EL CÁNCER CERVICOUTERINO
DEBE ATENDERSE DESDE ENFOQUE MULTIDISCIPLINARIO PARA FORTALECER SALUD DE
MUJERES
La
atención de este tipo de cáncer debe realizarse desde un enfoque
multidisciplinario que complemente las acciones dirigidas a elevar el bienestar
físico y emocional de las pacientes durante su diagnóstico y tratamiento para
maximizar su calidad de vida.
El
enfoque integral establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en
2020 para la erradicación del CaCu está conformado por tres pilares,
prevención, detección efectiva y tratamiento de lesiones precancerosas, el cual
ha sido adoptado por el Modelo para la Atención del Cáncer Cervicouterino
Localmente Avanzado y Avanzado (MICAELA) del Instituto Nacional de
Cancerología.
La
atención individualizada, protocolizada e integral es el eje fundamental del
programa MICAELA, que ofrece a sus pacientes incorporadas tratamiento en las
áreas de oncología médica, nutrición, psico-oncología y algología, acciones que
contribuyen a mejorar el abordaje terapéutico de las pacientes con CaCu.
El
apoyo en oncología permite la individualización de esquemas de tratamientos en
esta área, de acuerdo al perfil de cada paciente, con y sin comorbilidades, con
y sin deterioro renal o edad geriátrica.
La
atención nutricional se enfoca en identificar a las pacientes en riesgo de
desnutrición o desnutridas antes, durante o después del tratamiento oncológico
ya que esta condición es frecuente en pacientes con cáncer, oscila entre el 40%
y 80%. Así como la realización de tamizaje y evaluación nutricional en
pacientes que acuden por primera vez a consulta, utilizando métodos
antropométricos, clínicos y dietéticos para un diagnóstico certero nutricional.
DISTRES EMOCIONAL
Mientras
que la atención de psico-oncología permite detectar riesgos de distrés
emocional para identificar a las pacientes y sus cuidadores primarios que
requieren atención psicológica por presentar ansiedad, depresión o
afrontamiento desadaptativa, consulta para fortalecer la adhesión terapéutica.
Por
otra parte, el apoyo algológico, permite dar seguimiento al dolor y
sintomatología ocasionada por el tratamiento oncológico o por dicho
padecimiento, que permite una óptima calidad de vida.
Actualmente,
MICAELA cuenta con mil 170 pacientes con cáncer cervicouterino incorporadas, de
diferentes estados de la República y que no cuentan con seguridad social;
quienes durante 2021 han recibido más de 17 mil consultas en las áreas de
cobertura del Programa como, oncología, nutrición clínica, manejo del dolor y
psico-oncología.
Entre
las acciones del programa MICAELA destacan la prevención primaria mediante
promoción de la salud tendiente a reducir el riesgo de infección por VPH (Virus
de Papiloma Humano), proporcionar información relevante sobre sexualidad
saludable y reducción de factores de riesgo, así como, capacitación de
profesionales de la salud de diversos estados; prevención secundaria, a través
de tamizaje y tratamiento de lesiones precancerosas, atención y tratamiento del
cáncer cervicouterino.
A
partir de su creación, el Programa MICAELA ha otorgado 24 mil 727 consultas. Ha
contribuido a la educación médica continua capacitando a más de tres mil
profesionales de la salud de los servicios estatales de salud donde se priorizó
la actualización en entidades con alta prevalencia de CaCu. Con el objetivo de
colaborar en la formación de recursos humanos en salud especializados en la
atención del CaCu, fortalecer sus capacidades para diagnosticar oportunamente a
las pacientes, sensibilizar sobre el uso de la vacuna contra VPH para
promoverla entre la población y estandarización de tratamientos oncológicos
multisectoriales con base en el modelo integral “MICAELA”.
El
programa MICAELA considera la prevención, diagnóstico oportuno y tratamiento
integral como sus ejes de acción para que los ciudadanos cuenten con
información oportuna sobre los riesgos y oportunidades de atención del CaCu que
permita contribuir en la disminución de la incidencia, prevalencia y mortalidad
de esta enfermedad.
Para
ello, cuenta con un plan de difusión dirigido a mujeres en condiciones de
riesgo y personas que comparten su entorno social, que tiene como propósito
difundir acciones preventivas, así como detección oportuna mediante la toma de
papanicolaou e importancia de acudir anualmente a su unidad de salud para un
tamizaje oportuno.
La
prevención de cáncer cervicouterino es responsabilidad de hombres y mujeres,
por ello, informarse sobre los factores de riesgo y cómo evitarlos es una parte
de la concientización que debemos asumir para disminuir la incidencia de CaCu.