EL
EFECTO DOMINO DEL ACOSO ESCOLAR, BASADO
EN EL
“BULLYING” QUE NUNCA PUDO RESOLVERSE
*En muchos
casos se trasmite de padres a hijos y si no se resuelve puede ser una sombra en
la vida de las personas
El acoso escolar siempre ha estado presente en las aulas. Sucede que
ahora su práctica es más cruel y en ocasiones no tiene límites.
"Todos sabemos los daños que causa el bullying. Pero el
problema va más allá de las lesiones físicas y emocionales del momento. Si no
se resuelve desde el punto de vista psicológico, hay grandes posibilidades de
llevarlo a la vida adulta. Un niño agredido, que no resuelve la situación, con
certeza será acosado en otros entornos escolares, en su adolescencia, y en su
vida laboral o social. Lo mismo sucede con el agresor: podría desarrollar
conductas violentas en su vida adulta", explicó la doctora Claudia Sotelo
Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la
Infancia (CEEPI).
La especialista explicó que contrariamente a lo que se piensa, el bullying
no es uno de los motivos principales de consulta psicológica infantil. Los
más frecuentes son el bajo rendimiento escolar, mala conducta o depresión por
padres divorciados; no obstante, el bullying está presente como motivo
secundario o terciario en la mayoría de los casos.
"Lo que sí sabemos es que es una cadena que se trasmite de padre o
madre a hijos. Los adultos que padecen ahora acoso laboral, casi por regla,
sufrieron bullying y lo que es peor, se verá reflejado en sus hijos. De no solucionar
el problema, los niños en su adolescencia y vida adulta, podrían experimentar
escenarios de mobbing. Lo mismo sucede en sus relaciones sociales e
incluso familiares", añadió.
CEEPI vislumbra al bullying como un problema que puede resolverse
y da a conocer las siguientes recomendaciones:
No basta con cambiar a los niños de escuela, el problema los perseguirá
y puede repetirse en otros entornos escolares.
Lo más probable es que sus padres hayan sido víctimas de acoso escolar o
bien acosadores.
El problema, si no se resuelve se replicará en la adolescencia y en la
vida adulta.
Hay que enseñar a los niños defenderse de los otros y no se trata de la
defensa física: la idea es hacerlo emocionalmente y esto sólo se logra al tener
una alta autoestima.
El problema del bullying debe solucionarse, en primer término, en
familia y en conjunto con el colegio de los niños. Si persiste y se vuelve
insostenible lo mejor será acudir con algún especialista.
En este sentido, CEEPI dispone de terapias y cursos tanto para los niños
acosados, como para los acosadores, padres de familia y para los colegios
(primaria, secundaria y preparatoria) con técnicas de intervención.
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