar de Siria se está volviendo cada vez más difícil.
CONTROL DEL ESTADO ISLAMICO
Las fronteras de Jordania y Líbano están prácticamente cerradas para los
recién llegados, mientras que Irak, enredada en su propia violencia, no es una
opción.
Incluso emprender el camino, tratando de dejar atrás los bombardeos, hacia
otros lugares de Siria, es a menudo impensable: hay demasiados enclaves
sitiados o controlados por grupos como el Estado Islámico.
Mientras tanto, la Unión Europea ha externalizado la gestión de sus
fronteras a Turquía, entregándole más de 3 mil millones de euros a cambio de
medidas restrictivas contra los sirios que esperan huir hacia Europa.
Hay un efecto dominó de cierres fronterizos en toda la ruta entre Europa y
Siria, cuya consecuencia es que los civiles se encuentran atrapados en una de
las guerras más crueles de nuestro tiempo.
Durante los últimos cinco años, las partes en conflicto, entre ellas cuatro
miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, no sólo le han fallado a la
población siria, sino que han aumentado activamente su sufrimiento.
Y sin embargo, tienen la responsabilidad de proteger a los civiles. Deben
encontrarse soluciones para reducir el alto precio que está pagando la
población civil, tanto dentro como fuera de Siria
*Información
de Joanne Liu, presidenta internacional de Médicos Sin Fronteras.
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