CINCO SEÑALES DE CANCER DE
MAMA
MAS ALLA DE SENTIR UN BULTO
El
síntoma más común del cáncer de mama que toda mujer conoce es palparse un bulto
en el seno y este no necesariamente significa tener cáncer, pero siempre debe
tomarse muy en serio.
En
realidad, los bultos no son la única forma de detectar el cáncer de mama y ni
siquiera es la manera más habitual de hacerlo.
"La
mayoría de los cánceres de mama ahora se diagnostican tempranamente mediante
mamografías de detección, antes de que se pueda inclusive palpar un
bulto", dice la doctora Arthy Yoga, oncóloga quirúrgica de mama en el
Hospital Houston Methodist. "La siguiente forma más común de diagnóstico
es por la presencia de un bulto en el seno, ya sea que una mujer lo note en
casa o que el médico lo encuentre durante una exploración de rutina".
Sin
embargo, la doctora Yoga señala que los bultos en los senos no son el único
signo de cáncer de mama con el que las mujeres deben estar familiarizadas.
¿Qué
señales tienes que tomar en cuenta más allá de un bulto?
"Las
otras señales de cáncer de mama para tomar nota están relacionados con la
secreción del pezón y los cambios en la piel de la mama", dice la doctora
Yoga. "Si bien el dolor de mama es una razón común por la que las personas
se preocupan por el cáncer de mama, la mayoría del dolor de mama es en realidad
benigno y no está asociado con el cáncer".
Dejando
de lado los bultos en los senos, presentamos atención a cinco señales
importantes:
1.-
Secreción del pezón: No todas las secreciones del pezón son preocupantes,
pero si se trata de una secreción con sangre que ocurre en un sólo lado; es
decir "unilateralmente", puede ser un signo de cáncer de mama.
"La
secreción de sangre del pezón puede tener causas benignas, pero debemos tener
en cuenta el cáncer de mama como posible diagnóstico diferencial", dice la
doctora Yoga. "Se necesita una mamografía de diagnóstico, una ecografía y,
en algunos casos, incluso una resonancia magnética, para descartar de forma
segura el cáncer de mama".
La
secreción del pezón bilateral (que se presenta en ambos pezones) y que no
contiene sangre es menos preocupante.
"Los
cambios fibroquísticos, cuando se acumula líquido en los conductos de los senos
y forman quistes, pueden provocar una secreción del pezón de color verde,
amarilla o marrón", dice la doctora Yoga. "Estos quistes son más
comunes cuando los senos tienden a estar más activos debido a cambios
hormonales, como ocurre en mujeres muy jóvenes alrededor del ciclo menstrual o
bien, en mujeres mayores que toman terapia de reemplazo hormonal después de la
menopausia".
La
secreción del pezón causada por cambios fibroquísticos no es un signo de cáncer
de mama. Tampoco es muy preocupante y, en ocasiones, puede solucionarse
reduciendo el consumo de cafeína o interrumpiendo la terapia de reemplazo
hormonal, siempre bajo supervisión del médico.
2.-
Sentir una masa cerca del seno: "Cuando las mujeres se hacen el
autoexamen de los senos, a menudo descubrimos que no levantan los brazos y no
palpan el área debajo del brazo, es decir, la axila", dice la doctora
Yoga.
Los
bultos que se producen en esa zona pueden ser una posible señal de cáncer.
"Algunos
cánceres de seno comienzan en la mama pero viajan a los ganglios linfáticos
cercanos en la axila en lugar de formar una masa en la mama", explica la doctora
Yoga. "Cuando esto sucede, se llama masa axilar. Y es por esto que esta
área es tan importante de autoexplorar también".
3.-
Hinchazón y enrojecimiento: Cuando el seno está hinchado y enrojecido, lo
más común es que esté relacionado con una infección. Las infecciones mamarias
son comunes en fumadoras y mujeres con perforaciones en los pezones.
Pero
en ciertos casos raros, el enrojecimiento y la hinchazón también pueden ser un
signo de cáncer de mama, particularmente cáncer de mama inflamatorio, una forma
rara pero muy agresiva.
"Si
la hinchazón y el enrojecimiento van acompañados de otros síntomas de una
infección mamaria, como dolor y picazón, es probable que tu médico te recete
antibióticos", dice la doctora Yoga. "Pero en casos raros en los que
hay hinchazón y enrojecimiento sin infección (sin sensibilidad ni dolor, sin
abscesos y sin mejoría con antibióticos) esto podría ser un signo de cáncer de
mama. Se necesita un estudio adicional con una mamografía de diagnóstico para
descartar el cáncer de mama".
