ACUERDO
AZUCARERO NO DEBE SER MODELO DE RENEGOCIACION DEL TLCAN
*Con el acuerdo, se pide a los azucareros mexicanos
someterse y bajar la calidad de su azúcar para complacer a las refinerías de EU
*El gobierno mexicano en esta renegociación solo ha
visto por los intereses de la industria refresquera en lugar de ver por el
beneficio económico del país
En el contexto de la renegociación del Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (TLCAN), organizaciones de la sociedad civil y empresarios
del productores de azúcar se manifestaron contra el acuerdo azucarero por ser
inconstitucional.
Sobre todo porque beneficiará a las grandes corporaciones
estadounidenses productoras de jarabe de maíz de alta fructuosa (JMAF); a los
refinadores de azúcar de aquel país y a las refresqueras que en México se
benefician de las importaciones de este producto a precios dumping perjudicando
a los azucareros y a las empresas.
Uno de los puntos a los que México se tuvo que someter en esta
renegociación fue a bajar la calidad del azúcar, la cual ni siquiera es para
consumo humano. México está teniendo una mayor entrega a Estados Unidos de
azúcar cruda y de menor calidad a los Estados Unidos perdiendo el valor
agregado que da la refinación y que ahora obtendrán los refinadores estadounidenses.
La exportación de azúcar sin refinar pasa de 47 a 70%, a fin de asegurar un
mayor abasto a los refinadores estadounidenses.
APOYO A LAS REFRESQUERAS
Enrique Bojórquez, director de Sucraliq advirtió la posibilidad de
que en un par de años de seguir con este acuerdo en dos años se nos exigirá que
toda el azúcar que se exporta sea sin refinar, lo que afectaría gravemente a
los productores de azúcar del país.
Por su parte Alejandro Calvillo, director de El Poder del
Consumidor, declaró: “Los principales consumidores de JMAF son las
refresqueras. El acuerdo con Estados Unidos fue al servicio de los refinadores
de ese país, quienes recibirán el azúcar mexicana no refinada y ellos se
quedarán con el valor agregado al hacer este proceso; por el lado de México,
las refresqueras -Femsa Coca-Cola y PepsiCo- seguirán teniendo acceso al JMAF
importada a bajo costo, a precio dumping”.
Un ejemplo en donde está ocurriendo lo mismo es en Filipinas, país
que produce azúcar de caña como México y en donde las empresas refresqueras,
principalmente Femsa Coca-Cola, está importando jarabe de maíz de alta
fructuosa de China a muy bajos precios afectando a los productores de caña de
azúcar, como pasa en México. Sin embargo, los cañeros han iniciado campañas de
boicot a Coca-Cola y PepsiCo, enfrentando esta política, incluso, con
decisiones regionales contra los productos con jarabe de maíz de alta
fructuosa.
El gobierno mexicano en esta renegociación sólo ha visto por los
intereses de la industria refresquera en lugar de ver por el beneficio
económico del país. Cabe mencionar que el acuerdo azucarero incurre en varias
violaciones, entre ellas, la firma que da la aceptación de este acuerdo por el subsecretario
de Economía, Juan Carlos Baker quien carece de facultades jurídicas para firmar
acuerdos interinstitucionales como es el TLCAN.
Otro de los puntos que comprueba el contubernio que existe entre
los gobiernos y las empresas de alimentos y bebidas es que en México no se
exige que en el etiquetado de los refrescos se declare el contenido de JMAF, el
cual puede tener mayores impactos en la salud; sin embargo, en Estados Unidos
sí se les obliga a mencionarlo.
Alfonso Ramírez de El Barzón comentó: “Esta negociación es amarga
para el azúcar del país; el 55% de la fructuosa que se importa a México está
dirigida a la industria refresquera. La actual negociación debilita la
capacidad de producción en el país”.
Víctor Suárez de La Asociación Nacional de Empresas
Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) puntualizó: “Es necesario
descarrilar la renegociación del TLCAN ya que además de varias organizaciones
sociales mexicanas que están en contra, también lo están organizaciones de
Canadá y Estados Unidos en donde hay una serie de demandas contra lo acordado
que afecta derechos económicos y ambientales”.
Las organizaciones presentes comentaron que la renegociación del
TLCAN no se debe dar sino es un proceso abierto y en donde se tomen los
intereses nacionales por encima de las corporaciones.
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