¿QUÉ RELACIÓN HAY ENTRE UN
MÉDICO DEPORTIVO Y LA MENTE?
Si
estás buscando mejorar tus habilidades, rendir al máximo o simplemente sentirte
mejor, sigue el viejo consejo: haz algo de ejercicio, pon atención a la calidad
de tu sueño y respira profundamente.
De
acuerdo al doctor Vernon Williams, director del Centro de Neurología Deportiva
y Manejo del Dolor en el Instituto Cedars-Sinai Kerlan-Jobe, estas medidas,
junto con algunos juegos mentales, son clave para mejorar y desarrollar habilidades.
Williams,
quien también es neurólogo del equipo de Los Angeles Rams, prescribe estos
métodos a los atletas que esperan ser más rápidos o aumentar la precisión, a
los pacientes que experimentan confusión mental después de una conmoción
cerebral y a los profesionales y estudiantes que buscan subir de nivel. “Pero
cualquiera puede beneficiarse de estas intervenciones estándar”, afirmó.
Aquí,
Williams comparte la ciencia detrás de cómo estas estrategias apoyan la función
cerebral e incluso pueden mejorar el estado de ánimo y la calidad de vida.
“Estos
principios benefician a todo un espectro de personas que quieren estar mejor
que bien”, dijo. “Todo el mundo tiene el potencial para mejorar”.
ENTRENAMIENTO CEREBRAL
Para
los atletas que buscan una ventaja competitiva en el campo o la cancha,
ejercitar el cerebro es tan importante como ejercitar el cuerpo, dijo Williams.
El
doctor Williams evalúa la fortaleza y los objetivos cognitivos de cada paciente
y prescribe ejercicios de "entrenamiento cerebral": actividades
cronometradas, repetitivas y cada vez más desafiantes diseñadas para mejorar el
tiempo de reacción, la capacidad de atención o la memoria. “A menudo, los
atletas sacrifican la velocidad por la precisión: el entrenamiento seleccionado
puede ayudarlos a priorizar ambos”, según Williams.
El
objetivo del entrenamiento cerebral, que se puede realizar con un teléfono
inteligente o una computadora, es aumentar la neuroplasticidad, la capacidad
del cerebro para crecer y adaptarse, que se asocia con un enfoque y una
concentración más fuertes. Williams dijo que puede optimizar el entrenamiento
con monitores de frecuencia cardíaca que indican los niveles de estrés de una
persona durante el entrenamiento, lo que le informa cuándo aumentar la
dificultad de las tareas.
Algunos
estudios muestran que los módulos de entrenamiento cerebral diseñados para
mejorar un elemento específico de la mente, como la capacidad de atención o la
velocidad de procesamiento visual, funcionan ampliamente para mejorar la
función cognitiva general.
“Lo
sorprendente es que, a menudo, el rendimiento no solo mejora en esa tarea;
vemos mejoras fuera de la práctica”, dijo Williams.
DESAFIA TU CUERPO
Entre
las muchas razones por las que los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades recomiendan que los adultos hagan al menos 150 minutos a la semana
de ejercicio de intensidad moderada es que el movimiento protege contra el
deterioro cognitivo.
Se
ha demostrado que tanto el ejercicio aeróbico como el entrenamiento de fuerza
estimulan al cerebro para que fabrique pequeñas moléculas que apoyen el
crecimiento de las neuronas y aumenten la neuroplasticidad, lo que se traduce
en mejoras en el aprendizaje y la memoria.
“Si
bien el ejercicio desarrolla la fuerza física y ayuda a mejorar la mente,
también inspira mejoras inmediatas y a largo plazo en el estado de ánimo”, dijo
Williams.
“La
evidencia muestra que las personas que se sienten confundidas, ansiosas o
deprimidas realmente pueden beneficiarse del ejercicio”, dijo. “Esta es una
oportunidad para contribuir a la salud cognitiva que no requiere ningún
dispositivo o intervención”.
DUERME SUFICIENTE
“El
sueño constante e ininterrumpido es fundamental para un sistema nervioso saludable,
lo que se traduce en un mejor rendimiento visual y cognitivo”, dijo Williams.
“Si
te despiertas por la mañana y no te sientes renovado o recuperado, es probable
que no hayas dormido bien”, dijo. “A menudo le digo a la gente que mejorar el
sueño es la intervención más importante que puede hacer”.
El
sueño es descanso para el cuerpo, pero no es “tiempo de inactividad” para el
cerebro. Durante el sueño de ondas lentas, la parte más profunda, la actividad
eléctrica se ralentiza y las células cerebrales eliminan las proteínas tóxicas
asociadas con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
“Estamos
comenzando a comprender que esta limpieza de la casa es de vital importancia en
términos de la función cognitiva”, dijo Williams. “Incluso una noche de sueño
deficiente puede tener un efecto significativo al día siguiente sobre la
función cognitiva general y el tiempo de reacción, así como un importante
efecto protector sobre la longevidad”.
PRACTICA LA RESPIRACION
CONTROLADA
Se
ha demostrado que las técnicas de respiración lenta y uniforme equilibran el
sistema nervioso autónomo, que regula la frecuencia cardíaca y la presión
arterial y controla la respuesta del cuerpo al estrés.
Williams
a menudo habla con los pacientes sobre la "respiración coherente"
(inhalaciones y exhalaciones de 5 a 6 segundos) que ayuda a
"silenciar" la respuesta autónoma.
Un
estudio analizó los resultados de resonancias magnéticas de personas que
practicaron dicho control de la respiración durante cuatro semanas. Encontró
cambios en su actividad cerebral que se correlacionaron con una reducción de la
ansiedad.
“Las
prácticas de control de la respiración también pueden reducir la hormona del
estrés cortisol, lo que puede mejorar de manera efectiva el rendimiento pero
también puede mejorar la calidad de vida en general”, dijo Williams.
“Estas
estrategias no sólo mejoran el rendimiento físico o cognitivo, también hay
efectos claramente relacionados con el estado de ánimo, para problemas
difíciles de tratar como la depresión y la ansiedad”, dijo. “Hay tantas cosas
que se puede hacer, sin receta médica, para mejorar la forma en que funciona su
cerebro”.
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