4.-
Hoyuelos o hendiduras en el seno o en el pezón: Los cambios en el contorno
de una de las mamas o en el aspecto de la piel pueden ser otro signo de cáncer.
"A medida que una masa mamaria crece, puede tirar de la piel hacia
adentro", explica la Dra. Yoga. "Esto puede hacer que la piel luzca
con hoyuelos o como si tuviera una hendidura. Si la masa está debajo del pezón,
puede hacer que el pezón se tire hacia adentro". Por lo general, estos
cambios solo son preocupantes cuando son nuevos y ocurren unilateralmente, en
un seno o en el otro, no en ambos.
"Si
tienes inversión bilateral del pezón y lo has tenido desde que eras joven,
entonces es benigno y no es un signo de cáncer de mama", explica la doctora
Yoga, oncóloga quirúrgica de mama en el Hospital Houston Methodist. "Pero
si esto es nuevo y sucede en un lado del seno, podría haber una señal de cáncer
que hace que el contorno del seno se modifique y hay que checarlo de
inmediato".
5.
Cambios bruscos en el tamaño de un seno: "Si un seno comienza a verse
más pequeño que el otro o si se vuelve más firme, más apretado y más alto que
antes, podría ser una señal de que el cáncer está creciendo de manera difusa a
través del seno", hace notar la Dra. Yoga. "De manera similar a cómo
una masa mamaria cuando crece debajo de la piel y que causa un hoyuelo o una
hendidura, el crecimiento difuso tira también de toda la piel del seno hacia
adentro".
Lo
opuesto también es posible. Si un seno se ha vuelto más grande, más pesado o
más lleno que el otro, también puede ser un tema de preocupación.
"Si
un cáncer difuso crece y bloquea los vasos linfáticos de la mama, la linfa no
puede drenarse y este líquido puede acumularse y causar agrandamiento de la
mama", enfatiza.
En
la mayoría de las mujeres, un seno casi siempre es un poco más grande que el
otro. Esto es natural y común, pero un agrandamiento repentino y persistente de
un seno (especialmente si no se ha aumentado de peso recientemente y no se está
embarazada) puede ser una señal de cáncer de mama.
LA IMPORTANCIA DEL AUTOEXAMEN DE MAMAS
Para
reconocer muchos de los signos de cáncer de mama mencionados, la doctora Yoga
señala que primero hay que saber qué es lo normal en cada mujer. "Por eso
son importantes los autoexámenes de mama", menciona. "Es el momento
de examinar tus senos y notar qué se ve y qué se siente normal para ti".
Añade que esto es muy importante, ya que cada vez hay más mujeres jóvenes
diagnosticadas con cáncer de mama.
"Para
la mayoría de las mujeres, es recomendable una mamografía de detección a los 40
años, pero estamos viendo que a más mujeres de 30 años se les diagnostica
cáncer de mama, particularmente en la comunidad afroamericana", dice la doctora
Yoga.
Antes
de los 40 años, incluso si aún no eres elegible para una mamografía de
detección, te puedes realizar una mamografía de diagnóstico si te descubren un
hallazgo clínico. Esto significa que sigue siendo importante hacerse
autoexámenes de mama de vez en cuando y consultar a tu médico si sientes que
algo anda mal.
"Como
se ha dicho, los cambios fibroquísticos pueden aparecer y desaparecer, tanto
con el ciclo menstrual como con otros factores", añade. "Pero si te
sientes una masa y es persistente, es necesario que la evalúen, incluso si aún
no tienes la edad de hacerte una mamografía de detección".
La
doctora Yoga enfatiza que la mamografía de diagnóstico y la ecografía mamaria
siempre son opciones a considerar cuando una mujer siente un bulto o muestra
otros signos de cáncer de mama.
"Después
de la mamografía y la ecografía, es el radiólogo quien te ayudará a entender si
puedes volver a las pruebas de detección regulares o si debes realizar un
seguimiento con tu médico general o ginecólogo o en otros casos, ser referida a
un oncólogo o cirujano de mama si la masa requiere tratamiento", explica
la especialista del Hospital Houston Methodist.
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