REFRESCOS Y BEBIDAS AZUCARADAS, PRINCIPAL CAUSA DE OBESIDAD
*En el marco del Día Mundial Contra la Obesidad la pregunta es: qué
hacer para combatir esta enfermedad
“Una persona con
sobrepeso desde luego que no es una persona sana porque está llenita y
chapeadita, más aún, si este sobrepeso se debe a una alimentación con base en refrescos,
gaseosas y comida rápida”, explicó el doctor Alejandro Bonfil Valle, médico cirujano
por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Si a esto le agregamos sedentarismo, tabaquismo e ingesta de
alcohol, estrés y contaminantes ambientales, tendremos el caso de un paciente
en riesgo de padecer una enfermedad carencial crónico degenerativa dentro de
las cuales la diabetes es una de las principales, añadió el también especialista
en Trofología del Instituto Nacional de Trofología.
Destacó que México tiene el primer lugar en obesidad infantil en
el mundo, ya que 4 de cada 10 niños sufren de sobrepeso, y cada año se
diagnostican 4 mil nuevos casos de niños con diabetes mellitus.
El consumo de refrescos desde la niñez hasta los adultos mayores,
aunado a las dietas hipergrasas, hipercalóricas e hiperproteícas con
conservadores químicos y saborizantes, son el origen del problema de la
pandemia de obesidad en México y a nivel mundial.
Los elevados niveles de azúcar en sangre que se generan al consumir refresco, podrían provocar vómito como
medida de protección, pero el ácido fosfórico de la
bebida inhibe el estímulo del vómito; y posteriormente, para evitar la acidez
en el cuerpo, se activan procesos metabólicos que transforman el azúcar en
grasa.
Los refrescos contienen una dosis tóxica de
azúcar en forma de jarabe de maíz de alta fructuosa, que representa casi 3
veces el consumo diario máximo de azúcar recomendado por la Asociación
Americana del Corazón.
La fructuosa se procesa en
el hígado, a diferencia de otros azúcares, y la mayor parte se transforma en
grasa, siendo el principal culpable de la obesidad mundial.
RIESGO DE DAÑO GRAVE
El doctor Bonfil Valle manifestó que es claro que las bebidas azucaradas propician el aumento
significativo del peso, y no quitan ni el hambre ni la sed, engañan a nuestro
sistema biológico y lo perjudican. Son la causa principal de la diabetes tipo 2.
Ante lo anterior, se preguntó: ¿qué debemos hacer?
La lógica de conservación es atender los consejos nutricionales de
los especialistas, atenderse con su médico y verificar con estudios de
laboratorio que su estado físico sea el saludable.
“Es prioritario comprender que debemos atacar el origen de la
obesidad con una dieta que sea balanceada, practicar ejercicio cotidianamente y
en la mayoría de los casos acudir con un médico especialista. Si queremos
atacar la pandemia de obesidad, el reto es lo que vamos a hacer cada uno de
nosotros, independientemente de lo que las autoridades de salud vayan a
implementar sobre este problema”, subrayó el especialista.
La pregunta clave es: “si nuestro país no cuenta con los recursos
para mantener una campaña eficiente de concientización, ¿qué vas a hacer tú que
tienes sobrepeso u obesidad?
“Si en la respuesta que tú des a ésta pregunta no está la
concientización del problema y el cambio de hábitos, desgraciadamente vas a
contribuir para que las estadísticas sigan subiendo en nuestro país y en el
mundo, en detrimento de tu salud y de tu economía”, concluyó.
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