ADOLESCENCIA, ETAPA VULNERABLE PARA EL
CONTROL DE LA DIABETES
*Incremento de peso, inactividad física, mala alimentación y la herencia
genética son los factores de riesgo
“La adolescencia representa un desafío en los
jóvenes; sin embargo, esa transición se torna difícil si padecen diabetes,
debido a que se enfrentan a cambios psicológicos, emocionales, sexuales y
hormonales que los hace descuidar o abandonar su tratamiento”, afirmó el doctor
Jorge Villaseñor Ramírez, jefe del servicio de Endocrinología del Hospital
Juárez de México (HJM) en breve charla.
Este cambio los vuelve rebeldes, niegan la
enfermedad y manifiestan un comportamiento agresivo como reacción al estrés que
les produce controlar la diabetes, como consecuencia, se alimentan mal y
reducen su actividad física.
Los factores de riesgo para desarrollar esta
enfermedad son el incremento de peso, inactividad física, mala alimentación y
la herencia genética.
Los síntomas se presentan con incremento de
sed, hambre excesiva, orinar frecuentemente, pérdida rápida de peso sin razón
aparente, cansancio y debilidad.
Para diagnosticarla se practican estudios
como la glucosa de ayuno y la curva de prueba de tolerancia oral, o la glucosa
sanguínea a cualquier hora del día.
Villaseñor Ramírez destacó que el paciente
que no tiene la enfermedad bajo control médico y enfrenta una infección o una
situación de estrés, puede entrar en un estado de gravedad.
La diabetes es una enfermedad crónica
incurable y progresiva que con tratamiento adecuado, permite llevar una buena
calidad de vida.
Los tres pilares del tratamiento son: el peso
adecuado, alimentación sana y actividad física, además de la ingesta de
medicamentos para tener los valores de glucosa dentro del rango normal.
Señaló el especialista que el tratamiento es
integral con psicólogo, terapia familiar, nutriólogo, médico del deporte,
endocrinólogo y pediatra. Por ello es importante la educación desde la
detección de la enfermedad, en el diagnóstico y manejo de las personas
afectadas.
Recomendó que se debe mejorar el estilo de
vida, tener las revisiones con el médico y no abandonar o cambiar el
tratamiento.
La Asociación Americana de Diabetes
recomienda que para ayudar a prevenir la diabetes, las personas deben evitar el
consumo de bebidas azucaradas, como refresco, jugos, bebidas energizantes,
deportivas y tés endulzados. Éstos aumentan la glucosa en la sangre porque
proporcionan cientos de calorías en una porción.
La diabetes es una enfermedad que afecta a
toda la familia, especialmente cuando se diagnostica un niño. Si usted es un
padre, hermano u otro miembro de la familia, su apoyo y comprensión puede
marcar la diferencia.
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