sábado, 14 de abril de 2018



URGE ATENCION EFICIENTE Y DE CALIDAD PARA TRATAR LA HEMOFILIA


*El 75% de las personas con alteraciones de la coagulación no cuentan con un tratamiento adecuado o incluso carecen de éste en absoluto


De acuerdo con la información de la Federación Mundial de Hemofilia, en México existen aproximadamente 6 mil 22 personas diagnosticadas con algún tipo de hemofilia o enfermedad de von Willebrand, así como mil 92 madres que pueden heredar la enfermedad a sus hijos.
Además, alrededor del 70% de los pacientes presentan algún grado de daño articular a causa del nulo o deficiente tratamiento que han recibido por años.
Actualmente la Federación Mexicana de Hemofilia está solicitando al gobierno federal la cobertura de la hemofilia, ya sea con factor recombinante o derivado de plasma, para adultos que no cuentan con seguridad social, con lo que se evitará la transmisión de enfermedades relacionadas a la transfusión como el VIH y Hepatitis B y C en los pacientes con hemofilia.
El objetivo es contar con la eficacia del tratamiento y mejorar la calidad de vida de las personas que viven con este padecimiento, toda vez que actualmente el tratamiento para estos pacientes es insuficiente y asincrónico con la situación mundial.
México se encuentra entre los países de América Latina que menos invierte en apoyar este padecimiento, con estándares de tratamiento muy por debajo del promedio mundial (1.25 unidades de factor VIII per cápita, versus el promedio mundial de 2.20 unidades per cápita).
En el marco del Día Mundial de la Hemofilia, que se conmemora este 17 de abril, y como parte de la campaña de concientización sobre la hemofilia, la Federación de Hemofilia de la República Mexicana y el gobierno capitalino, iluminarán de rojo el Ángel de la Independencia, la fuente de la Diana, la glorieta de la Palma, el Monumento a Cuauhtémoc y el Monumento a la Revolución.
Asimismo, el 15 de abril se llevará a cabo una caminata del Zócalo a la Alameda Central por la cobertura y optimización del tratamiento para las personas que viven con este padecimiento.
La forma clásica de la hemofilia produce una tendencia hemorrágica congénita relacionada con la disminución de la concentración de factor VIII (ó IX). Al igual que el daltonismo, la herencia de la hemofilia está vinculada al sexo, de modo que los varones resultan predominantemente afectados por la forma grave de la hemofilia, la cual es heredada por mujeres portadoras, quienes generalmente no tienen problemas hemorrágicos importantes.
Odin De la Mora, médico especialista en hematología y gerente médico de biofarma en Novo Nordisk, aseguró que “en los últimos años se han tenido grandes avances para el tratamiento de la hemofilia en el país, pero aún existen necesidades no cubiertas para el control de la enfermedad en las personas que viven con ella; ejemplos de esto son la ausencia de cobertura de factor para todos los pacientes con hemofilia sin derechohabiencia y la falta de homogeneización en la administración de profilaxis en niños”.
Mucho se habla de la hemofilia congénita, pero en pocas ocasiones se toca el tema de la hemofilia adquirida que, de acuerdo con el Doctor Odín de la Mora, es “un trastorno hemorrágico con una incidencia anual de un paciente por cada millón de habitantes; este trastorno es ocasionado por la generación de anticuerpos inactivadores de factor VIII, un cofactor indispensable para la coagulación normal.
“El diagnóstico se basa en el hallazgo de TTPa prolongado en ausencia de tratamiento con anticoagulantes, este es un estudio de laboratorio que se realiza rutinariamente a pacientes que serán sometidos a cirugía, por lo que es importante ser observadores de la presencia de esta alteración. Posteriormente deben corroborarse bajas concentraciones de factor VIII, y la presencia del anticuerpo inactivador del factor VIII”, precisó.
Para el control de la hemofilia congénita, se recomienda que dichos pacientes reciban tratamiento en unidades especializadas que cuenten con la experiencia necesaria, un grupo multidisciplinario y factores disponibles.
En el caso de la hemofilia adquirida, el tratamiento tiene dos objetivos,: controlar la hemorragia aguda con agentes de puenteo y el uso de la inmunosupresión para controlar la producción de anticuerpos.



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