¿CUÁNTO CRECEN LOS NIÑOS
EN UN CICLO ESCOLAR?
Estamos
por iniciar un año escolar, el momento perfecto para prestar más atención a la
estatura de las niñas y los niños. Observar su talla a lo largo del ciclo
escolar puede proporcionar información valiosa sobre su desarrollo físico y
detectar posibles problemas de crecimiento. ¿Sabes cuántos centímetros es más
alto tu hijo o hija desde el ciclo escolar pasado a hoy?
Es
común escuchar entre los padres que “sus hijos ya dejaron el uniforme” o que
están creciendo rápido o que el calzado que compraron hace un mes ya no les
queda. Sin embargo, en otras familias no pasa esta situación, lo cual es un
signo de alerta que indica que sus pequeños no están creciendo de manera
adecuada por diversos factores como pueden ser:
Alteraciones
hormonales: Deficiencia de la hormona del crecimiento: es una de las
principales causas. Se puede detectar fácilmente si los niños no cambian de
talla o son los más bajos de estatura del salón.
Hipotiroidismo:
Es la deficiencia de la hormona tiroidea y retrasa el crecimiento o la
pubertad.
Pubertad
precoz: Los niños crecen rápido y pueden ser más altos que los de su edad.
Por otro lado, como los huesos maduran más rápido de lo normal, también pueden
dejar de crecer antes y no alcanzar su potencial de crecimiento.
Genética:
la influencia genética sí importa, debido a que, si los padres son de baja
estatura, probablemente el hijo o la hija presenten talla baja. Sin embargo,
existen alteraciones genéticas que son importantes de diagnosticar, por
ejemplo:
Síndrome
de Turner: afecta únicamente a las niñas y se presenta por un cromosoma
sexual incompleto o ausente. Además de la talla baja, causan retraso en la
pubertad.
Nutrición:
hay diferentes factores como la alimentación que impactan directamente el
crecimiento. La falta de nutrientes esenciales como proteínas, vitaminas y
minerales puede impedir el crecimiento adecuado.
Enfermedades
renales: la insuficiencia renal crónica se trata de la pérdida de la
funcionalidad de los riñones. Conlleva a una acumulación de líquido y productos
de desecho en el cuerpo. Esta enfermedad afecta a la mayoría de las funciones y
de los sistemas corporales.
FACTORES DE RIESGO
Es
importante que los padres y los profesionales de la salud estén atentos a los
siguientes signos de alerta que podrían indicar un crecimiento deficiente o
problemas relacionados con la talla baja:
Reducción en la velocidad de crecimiento: se
traduce en un proceso lento o estancado si el niño o la niña no muestra un
crecimiento constante a lo largo de un tiempo determinado (centímetros en un
año), como es el ciclo escolar, o si su talla se ubica por debajo de la curva
de crecimiento normal para su edad, es necesario investigar las posibles
causas.
Estatura desproporcionadamente baja en
relación con sus compañeros de clase: si es el más bajo que sus amigos de la
misma edad y sexo es importante evaluar si existe alguna condición que esté
afectando su desarrollo físico.
“Si
un niño o niña muestra un crecimiento lento o una talla baja para su edad y
sexo, es necesario buscar evaluación médica para descartar posibles problemas
con la hormona del crecimiento. Es importante destacar que, si bien, la talla
baja puede ser motivo de preocupación, existen muchas opciones de tratamiento
disponibles para ayudar a los niños a alcanzar su máximo potencial de
crecimiento”, precisó el doctor Francisco Valdez, gerente médico de
Endocrinología, Merck México.
La
detección temprana y el tratamiento adecuado pueden marcar una gran diferencia
en la calidad de vida de los niños y las niñas con talla baja. Se recomienda
consultar a un endocrinólogo pediatra, quien es el profesional capacitado para
evaluar el crecimiento de los niños o si es necesario realizar pruebas
adicionales para iniciar un tratamiento específico que los ayude a crecer con
confianza.
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