lunes, 18 de septiembre de 2017


LA ESTATURA BAJA PODRIA TENER UNA GRAN VENTAJA MEDICA


*Una nueva investigación sugiere que las personas bajitas tienen la ventaja de una remota formación de coágulos


Tener una baja estatura podría ofrecer al menos una ventaja: un riesgo más bajo de coágulos sanguíneos peligrosos en las venas, muestra un nuevo estudio.
Esos coágulos, llamados tromboembolismos venosos, incluyen bloqueos conocidos como trombosis venosa profunda (TVP), que por lo general comienzan en las piernas y pueden desplazarse a los pulmones, lo que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular de una persona.
A veces, la TVP ocurre tras vuelos largos, y se les ha llamado "síndrome de la clase turista". Pero una nueva investigación sugiere que las personas bajitas tienen una ligera ventaja en la evitación de los coágulos.
¿A qué se debe este efecto? "Quizá simplemente los individuos más altos tienen venas más largas y hay más superficie donde se pueden producir problemas", teorizó el doctor Bengt Zoller, autor principal del estudio.
"Hay más presión gravitatoria en las venas de las piernas de las personas más altas, lo que puede aumentar el riesgo de que el flujo sanguíneo se ralentice o se pare temporalmente", anotó Zoller, profesor asociado en la Universidad de Lund y en el Hospital Universitario de Malmo, en Suecia.
Según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), en Estados Unidos cada año hasta 600 mil personas desarrollan un coágulo sanguíneo que comienza en una vena. Los factores de riesgo de esos coágulos incluyen la cirugía, el cáncer y estar inmovilizado u hospitalizado.
El embarazo, tomar pastillas anticonceptivas hormonales o la terapia de estrógeno para la menopausia también puede provocar coágulos sanguíneos.
Aunque el nuevo estudio no puede probar un vínculo causal, una experta cardiaca de EU dijo que otras investigaciones recientes también han sugerido una conexión entre la estatura y los coágulos en las venas.
"Como no podemos hacer gran cosa respecto a la estatura, vale la pena pensar en alguna medida preventiva para proteger a las personas más altas de esos coágulos”, dijo la doctora Maja Zaric, cardióloga en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
"Usar calcetines de compresión gradual junto con evitar la deshidratación y aumentar las caminatas durante los 'periodos de riesgo', como estar sentado mucho tiempo, podría ayudar a prevenir el problema antes de que ocurra", dijo Zaric.
En el nuevo estudio participaron más de 2.6 millones de personas de Suecia: soldados varones a cuya salud se dio seguimiento desde los años 50 a los 90, y mujeres recién embarazadas a quienes se siguió de 1969 a 2010.
“Todo el grupo estaba conformado por pares de hermanos, para desentrañar cualquier factor genético o ambiental”, explicaron los investigadores.
El equipo de Zoller encontró que los hombres más bajos de 5 pies y 3 pulgadas (1.60 metros) tenían un 65% menos de probabilidades que los hombres de 6 pies y 2 pulgadas (1.88 metros) o más altos de desarrollar uno de esos coágulos.
El riesgo se redujo un 69% en las mujeres más bajas de 5 pies y 1 pulgada (1.55 metros que estaban embarazadas por primera vez, en comparación con las mujeres de 6 pies (1.83 metros) o más de estatura, reportó el equipo de Zoller el 5 de septiembre en la revista Circulation: Cardiovascular Genetics.
“Por supuesto, no se puede hacer nada con la estatura", dijo Zoller en un comunicado de prensa de la revista. Y anotó que "la estatura de la población ha aumentado y sigue aumentando, lo que podría estar contribuyendo al hecho de que la incidencia de la trombosis ha aumentado".
El estudio tiene algunas limitaciones. Los investigadores dijeron que no pudieron tomar en cuenta factores del estilo de vida de la niñez de los participantes, como la dieta, la actividad física y si sus padres fumaban o no. Pero creen que sus hallazgos quizá se apliquen a la población de EE. UU., porque la población actual de Suecia tiene ahora una diversidad étnica similar.



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