¿ESTAS LAVANDO TU BOTELLA DE
AGUA LO SUFICIENTE?
(Además, cinco consejos para mantenerla limpia)
Tener
agua siempre a mano sin duda es un hábito saludable, y tu botella de agua lo
hace posible.
Pero,
por cada vez que la has rellenado, ¿cuántas veces la has lavado de verdad? ¿O
siquiera la has enjuagado?
Es
cierto, ahí sólo hay agua. No debería creer nada... ¿verdad?, pues no busques
más allá de una tina de baño mohosa para encontrar la respuesta.
¿Te
puedes enfermar por no lavar tu botella de agua?
Para
empezar, los gérmenes están en todas partes: en el aire, en las superficies, en
tus manos. Y casualmente, tu botella probablemente te acompaña a casi todos
lados, incluido el gimnasio, la escuela o la oficina.
Además,
el ambiente húmedo, cálido y a veces oscuro dentro de la botella es ideal para
que vivan los gérmenes.
Luego
está el tema del “backwash”, o reflujo, que es cuando parte del líquido que
bebes vuelve de tu boca a la botella. Esto es un problema porque la saliva
contiene nutrientes que pueden ayudar a que los gérmenes en tu botella no sólo
sobrevivan, sino que prosperen.
Y
por último, no tratamos nuestras botellas de agua como otros utensilios de
cocina, como los vasos. Cuando se acaba el agua, simplemente la volvemos a
llenar, mientras que un vaso vacío probablemente terminaría en el lavavajillas
o, al menos, enjuagado y en el escurridor.
Así
que no es difícil ver cómo, con el tiempo, tu botella de agua puede volverse...
un criadero de gérmenes.
De
hecho, un estudio de 2017 que analizó la limpieza de las botellas reutilizables
de 90 participantes encontró que el 60% contenía más bacterias de las
permitidas en el agua potable pública, lo que indica que, sí, una botella sin
lavar bien podría ser un caldo de cultivo para gérmenes.
Eso
sí, no todos los microbios son malos para tu salud. (Saccharomyces cerevisiae,
la levadura usada para hacer cerveza y vino, es prueba de ello).
Entonces,
¿eran esos gérmenes capaces de enfermar a los participantes del estudio?
El
estudio encontró que casi una cuarta parte de las botellas superaban el límite
de bacterias coliformes totales que son las que usan las agencias reguladoras
como indicador de que podrían haber gérmenes dañinos. Para ser claros, esto no
es evidencia directa de que los participantes se habrían enfermado por los
gérmenes en esas botellas, pero sí sugiere que ciertamente podrían haber estado
presentes, lo suficiente como para preocuparte si no limpias bien tu botella de
agua.
¿Cada
cuánto deberías limpiar tu botella de agua?
¿La
respuesta más segura? Tan seguido como lavas tus vasos: todos los días.Muchas
botellas son aptas para lavavajillas, así que a veces limpiarla es tan fácil
como meterla en el lavavajillas. Pero asegúrate de revisar la etiqueta, porque
no todas están hechas para eso. Si la tuya no lo es, simplemente lávala con
agua tibia y jabón, enjuágala bien y déjala secar al aire.
Cinco
consejos para mantener tu botella limpia
Los
expertos del Hospital Houston Methodist te comparten cinco consejos para
mantener tu botella limpia:
Elige una botella fácil de limpiar: Hoy en
día hay muchos tipos de botellas para elegir, pero debido a rincones difíciles
de alcanzar, aberturas estrechas, tapas complicadas o popotes, lavarlas no
siempre es tan sencillo como parece.
Ten
en cuenta que una boquilla estrecha puede impedir que el agua y el detergente
lleguen bien a todas las superficies interiores. Además, las botellas con
popotes integrados, válvulas de mordida o tapas corredizas pueden ser más
difíciles de limpiar bien. En general, cuanto más ancha la abertura y más
simple el diseño, más fácil será limpiarla.
Limpia todas las piezas: No importa qué
tipo de botella tengas, asegúrate de limpiar todas sus partes: tapa, popote y
el exterior también.
Hablando
de popotes, considera comprar un cepillo para popotes y úsalo para limpiar el
interior con agua tibia y jabón.
Ten una segunda botella: Si lavas tu
botella en el lavavajillas, pero quieres tener una siempre contigo, compra una
segunda (o hasta una tercera si no usas el lavavajillas todos los días) y ve
rotando una limpia cada día.
Evita poner otra cosa que no sea agua: Si
usas tu botella para café, té, bebidas deportivas, refrescos, jugos o cualquier
cosa que no sea agua natural, es aún más importante que no descuides la higiene
de la botella.
Estas
bebidas pueden tener nutrientes que facilitan aún más que los gérmenes
sobrevivan y crezcan.
Sé consciente de cuándo toca una limpieza
más profunda: Si nunca has limpiado tu botella o si ha pasado más tiempo del
que te gustaría admitir desde la última vez, podrías empezar con una limpieza
profunda a base de vinagre.
Cómo limpiar tu botella con vinagre: Haz
una solución diluida mezclando 1 parte de vinagre blanco destilado con 4 partes
de agua.
Llena
la botella con la solución, agítala bien y déjala en remojo toda la noche. (No
te olvides de dejar en remojo también otras partes como la tapa o el popote).
Vacía
la solución y enjuaga bien la botella y las otras piezas con agua.
Déjalas
secar al aire en un escurridor limpio.

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